"El edificio simplemente se derrumb?. La azotea pas? desde el primer piso hasta el s?tano. En dos segundos estaba en ruinas", cuenta un joven holandés que estaba en el Medusa Beach Club, el local que el jueves por la noche se vino abajo y donde murieron cuatro personas. En el restaurante se encontraban en ese momento varios grupos de turistas neerlandeses, catorce de los cuales resultaron heridos de diversa consideraci?n. "Podr?a haber sido mucho peor", ha explicado el padre de una las v?ctimas a los medios de su pa?s. Varios allegados a los heridos se han desplazado a Mallorca para acompa?arles durante su estancia en el hospital. Seg?n el ?ltimo balance oficial, cinco de los afectados contin?an ingresados. En principio, todos est?n fuera de peligro, aunque dos de ellos sufren traumatismos graves.

A las puertas del Medusa Beach Club se encontraba poco antes de la tragedia cuatro holandeses que hab?an llegado el d?a anterior a la isla para pasar unos d?as de vacaciones junto al resto de miembros de un equipo de f?tbol amateur. Uno de ellos, Ralph Brandehof, de 25 a?os, recuerda que estaban en la entrada del local y un empleado les invit? a subir a la azotea. "Preguntamos si pod?amos subir con las cervezas que llev?bamos pero nos dijeron que no", recuerda Jurre Ter Horst, otro de los miembros del grupo que trat? de apremiar a sus acompa?antes para que bebieran r?pido con la intenci?n de subir a la terraza del local. "Afortunadamente, beb?an muy lentamente", se?ala.