El 28-M, cuando se termin? el recuento de las papeletas, la l?der del PP de Extremadura, Mar?a Guardiola, se vi? como presidenta de su comunidad. No hab?a sido la m?s votada, pero a nivel de esca?os empataba con el socialista Guillermo Fern?ndez Vara y con el apoyo de Vox alcanzaban la mayor?a absoluta. Desde el primer momento lo tuvo claro, intentar?a negociar con el partido de extrema derecha. Desde entonces, en poco m?s de un mes, Guardiola ha criticado que Vox no quisiera sentarse a dialogar, ha rechazado de manera tajante incluirnos en su Gobierno y, finalmente, ha terminado pactando este viernes que los ultras ocupen una consejer?a.
"Ojal? hubiera un pacto ya porque eso es lo que quieren los extreme?os, pero ni hay un pacto ni estamos negociando porque el se?or Pelayo no ha recibido a?n autorizaci?n para poderse sentar conmigo", asever? Guardiola el 4 de junio sobre los nulos contactos que estaba manteniendo con el l?der de Vox en este territorio, ?ngel Pelayo. Y con este talante negociador se mantuvo varios d?as. "Cuando quiera y donde quiera Vox nos sentamos a hablar para cambiar la dejadez del PSOE por la ilusi?n que merece Extremadura",insisti? el 7 de junio.
Cinco d?as después, tras la primera reuni?n con la direcci?n extreme?a de Vox, Guardiola esperaba poder anunciar "muy pronto" un acuerdo. Sin decir en ning?n momento que Vox no formar?a parte de su gobierno, la dirigente popular lo circunscribi? a un pacto program?tico. En los siguientes ocho d?as todo estall? por los aires. Guardiola denunci? que la direcci?n nacional de Vox estaba interfieriendo en las negociaciones reclamando puestos en el gobierno.
El 'no' a los ultras
Después de aquello, Guardiola se mostr? tajante. "Me comprometo a no meter a Vox en el Gobierno, ni después de las elecciones generales", dijo el 20 de junio. Y no se qued? ah?. "Yo no puedo dejar entrar en Gobierno a aquellos que niegan la violencia machista, a quienes usan el trazo gordo, a quienes est?n deshumanizando a los inmigrantes y a quienes despliegan una lona y tiran a una papelera la bandera LGTBI", recalc? antes de insistir en que no estaba dispuesta a "firmar un acuerdo lleno de condiciones, ni a regalar consejer?as ni a entrar en batallas culturales superadas".
De aquellas palabras han pasado 10 d?as en los que Guardiola ha dado un giro de 180 grados a su discurso. El primer paso fue el pasado lunes, cuando la l?der popular dirigi? una carta a los militantes y altos cargos de la regi?n en la que defend?a que es "imprescindible el respeto, el di?logo y el acuerdo program?tico" con Vox para "pasar p?gina a las pol?ticas socialistas". Cuatro d?as después, ese acuerdo "imprescindible" se ha hecho realidad. Guardiala ha pactado con Vox su investidura y los ultras recibir?n la Consejer?a de Gesti?n Forestal y Mundo Rural, de nueva creaci?n.
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