El Giro no es una cl?sica. Son 21 d?as de competici?n y al menos 12 o 14 etapas con miga y chispa. Cualquier movimiento hay que calcularlo de antemano. Sobre todo, si ya se va a actuar en la jornada inaugural por mucho cebo que ponga la organizaci?n con puertecillos duros que invitan a una ofensiva, pero donde también hay que calcular que atacar como si no hubiera un ma?ana, tal cual fuera la Strade Bianche o la Lieja-Basto?a-Lieja, es una locura y hasta preguntarse si realmente merece la pena quedarse sin equipo a las primeras de cambio.

Tadej Pogacar, salvo sorpresa extrema, ganar? este Giro, pero tiene que actuar con cabeza si no se quiere llevar un disgusto, mucho m?s serio que perder al esprint la primera etapa, jugando al ataque, pero sin el premio de la ‘maglia rosa’ que se enfund? el corredor ecuatoriano del Ineos Jhonatan Narv?ez. Hab?a un peque?o pero inquietante puerto con la cima a tres kil?metros de Tur?n y Pogacar busc? su primera ofensiva después de que su equipo, el UAE, controlase la primera etapa, disputada sin respiro y a un nivel tan alto que al final el fen?meno esloveno se encontr? que en la fase decisiva del d?a s?lo le quedaba el auxilio de su compa?ero polaco Rafal Majka.
El resto de los gregarios sucumbi? en las colinas del Piamonte, un ejercicio f?sico que merece por lo menos una reflexi?n pensando tanto en la subida de este domingo al santuario de Oropa como en las 20 etapas que a?n se deben definir en la larga ruta hacia Roma.

Es muy dif?cil ganar un Giro sin equipo y, ciertamente, el UAE se ha vestido para la ocasi?n con gregarios bien uniformados, aunque ha dejado a los que mejor calzan para el Tour y para que en la ronda francesa no le falte la ayuda que Pogacar habr?a necesitado en el primer acto de la ronda italiana.

Del Giro al Tour

Si gana el Giro pero luego erra en el Tour la temporada habr? sido buena pero no fant?stica y en esta ronda italiana Pogacar debe correr tanto con las piernas como con la cabeza; controlar lo justo la carrera y tener en cuenta que tras el aperitivo monta?oso de este fin de semana tampoco vendr?a mal a su equipo permitir alguna fuga con un ciclista que no inquietase demasiado pero que ilusionase a los suyos para que protegieran su casaca rosa, al menos hasta la contrarreloj del pr?ximo viernes.

Pogacar desisti? de atacar en la subida a La Maddalena, a 22 kil?metros de la meta, porque vio que s?lo lo segu?a uno de sus siete gregarios y luego en la subida final a San Vito no hubo suficiente desnivel para coronar en solitario. Se le engancharon a rueda tanto Narv?ez como el alem?n del Bora Maximilian Schachmann, un ciclista berlinés de 30 a?os que, entre otras cosas, ha ganado dos veces la Par?s-Niza. Narv?ez y Schachmann superaron a Pogacar en el esprint final en una jornada inaugural en la que el resto de los rivales comenz? a ceder tiempo: Tiberi, Thomas, Mart?nez, Alaphilippe, O’Connor y Uijdebroecks, 10 segundos, y Bardet junto a Quintana, 57. El mejor espa?ol fue Juanpe L?pez que cruz? la meta 20 segundos m?s tarde que Narv?ez.



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