Hace ahora un a?o, las Fuerzas Armadas espa?olas desplegaron un dispositivo excepcional para sacar de Sud?n a 34 nacionales atrapados en los combates que se hab?an desatado unos d?as antes. Espa?a envi? 200 militares y cuatro aviones del Ejército del Aire que transportaron blindados y otro material para llevar a cabo la “exfiltraci?n”.

La operaci?n concluy? con éxito el 24 de abril, cuando 72 civiles de varios pa?ses aterrizaron en el aeropuerto de Torrej?n de Madrid, lejos de la violencia. Tras el éxito de la operaci?n, el conflicto que asola Sud?n sali? de los focos. Pero contin?a en marcha, y ha provocado la que es ya la peor crisis abierta de refugiados del mundo.

“A d?a de hoy, me parece una de las crisis m?s terribles del mundo”, opina en conversaci?n con El Peri?dico de Espa?a, del mismo grupo editorial, Helena Cardellach, coordinadora de Emergencias de Médicos sin Fronteras, que acaba de regresar de Sud?n. “Hay m?s de ocho millones de desplazados, desnutrici?n aguda severa en la regi?n de Darfur del Norte y bloqueo a la ayuda humanitaria en zonas de la capital, Jartum. En uno de los hospitales donde actuamos, al principio de la guerra, escuchamos testimonios de asesinatos de grupos étnicos como los Masalit”.

En el conflicto se producen ataques sistem?ticos contra la poblaci?n civil. Se bombardean de forma indiscriminada ?reas residenciales. Hay violencia sexual generalizada, incluida contra ni?os, seg?n denuncia la Uni?n Europea. Entre 10.000 y 15.000 personas han sido asesinadas, seg?n las cifras de enero de Naciones Unidas.

Pelea por el poder de dos generales

Sud?n es un pa?s azotado por el conflicto desde hace décadas. En 2019, tras una serie de protestas populares, los militares acabaron con el régimen tir?nico de Omar Al Bachir, procesado por La Haya por cr?menes de guerra. Se empezaron a dar pasos para una transici?n hacia un sistema democr?tico. Pero todo volvi? a descarrilar con un golpe de Estado en 2021. Se impuso una Junta militar liderada, hasta hoy, por el general Abdelfatah Al Burhan.

El 15 de abril del a?o pasado volvi? a estallar la violencia. Se rebel? contra Al Burhan el que hab?a sido su vicepresidente, Mohamed Hamdan Dagalo. Apodado Hemetti, controla las Fuerzas de Apoyo R?pido (FAR), un potente grupo paramilitar de 70.000 hombres bien armados, formados y equipados. En su mayor?a, est?n compuestas por milicias Yanyauid, los temibles jinetes armados a camello que lucharon en nombre del gobierno sudanés durante el conflicto de Darfur a principios de siglo y fueron responsables de atrocidades contra civiles. Hemetti tiene lazos con mercenarios de la antigua Wagner rusa.

Las FAR actuaron r?pido y pillaron por sorpresa a las Fuerzas Armadas Sudanesas (FAS), leales al presidente, a pesar de que estas cuentan con tres veces m?s efectivos. Ocuparon el Aeropuerto Internacional de Jartum y otras zonas de la ciudad.

La situaci?n a d?a de hoy es especialmente grave en la capital, Jartum, controlada a partes iguales por FAR y FAS. También en Darfur, regi?n occidental asolada por el conflicto desde 2003 y que ahora vuelve a ser uno de los principales focos del enfrentamiento armado. Ambas facciones combaten tanto en Darfur Norte y Darfur Oeste.


Crisis humanitaria sin precedentes

El resultado es que Sud?n es, hoy, un pa?s de personas desplazadas. Siete millones han huido de los combates para buscar refugio en zonas m?s seguras del pa?s. Dos millones se han ido directamente a otros pa?ses, sobre todo, Chad. Nueve millones de refugiados en total, la mayor cifra del mundo. Es una de las peores crisis en marcha por muchos otros motivos: m?s de 27 millones de personas, la mitad de los sudaneses, necesitan asistencia humanitaria; 18 millones de personas sufren ya de inseguridad alimentaria severa (cuando la imposibilidad de un consumo adecuado de alimentos pone la vida en peligro inminente). La mayor parte de la infraestructura sanitaria est? paralizada.

“En Médicos sin fronteras hemos podido comprobar que hay una hambruna preocupante en Darfur Norte. En el campo de refugiados de Zamzam el 7% de los ni?os tienen ya desnutrici?n aguda severa”, relata Cardellach. “Hay zonas agr?colas clave que est?n siendo azotadas por la guerra en las que todos los cultivos y actividades agr?colas se han paralizado. Por su parte, el Gobierno de Sud?n bloquea las zonas controladas por las FAR en Jartum desde diciembre. Necesitamos permisos para entrar y nos los est?n denegando. Quieren impedir la entrada de ayuda humanitaria, en contra del derecho internacional”.

La ciudad de Wad Madani se hab?a convertido en un importante enclave humanitario y refugio para centenares de miles de personas que hu?an de los combates. Pero, el pasado 15 de diciembre, una ofensiva de las FAR de tres d?as termin? con el control de Wad Madani y otras ciudades cercanas. M?s de medio mill?n de personas tuvieron que volver a huir. Médicos sin Fronteras tuvo que suspender sus actividades y salir de la zona. MSF es una de las pocas organizaciones internacionales presentes sobre el terreno en Sud?n. En sus hospitales atienden heridas de metralla, de explosi?n y de bala, y por balas perdidas.

El pasado 7 de febrero, Naciones Unidas hizo una llamada internacional de emergencia. La respuesta ha sido el compromiso de m?s de 2.000 millones de euros, la mitad procedente de pa?ses de la Uni?n Europea. Sin embargo, la cantidad ejecutada no llega ni al 10%, seg?n ha denunciado el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres.

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El presidente francés, Emmanuel, durante la conferencia internacional para Sud?n.
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La semana pasada se celebr? en Par?s una conferencia internacional para abordar la crisis de Sud?n, con el objetivo de impedir que se convierta en una crisis olvidada. Acudieron representantes de cerca de 60 pa?ses y otras tantas ONG. En la declaraci?n final se pidi? que se pusiera fin a las hostilidades y que se permitiera la entrada de ayuda humanitaria en todos los territorios. Por el momento, sobre el terreno, la violencia sigue sin visos de detenerse.



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