Salvador Illa, candidato del PSC a los elecciones catalanas del pr?ximo 12 de mayo y exministro de Sanidad, protagoniz? este lunes su comparecencia n?mero 23 en el Congreso de los Diputados para dar cuenta de la gesti?n de la pandemia del coronavirus. Las 22 primeras fueron como miembro del Gobierno central, en plena emergencia sanitaria. Esta ?ltima fue completamente distinta. Motivada por el estallido del ‘caso Koldo’, el paso de Illa por la comisi?n de investigaci?n, que escruta en la C?mara baja los millonarios contratos para la arrebatada compraventa de mascarillas durante la primera ola, se produjo a poco m?s de una semana del inicio de la campa?a en Catalunya. Fue en gran parte un acto electoral.

Sobre todo, por parte de los representantes de los tres partidos con posibilidades de acabar presidiendo la Generalitat: ERC, a través de Gabriel Rufi?n; Junts, con Miriam Nogueras, y el PSC, con el propio Illa teniendo que defenderse de los ataques. Resulta raro que republicanos y posconvergentes se enfrenten a un dirigente socialista en el Congreso con m?s dureza que el PP, pero eso es lo que ocurri? este lunes.

“Le recuerdo que est? en su condici?n de exministro y no de candidato a la Generalitat”, le dijo Rufi?n a Illa en un momento de su intervenci?n. “?Qué me est? contando, que usted no sab?a nada, que son errores, que todo era muy complicado? Era muy complicado hacerlo todo bien, pero también era muy complicado hacerlo todo tan mal”, insisti? el portavoz parlamentario de ERC.

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Como Rufi?n, Nogueras intent? cercar al primer secretario del PSC por el llamado “mando ?nico” durante el estado de alarma, que permiti? al Gobierno asumir determinadas competencias de las comunidades, para plasmar la presunta contradicci?n que supone que ahora Illa se presente como candidato a presidir una de esas autonom?as. “Usted no confi? en las instituciones catalanas para la gesti?n de una pandemia mundial. No confi? en las instituciones que aspira a dirigir”, se?al? la portavoz de Junts. A su juicio, y bas?ndose en varios “informes internacionales” que no lleg? a citar, “Espa?a fue uno de los pa?ses que peor gestionaron la pandemia durante los primeros meses”, porque hubo “falta de previsi?n, falta de rigor y frivolidad en la gesti?n del dinero p?blico”.

"Ni un euro del ministerio"

Pero Illa, un pol?tico muy rocoso que no suele dejar espacio a la improvisaci?n ni se deja llevar por el fragor del debate parlamentario, no sali? del discurso que lleva transmitiendo desde que estall? el ‘caso Koldo’. El esc?ndalo debe su nombre a Koldo Garc?a, hombre para todo del exministro de Transportes José Luis ?balos (ch?fer, guardaespaldas, asesor, consejero en Renfe y Puestos del Estado), quien supuestamente cobr? comisiones en la compra de mascarillas quir?rgicas en lo peor de la pandemia. Pocas horas antes, Garc?a hab?a comparecido en una comisi?n de investigaci?n similar a esta, pero en el Senado y controlada de principio a fin por el PP y su mayor?a absoluta.

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Al estar imputado, Garc?a respondi? en muy pocas ocasiones a los representantes de los grupos. Pero Illa, que va primero en las encuestas pero no tiene f?cil ser investido president, s? lo hizo. Admiti?, por ejemplo, una reuni?n en la sede de su departamento con quien fue mano derecha de ?balos, el exministro hoy ca?do en desgracia y expulsado del PSOE. “Vi en una ocasi?n en el ministerio al se?or Garc?a. Le dije cu?l era el procedimiento, le remit? a los técnicos y el resultado fue que no se compr? nada”, se?al? el candidato del PSC.

Esa fue la piedra con la que Illa construy? toda su comparecencia. “No sali? ni un euro del ministerio a la empresa de Koldo”, insisti? en varias ocasiones, ante distintos portavoces, tras presentar un documento de 32 p?ginas que defiende la adjudicaci?n a la carrera, cuando los hospitales comenzaban a colapsarse, de 28 contratos por 750 millones de euros en 20 d?as. La “pauta de comportamiento” por parte de toda la sociedad en aquellos dram?ticos d?as, desde los ciudadanos an?nimos a los representantes p?blicos, supuso un ejemplo de “lo mejor de la condici?n humana”, sostuvo. Pero también hubo “quien se aprovech? de su posici?n para ganar dinero” y debe por ello ser investigado “hasta el final, sea quién sea y venga de d?nde venga”.

El segundo plato

“Usted tiene a la Justicia pis?ndole los talones”, le dijo el popular El?as Bendodo. “No estoy inculpado en ning?n sumario”, contest? Illa, recordando que hasta el momento ha habido “72 actuaciones de investigaci?n y auditor?a” al Ministerio de Sanidad cuando él lo dirig?a y ninguna ha introducido “ning?n reproche”.

Pero este fue solo el primer plato. El pr?ximo miércoles, solo unas horas antes de que comience formalmente la campa?a catalana, el candidato del PSC volver? a rendir cuentas, esta vez en el Senado. El Gobierno asegura que esa es una comisi?n “fake”, porque el PP ha rechazado las comparecencias de dirigentes de este partido pese a su responsabilidad en la compraventa de mascarillas. Puede que lo sea. Tampoco hay depositadas grandes expectativas en la investigaci?n del Congreso. Pero el debate electoral en Catalunya pasa por ellas.



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