M. L. L. fue el primer recluso asturiano que cambi? su sexo registral por auto judicial dictado en agosto del a?o pasado, después de entrar en vigor la polémica ley Trans. Se trata de un recluso encarcelado por delitos de violencia de género y acoso. No ha cambiado de nombre ni ha iniciado tratamiento alguno para modificar su aspecto exterior y retirar su genitales masculinos. Su petici?n de ser trasladado al m?dulo de mujeres fue rechazada, aunque est? ingresado en la enfermer?a. El preso se ha tenido que enfrentar al rechazo de otros reclusos, alguno de los cuales sobrepas? la l?nea, motivo por el que present? las correspondientes denuncias contra dos de ellos.

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Uno de ellos, B. M. B., se sentar? pr?ximamente en el banquillo acusado de un delito de odio, por el que la Fiscal?a reclama una pena de un a?o de c?rcel, una multa de ocho meses a raz?n de 9 euros diarios (2.160 euros) y el pago de una indemnizaci?n al recluso que cambi? su sexo registral de 1.000 euros por da?os morales. Seg?n la Fiscal?a, B. M. B. –sobre el que pesan seis condenas por robo con fuerza–, al conocer que se hab?a cambiado de sexo, someti? a M. L. L. a un "constante desprecio, humill?ndolo por su nueva condici?n sexual, diciéndole en p?blico en presencia de otros internos: ‘Eres un travelo, un maric?n y te voy a rajar’". La acusaci?n particular, que ejerce la v?ctima, bajo la direcci?n letrada del abogado Pedro Paulino S?nchez, del despacho Asturlex, postula unos hechos similares a la Fiscal?a, aunque reclama 15 meses de c?rcel y el pago de multa de 2.430 euros, as? como una indemnizaci?n de 1.500 euros para el preso acosado. M. L. L. también ha denunciado a otro recluso por homofobia, aunque este caso se encuentra a?n en instrucci?n.

El denunciante es uno de los seis reclusos que reclamaron el cambio de sexo registral en marzo del a?o pasado. Apelaron ante el Registro Civil al art?culo 43.1 de la ley Trans, que reza: "Toda persona de nacionalidad espa?ola mayor de 16 a?os podr? solicitar por s? misma ante el Registro Civil la rectificaci?n de la menci?n registral relativa al sexo". En su petici?n al Registro, los presos adujeron: "Seg?n consta mi inscripci?n de nacimiento, al nacer me fue atribuido el sexo de var?n (...) pese a lo anterior mi identidad de género no se corresponde con mi sexo biol?gico, consignado en el acta de inscripci?n obrante en el Registro Civil, toda vez que siempre me he considerado mujer".

Seg?n la ley, la rectificaci?n no estar? condicionada "a la previa modificaci?n de la apariencia o funci?n corporal de la persona a través de procedimientos médicos, quir?rgicos o de otra ?ndole".



Los reclusos que cambian de sexo no son admitidos autom?ticamente en el m?dulo de mujeres, Seg?n la instrucci?n de 7/2006 de Instituciones Penitenciarias, los transexuales femeninos pueden ingresar en m?dulos de mujeres aunque no se hayan sometido a una operaci?n de cambio de sexo o conserven oficialmente su nombre de var?n, eso s?, tras un tr?mite de treinta d?as y previos informes médico y psicosocial. Este informe médico concreta la realidad fisiol?gico-sexual de la persona y los procesos de tr?nsito que hubiese podido iniciar o no.



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