Laporta ha cumplido su palabra. Con un a?o de retraso por culpa de la terror?fica herencia recibida. Pero ha conseguido su prop?sito: recuperar la ilusi?n de los culés. El presidente siempre ha tenido claro que la resurrecci?n del Barça pasaba por tener un equipo competitivo. Y su objetivo durante este verano no est? siendo otro que conseguir los fichajes que necesita Xavi para construir un conjunto campe?n. A pesar de la compleja situaci?n financiera, han llegado ya Lewandowski, Raphinha, Kounde, Christensen y Kessié. Adem?s, se ha renovado a Dembélé (protagonista de un espectacular doblete la pasada madrugada ante la Juventus). Y se sigue negociando por Azpilicueta y Marcos Alonso. Incluso no descartar?a un ?ltimo intento por Bernardo Silva (en funci?n de lo que suceda finalmente con Frenkie De Jong). Sin duda, unos refuerzos extraordinarios que suben much?simo el nivel de la plantilla y que permiten al entrenador tener recursos m?s que suficientes para luchar por todos los t?tulos.
Igual que hizo en 2003, Laporta quiere que el c?rculo virtuoso empiece a girar de forma inmediata. Para que el Barça vuelva a ser el mejor club del mundo. Queda mucho camino por recorrer. Por supuesto. De entrada, todav?a no se ha podido inscribir a ninguno de los nuevos jugadores blaugranas (de hecho, ni siquiera al también ‘renovado’ Sergi Roberto) porque sigue existiendo el problema del ‘fair play’, que debe resolverse en las pr?ximas semanas con la activaci?n de una tercera palanca y la ‘operaci?n salida’ de un vestuario que ahora est? superpoblado. Pero se ha hecho lo m?s dif?cil: convencer a grandes estrellas del f?tbol mundial, que ten?an incluso mejores ofertas econ?micas, de que el Barça es un equipo poderoso. Y, en este aspecto, el papel de Xavi ha sido decisivo.*
Quedan poco m?s de dos semanas para que se inicie la temporada con el debut oficial en la Liga ante el Rayo y las sensaciones son muy buenas. Aunque hay que ser prudentes. El propio Xavi se encarg? de rebajar la euforia tras el empate ante la Juventus: “Vamos por el buen camino, pero hay que ser humildes y trabajar fuerte como lo estamos haciendo”. El técnico pidi? “equilibrio emocional”. Dif?cil para una afici?n ansiosa de alegr?as. La moderaci?n es complicada cuando llevas tantos a?os sufriendo decepci?n tras decepci?n. Ahora se ve la luz al final del t?nel. Y todos tienen prisa. Pero no hay que correr. Aunque la tentaci?n sea enorme. Porque la ilusi?n es gigantesca.*
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