El club hizo lo correcto y lo neg? tajantemente, en el que parece ser el particular 'annus horribilis' del central blaugrana: separaci?n, suplencia, y noticias diarias a su alrededor.
Todo lo que sea bajar los decibelios a su alrededor e intentar protegerlo es lo mejor que puede hacer el club, que ve como el ruido a su alrededor es cada vez m?s ingestionable.
Piqué se ha convertido en un caramelo informativo tan tentador como peligroso. La culpa la tenemos los medios y él mismo a partes iguales.