1 de mayo de 1994, 14:17 horas. El silencio m?s absoluto se apodera de las tribunas del Autodromo Enzo e Dino Ferrari de Imola. Las primeras asistencias llegan a la curva Tamburello.Ayrton Senna, tricampe?n del mundo, permanece inerte en el habit?culo de su Williams-Renault FW16. No hay certezas, pero todos se temen lo peor.

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El Gran Premio de San Marino ya hab?a comenzado con drama. El austr?aco Roland Ratzenberger falleci? durante la clasificaci?n, tras estrellarse en la curva Gilles Villeneuve. Adem?s, Rubens Barrichello sali? vivo de ‘milagro’ de otro pavoroso accidente en la variante Bassa durante los entrenamientos.

Ese domingo 1 de mayo, d?a de carrera, Senna se despert? a las 7.30 de la ma?ana en su suite del Hotel Castello. Hab?a dormido mal, sobrecogido por la muerte de Ratzenberger. Su helic?ptero le esperaba para trasladarle al circuito, donde horas antes hab?a presenciado c?mo se llevaban al hospital al piloto austr?aco, ya en muerte cerebral tras un violento impacto a 310 km/hora. Incluso hab?a tenido oportunidad de examinar el Simtek S941 destrozado.

Senna se desmoron? cuando Sid Watkins le comunic? la terrible noticia. A?os después, en su libro 'Life at the limit', el célebre cirujano de la F1 relat? uno de los episodios que atenazan la memoria de los millones fans del astro brasile?o: “?Por qué no lo dejas ma?ana? No salgas a correr…tienes tres t?tulos, eres el mejor, déjalo todo y vete a pescar, ret?rate definitivamente”, le sugiri?. La respuesta de Senna, lac?nica, dej? helado al doctor: “Hay ciertas cosas sobre las que uno no posee el control. No puedo dejarlo ahora. Debo seguir”.

Ayrton también le hab?a confesado a su novia que no se ve?a con fuerzas de seguir y que durante la noche decidir?a si iba al circuito o se quedaba en el hotel. Fue como un presentimiento.

Tamburello, la curva maldita

Se acercaba el momento de la salida y las gradas estallaron en una ovaci?n a Gerhard Berger, piloto de Ferrari. Senna se gir? hacia su ex compa?ero en McLaren para dedicarle la que ser?a su ?ltima sonrisa. Cuando se apagaron los sem?foros, los monoplazas de JJ Lehto y Pedro Lamy se tocaron y tuvo que salir a pista el coche de seguridad.
Senna se impacient? y sali? disparado cuando la carrera se relanz? en la sexta vuelta. En la séptima, su Williams no traz? la curva Tamburello sino que sali? de la pista en l?nea recta, a 305 km/hora. El golpe contra el muro de cemento fue brutal, a 218 km/h. La rueda delantera derecha se desprendi? y golpe? su casco, mientras que un brazo de la suspensi?n le atraves? la visera, ocasion?ndole fracturas en el cr?neo con pérdida de masa encef?lica.

Los médicos del circuito tuvieron que hacerle una traqueotom?a en la pista. Aunque todo apunta a que sufri? una muerte instant?nea, el helic?ptero le traslad? a la Cl?nica Maggiore de Bolonia, donde permaneci? en coma inducido hasta que se certific? su muerte pocas horas m?s tarde, a las 18:05.

Se march? para siempre el piloto que cambi? la historia de la F?rmula 1 y el que m?s profunda huella ha dejado entre sus seguidores. El ‘mago’ de las vueltas r?pidas imposibles, el gladiador de las luchas cuerpo a cuerpo, el triple campe?n del mundo que se fue sin poder pelear por m?s.

Senna fue enterrado, con honores de jefe de Estado, en el cementerio de Morumbi en su Sao Paulo natal y a?n a d?a de hoy miles de seguidores peregrinan hasta su tumba para dejar sus muestras de respeto y admiraci?n. Entre ellos Lewis Hamilton, que cada vez que viaja a Brasil le visita y le dedica sus oraciones. Senna siempre tuvo claro que quer?a acabar su carrera en Ferrari y es una de las razones que han impulsado a Lewis a fichar por la Scuderia en 2025.

La causa del accidente

En un primer juicio para aclarar las causas del accidente, en Italia, no se logr? acreditar técnicamente la responsabilidad del director técnico de Williams Patrick Head. Trece a?os después, el tribunal de apelaci?n de Bolonia reabri? el proceso y declar? a favor de la organizaci?n deportiva de Imola, en ausencia de los representantes de Williams. Finalmente, en 2007, la Corte de Apelaciones dict? sentencia considerando que la columna de direcci?n, mal modificada por el equipo debido a que Senna no estaba c?modo con el volante, fue lo que provoc? el fat?dico desenlace. Head no fue condenado porque el delito hab?a prescrito.

Adrian Newey, dise?ador de aquel Williams, sigue sin aceptar esta teor?a. El genial ingeniero brit?nico suele decir que se siente “responsable, pero no culpable” del accidente. “De lo que me siento culpable no es un posible fallo de la columna de direcci?n, porque ese no es el caso, sino porque me equivoqué en la aerodin?mica del coche”, lamenta.



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