Los datos hablan por s? solos. Los ni?os tienen elprimer contacto con el porno en torno a los 8 a?os, muchas veces de forma accidental. Sin embargo, el consumo se generaliza a partir de los 14, cuando casi el 40% de los j?venes lo ven semanalmente, la mayor?a sin una adecuada educaci?n sexual que les ayude a interpretar y deconstruir v?deos que contienen relaciones sexuales sin afectividad, violentas y que degradan y cosifican a las mujeres.

Por supuesto que la gran mayor?a de los j?venes que consumen porno no llegar?n a convertirse en adictos –aunque cada vez est? m?s claro c?mo los v?deos violentos moldean el deseo de los m?s j?venes–. Sin embargo, su fabuloso poder de atracci?n s? est? provocando que un n?mero creciente de personas se acaben enganchando y dejando de lado las amistades, la familia y el trabajo o los estudios, con tal de encerrarse en su habitaci?n a ver cientos de v?deos pornogr?ficos.

Se trata de una adicci?n bastante desconocida pero que atrapa cada vez a m?s gente, sobre todo hombres







Se trata de una adicci?n bastante desconocida pero que atrapa cada vez a m?s personas, sobre todo hombres. Seg?n diversas investigaciones internacionales, tiene una prevalencia de entre el 3% y el 10% a escala mundial, aunque estos datos podr?an ser solo “la punta del iceberg” porque la vergüenza y el sentimiento de culpa impiden a muchos afectados pedir ayuda, seg?n explica Mar?a Contreras, psic?loga cl?nica que colabora con Dale una Vuelta, entidad que promueve una sexualidad afectiva, libre e informada, que ofrece ayuda para dejar atr?s la adicci?n al porno.

La violencia

Contreras indica que a las consultas de psic?logos y sex?logos cada vez acuden m?s personas con este trastorno y que el aumento de la incidencia est? ligado al f?cil acceso al porno que ha provocado internet, donde existen millones de contenidos que tienen m?s visitas que Netflix, Amazon, Twitter y Youtube juntos. Adem?s, el 80% de los v?deos contienen violencia, como violaciones grupales, agresiones y vejaciones de todo tipo, pederastia e incesto.

El aumento de la prevalencia est? también relacionado con el inicio del consumo a edades muy tempranas, cuando “el cerebro no est? maduro y es m?s vulnerable”, seg?n la experta, que aclara que para caer atrapado en la adicci?n se requieren a?os de conducta adictiva. “Sin embargo, un menor que empieza con el visionado de porno s? puede ser un adulto con adicci?n”. Los estudios cient?ficos se?alan que la pérdida de control se suele situar entre los 18 y 27 a?os, aunque en las mujeres -con una prevalencia menor- la conducta sexual compulsiva aflora m?s tarde, porque tardan a?n m?s en reconocer que sufren el problema.

Porno y cerebro

Igual que en otros trastornos de comportamiento, algunas personas son m?s vulnerables, como aquellas que ya sufren otro problema de salud mental como depresi?n o ansiedad, han sufrido alg?n trauma o abusos sexuales en la infancia, o tienen rasgos l?mites de personalidad que les empujan al perfeccionismo o a la autoexigencia. Pero cualquiera puede caer porque el porno, seg?n Contreras, es “la droga del placer” y afecta al cerebro, al igual que otras drogas, al liberar dopamina cada vez que se siente placer. El problema es que el cerebro baja el volumen de receptores de dopamina cuanto m?s porno ve, de forma que “cada vez se necesitan m?s est?mulos para conseguir el placer”, m?s tiempo de visionado y contenidos m?s “violentos, asquerosos y sorprendentes”.

"La pornograf?a lo tiene f?cil, va a nuestro cerebro y lo provoca inmediatamente, porque en este tema somos primates”

José Luis Garc?a

Sex?logo



José Luis Garc?a, codirector del curso ‘Experto en prevenci?n de los efectos de la pornograf?a en la salud afectivo-sexual’ y autor de ‘Tus hijos ven porno, ?qué vas a hacer?’, sostiene que el porno “tiene un poder adictivo superior” a cualquier otra sustancia porque “el deseo sexual tiene una base biol?gica desde el inicio de la especie y, por tanto, es una de las motivaciones m?s importantes de la conducta”. “La pornograf?a lo tiene f?cil, va a nuestro cerebro y lo provoca inmediatamente, porque en este tema somos primates”, sentencia. Adem?s, el porno no siempre cuesta dinero ni es ilegal y se puede acceder a él las 24 horas al d?a, en nuestra propia casa.

Son varios los indicadores que muestran si una persona sufre una conducta adictiva: si no puede dejar el visionado y este altera su vida diaria; si le da igual las consecuencias, es decir, perder amigos o el trabajo, y si para sentir placer necesita ver cada vez contenidos m?s oscuros y violentos. “Si alguien ve porno todos los d?as, probablemente tiene un comportamiento adictivo, es un indicador”, sostiene Contreras.

La visualizaci?n de contenidos agresivos hace que se pierda la empat?a y la sensibilidad y se justifiquen las agresiones







Efectos

El verdadero problema de esta adicci?n es que la visualizaci?n de contenidos agresivos trastoca la “empat?a y la sensibilidad”, seg?n Garc?a. “Acabas comprendiendo al agresor, justific?ndolo, porque el mandato del porno es que a las mujeres les gusta que les fuercen, que las degraden”, ejemplifica.

A este respecto, el informe '(Des)informaci?n sexual: pornograf?a y adolescencia', elaborado por Save the Children, indica que la pornograf?a es el ?nico recurso a la hora de aprender sobre sexualidad para el 30% de los adolescentes. Ante ello, el 54% de los j?venes admite que toma ideas prestadas del porno para después llevarlas a la pr?ctica y lo m?s preocupante es que el 12,2% de los chicos y el 6,3% de las chicas lo hicieron sin el consentimiento expl?cito de su pareja y sin que a esta le hubiera gustado.

Ante este problema, la fiscal?a ha advertido varias veces de que el aumento de agresiones sexuales cometidas por menores est? relacionado con la ausencia de educaci?n sexual y el visionado “inapropiado y precoz” de pornograf?a violenta.

“Vemos en las consultas cada vez m?s j?venes con disfunci?n eréctil porque con una persona real no pueden mantener la erecci?n"

Mar?a Contreras

Psic?loga cl?nica



Problemas sexuales

Parad?jicamente, esta adici?n también provoca eyaculaci?n precoz y disfunci?n eréctil, dado que el “chute de est?mulos” que genera el porno hace que no sea f?cil excitarse con una relaci?n sexual normal. “Vemos en las consultas cada vez m?s j?venes con disfunci?n eréctil porque con una persona real no pueden mantener la erecci?n, lo que a veces provoca que se a?slen, piensen que no rinden como en el porno y se encierren todav?a m?s en su adicci?n”, se?ala Contreras.

Por ?ltimo, otro de los problemas es que, aunque se deje de consumir pornograf?a, las im?genes se han grabado a fuego en la mente. Tal hecho provoca que, aunque se acuda a terapia, a algunas personas les cueste mucho esfuerzo recuperarse completamente.



أكثر...