El proyecto surgi? como surgen las grandes ideas: buscando otra cosa. "Est?bamos investigando para otro proyecto e intentando entender por qué se han incrementado los suicidios por arma de fuego en Estados Unidos. Nos dimos cuenta de que era un tema complej?simo y fue ah? cuando empezamos a preguntarnos c?mo est? ese problema en Espa?a. Porque yo, como profesora de la Universidad Complutense, escuchaba a mis alumnos hablar de crisis de ansiedad, de tomar pastillas, de autolesionarse, de quitarse la vida".

Lo cuenta Conchi Cejudo, la directora de Suicidio, el dolor invisible. El primer proyecto transmedia sobre el suicidio de nuestro pa?s. Una apuesta de RTVE Play consistente en un documental de cuatro cap?tulos, un podcast de tres episodios y contendio adicional interactivo. Porque lo que vieron Conchi Cejudo y Toni Garrido (productor del proyecto) cuando escarbaron un poco, fue que el suicidio "es un problema de salud p?blica que hay que abordar de manera urgente".

Porque el suicidio ya es la principal causa de muerte externa en nuestro pa?s. Y la primera causa absoluta en j?venes de entre 15 y 29 a?os. Estamos en n?meros nunca registrados antes. El a?o pasado se quitaron la vida en Espa?a 4.227 personas, seg?n el Instituto Nacional de Estad?stica (INE). 11 personas al d?a. Una cada 2,5 horas.

Y ah? s?lo se recogen los datos de los suicidios consumados. Seg?n la OMS, "por cada persona que fallece por suicidio, al menos otras 20 lo han intentado. Si hacemos las cuentas, eso significa que en Espa?a hay 80 mil personas que lo intentan cada a?o", explica la directora del proyecto.

Sobrevivientes y supervivientes

A las personas que sobreviven a un intento de suicidio se les llama sobrevivientes. Como la cantante Zahara, que es uno de los testimonios del documental y aborda sus ideaciones suicidas desde los 12 a?os, tras haber sido v?ctima de bullying y abusos sexuales. O como Bea, una mallorquina de 19 a?os que protagoniza el primer cap?tulo. Una brillante estudiante que acab? teniendo tentativas de suicidio tras obsesionarse con los resultados académicos y con su peso. Porque nadie est? a salvo de este tipo de pensamientos. El suicidio no entiende de edades ni de clases sociales.

A las personas que han perdido a alguien a causa de un suicidio, en cambio, se les llama supervivientes. Y algunos de ellos no hablan de lo sucedido. En gran medida por el estigma, que es algo a lo que el documental también le dedica un cap?tulo. Un escenario que est? cambiando definitivamente, pero que no siempre fue as?: en uno de los cap?tulos, el hijo de una persona que se suicid? durante el franquismo muestra c?mo a su padre, al igual que al resto de personas que se quitaban la vida, no les enterraban con el resto de vecinos y con l?pidas normales. Les privaban de toda dignidad a ellos y a sus familiares.

Una mala gesti?n del trauma puede derivar en m?s suicidios en el futuro. Es lo que sucede en determinadas ?reas de Espa?a, en las que las tasas de suicidio son m?s altas que en el resto del pa?s. Zonas rurales de la Andaluc?a Oriental (un ?rea espec?fica que comprende las provincias de Jaén, C?rdoba y Granada), de Asturias o de Galicia copan siempre las estad?sticas. Y ello se debe, en gran medida, al denominado 'suicidio vicario', que no es m?s que seguir el ejemplo de alg?n familiar o persona cercana que se ha quitado la vida previamente en tu entorno.

Todos estos términos se abordan en el documental, que cuenta también las historias de proyectos como el de Sergio, un bombero de Madrid que un d?a repar? en que estaba atendiendo m?s casos de suicidios y tentativas que accidentes o incendios. Arranc? as? una iniciativa pionera en Espa?a con la que ayudan a personas con ideaciones suicidas y ya ha trascendido del cuerpo de bomberos y la conforman profesionales de la salud que trabajan en el proyecto de forma altruista.

