Tres matrimonios de Bej?s y sus hijos se han refugiado en una casa familiar de Jérica tras ser desalojados este martes de su localidad. “Solo nos dio tiempo de coger una muda*y al conejo que tenemos por mascota.*Fue todo muy r?pido. Mi mujer lloraba, mis hijos lloraban…fue muy duro”, cuenta Jes?s Cortés, a?n con el susto en el cuerpo.
Rosa Alcaide, Pilar Cortés, Sonia Rodr?guez o Francisco Amoraga son algunas de las personas que lo acompa?an en este extra?o exilio forzoso a causa de un fuego que ha roto la calma y la Paz de toda la comarca del Alto Palancia. “Me he despertado llorando a las 5.30*de la madrugada.*No sé qué sorpresa me encontraré*cuando podamos regresar”, dice Rosa Alcaide con gran pesar.
Ninguno de ellos ha podido continuar con su vida estos d?as. “Trabajamos todos en Bej?s y la*vida del pueblo se ha detenido”, afirman. “La alcaldesa se ha reunido hoy con técnicos y estamos a la espera de que nos digan cu?ndo podremos regresar, pero la verdad es que*no sabemos nada a?n”, sostienen.
Una de las personas que se encuentran en esta casa de Jérica ha sido reclamada este martes a mediod?a por*trabajar como conductor ante la falta de ch?feres*para transportar las cubas que ayuden a sofocar el incendio. “Me tengo que ir inmediatamente a Castell?n a por el veh?culo y de ah? a Zaragoza para cargar el l?quido retardante y volver hacia esta zona”, explica en conversaciones con*Mediterr?neo, diario que pertenece al grupo Prensa Ibérica al igual que este medio.
Otro de los hombres que se han refugiado en la casa familiar de Jérica lamenta haber perdido por el incendio nada menos que*2.000 carrascas truferas. “No puedo creérmelo, con la ilusi?n y el trabajo que da, no solo el mantenimiento, sino también el entrenamiento de los perros para buscar la trufa”, afirma.
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