Vinicius y Rodrygo han recuperado sus mejores versiones coincidiendo con la ausencia por lesi?n de Jude Bellingham. El inglés no jug? los partidos de Champions ante el Braga y de Liga contra el Valencia, pero el Madrid no lo ech? de menos. Ganaron los dos compromisos con ocho goles, tres a los portugueses y cinco a los valencianistas, y seis de ellos fueron de los brasile?os, que marcaron tres cada uno. Su f?tbol creativo puso en jaque a sus marcadores, imprimiendo velocidad y siendo letales. Entre ambos desarbolaron los sistemas defensivos de ambos rivales que fueron incapaces de frenarlos. Brahim, relevo del inglés, complet? el tridente para ayudar a sus compa?eros. *

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Puede ser casualidad, o que el Real Madrid se adelant? pronto en el marcador en ambos partidos, o qué portugueses y valencianistas quisieron jugar de tu a tu a los blancos sin encerrarse en sus campos. La realidad es que el equipo de Ancelotti recuper? el acierto en ataque gracias a su pareja de brasile?os. Rodrygo y Vinicius estaban bajo sospecha por su pobre aportaci?n a la ofensiva de un equipo en el que emergi? la figura de Bellingham para tapar las malas sensaciones que dejaban los brasile?os. El inglés se encarg? con sus goles, hasta 13, de salvar los muebles del equipo ante la falta de acierto de sus compa?eros.

LA CONFIANZA DE ANCELOTTI

Bellingham se lesion? contra el Rayo Vallecano, pero aguant? todo el partido para ayudar a su equipo. Pese a todo, el Madrid cedi? el liderato al Girona por un triste empate a cero ante un rival que supo cerrar los caminos hacia su porter?a. Vinicius y Rodrygo no aportaron nada en aquel partido, uno m?s de sus ?ltimas y criticadas actuaciones. El primero, por ese car?cter indomable que le enfrenta al mundo y que desorienta su f?tbol, y el segundo, por un bache de confianza que le negaba el acierto.

Ancelotti no se dej? llevar por el escaso acierto de Rodrygo y sigui? apostando por él, y no dej? solo a Vinicius en esas guerras personales que le desquician conmin?ndole a que se centre en lo que mejor sabe hacer, jugar y divertirse. Con la lesi?n de Bellingham ambos unieron esfuerzos, conexiones y se dedicaron a correr y jugar para recuperar su mejor nivel y volar sobre el resto. Sus datos ratifican esa mejor?a, tres goles y dos asistencias cada uno, que consolidan a un equipo al que se acusaba de falta de una pegada y al que salvaba el inglés con sus goles.

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