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La cantante Zahara es uno de los testimonios del documental
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El club de los 40

?C?mo est? nuestro pa?s actualmente en materia de atenci?n al suicidio?: "Lo que hemos visto al hacer este proyecto es que la prevenci?n, como la intervenci?n como la posvenci?n son tres caminos que deber?an ser transversales en las diferentes ?reas. En emergencias, en salud, en educaci?n... y eso no est? sucediendo. Hay gente que est? pidiendo auxilio y la administraci?n est? desbordada. Especialmente los j?venes. Hablamos con profesores que nos cuentan que no saben que hacer, que est?n viendo intentos de suicidio y autolesiones. Pero faltan recursos y formaci?n. Los profesores s?lo son profesores y ojal? tuvieran las herramientas que no tienen para saber c?mo ayudarles", apunta Cejudo.

En comparaci?n con otros pa?ses industrializados, vamos con retraso: "Espa?a no est? en el club en el que deber?a estar, que es el de los 40 pa?ses que s? tienen un plan nacional para luchar contra el suicidio. Est?n Estados Unidos, Dinamarca, Austria, Escocia, Finlandia, Alemania o Noruega, por ponerte algunos ejemplos, pero no Espa?a".

"Hay un mont?n de asociaciones que est?n pidiéndole al gobierno de Espa?a que se sienten y tracen ese plan. Porque aqu? hay protocolos totalmente distintos en las Comunidades Aut?nomas, que son las que tienen las competencias transferidas. Hay comunidades que se est?n poniendo las pilas, qué a menudo eso de ponerse las ilas es simplemente sentarse a hablar a ver qué se puede hacer; se est?n poniendo en com?n qué se est? encontrando la polic?a, los bomberos, los colegios o los sanitarios", apunta la directora, que a?ade que esa falta de protocolos deriva en que algunos profesionales no saben c?mo abordar este problema y "se dan casos de sobrevivientes que tienen que repetir una y otra vez qué le ha sucedido o que se llevan broncas".

El dolor invisible

Suicidio, el dolor invisible, es el primer proyecto audivosual de la directora, que subraya la labor del realizador, ?lvaro Giménez, y que recuerda que "el nombre del proyecto lo decidimos tras ver un hilo de Twitter, en el que una chica que hab?a sobrevivido a una tentativa de suicidio y estaba en el hospital con numerosas lesiones, no entend?a por qué todo el mundo se interesaba por sus huesos rotos y dem?s da?os f?sicos, pero nadie se preocupaba por el dolor que ella sent?a por dentro. Ah? vimos el t?tulo que pod?a ayudar a ponerle palabras. Un dolor que mucha gente siente y necesitan ser escuchados.

En cuanto a las dificultades que ha encontrado el equipo de grabaci?n, subraya "que a veces se nos han ca?do historias; estar a punto de desplazarnos a un lugar para contar el testimonio, y en el ?ltimo momento nos han dicho que no se encontraban todav?a preparados para hablar de lo que les hab?a sucedido".

La directora, no obstante, se queda con que "hay herramientas, Hay luz. Cuando le das herramientas a personas que lo est?n pasando mal, ayudas a la gente que est? trabajando directamente el suicidio y a toda la sociedad. Sirve para darnos cuenta de que es un problema que nos puede afectar a todos. Porque todos tenemos a alguien cerca que ha tenido alguna experiencia relacionada con el suicidio. Lo necesario es escuchar. A veces basta con eso, con escuchar. No hay que dar consejos o quitar importancia. Cuando una persona se encuentra en un secuestro emocional, es imposible elaborar pensamientos a futuro. No es nuestra responsabilidad hacer de psic?logos, pero todos tenemos la capacidad de escuchar y de hacer que esa persona que lo esté pasando mal se sienta escuchada y atendida".



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