El debut con gol del estadounidense Timothy Weah aflor? el apellido de uno de los grandes nombres del f?tbol. Su padre, George Weah fue Bal?n de Oro y FIFA World Player en 1995 es liberiano y el actual presidente del Gobierno. Al d?a siguiente aparec?a en el campo Marcus Thuram con Francia, hijo de Lilian, defensa campe?n del mundo en 1998.
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Simple introducci?n para tratar del Estados Unidos-Ir?n, un partido que la pol?tica convierte en relevante m?s de lo estrictamente futbol?stico. Ser? un encuentro que jugar?n dos hijos, de apellidos menos ilustres, pero cuyos padres participaron en el hist?rico duelo del Mundial-98.Giovanni Alejandro Reyna es hijo de Claudio Reyna, vieja leyenda internacional estadounidense de 49 a?os, y participante en cuatro Mundiales (de 1990 a 2002). Naci? en Sunderland (Inglaterra), donde jugaba entonces su padre y, al igual que él, tiene suficiente calidad como para permanecer en el f?tbol europeo. Gio, de 20 a?os, milita en el Borussia Dortmund.
El otro padre es Ahmad Reza Abedzadeh. Era el portero y capit?n de Ir?n en el célebre partido. Nacido en Abadan (Ir?n) y tiene 56 a?os. Su hijo es Amir Abedzadeh, naci? en Teher?n hace 29 a?os y defiende la porter?a de la Ponferradina, de Segunda Divisi?n. Jug? 11 partidos antes de incorporarse a la selecci?n, donde es el tercer portero.
Los hijos afrontan un partido de mayor interés deportivo. Ir?n disfruta en su quinto Mundial de una ocasi?n ?nica para acceder a los octavos. Pasar? si gana a EEUU y también si empata y Gales no golea a Inglaterra en el triple empate que se producir?a.
Carlos Queiroz, el entrenador portugués que dirige al conjunto asi?tico, reconoci? que se trata de un partido especial, pero rest? la sobreexcitaci?n que se vive en el equipo ante semejante oportunidad.
"Nuestra misi?n es crear entretenimiento y hacer feliz a gente durante 90 minutos”, afirm?, como si fuera un prop?sito menor. Queiroz, exseleccionador de Portugal, Ir?n (nueve a?os, de 2011 a 2019), Colombia y Egipto antes d volver a Teher?n, expuso su tesis a continuaci?n.
"Nuestra misi?n es crear entretenimiento y hacer feliz a gente durante 90 minutos”
“Nac? en Mozambique y cuando sol?a ir a trabajar no sabéis el efecto que puede tener una pelota en ni?os que llevan uno o dos d?as sin comer y que no tienen para vestirse. Cuando par?bamos los coches y les pon?amos una pelota en el parque, no podéis imaginar la magia del momento: sus caras de tristeza cambiaban en una sonrisa al instante. Esa es nuestra misi?n en el f?tbol, hacer feliz a la gente", coment?.
Gregg Berhalter, su colega en el banquillo americano, se mostr? menos prosaico. Deber?a presentar resultados para mantenerse en el cargo y continuar hasta el Mundial-2026 que coorganizar?n Estados Unidos, Canad? y México. Intuy? el cariz pol?tico de las preguntas y cort? por lo sano: “El partido ser? muy disputado por el hecho de que ambos equipos quieren pasar a la siguiente ronda, no por la pol?tica ni por las relaciones entre nuestros pa?ses. Somos futbolistas, vamos a competir y ya est?".
Aquel 21 de junio de 1998, en el estadio Gerland de Lyon no se parec?a en nada al duelo de este martes en el estadio Al Thumama, en Qatar, donde no ha faltado la controversia. Era la primera vez que coincid?an sobre un terreno de juego minado por un conflicto pol?tico que hab?a empezado 20 a?os antes.
Desde que se conoci? en el sorteo que hab?an quedado emparejados en el mismo grupo, empezar los preparativos del partido. Lejos del césped. En los despachos, y en las estancias pol?ticas, donde tantas veces se enmara?a el futbol. La foto de los 22 futbolistas juntos antes del pitido inicial retrat? el clima de concordia y paz. Los estadounidenses fueron a saludar a los futbolistas iran?s y estos les obsequiaron con una flor.
Fue un acontecimiento mayor en Ir?n que en Estados Unidos, donde el futbol carece de arraigo pese a que se hab?a disputado el Mundial de 1994 en sus ciudades. Y fue un acontecimiento mayor también después. Por el resultado. Ir?n se impuso por 2-1. Marcaron Hamid Estili y Mehdi Mahdavikia antes de que Brian MacBride recortara. Ambas quedaron eliminadas en un grupo que compartieron con Alemania y Yugoslavia, muy superiores.
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