Estéril. As? fue el gol de Ousmane Dembélé que desat? la euforia de todo el barcelonismo y dio alas al equipo, haciéndole creer que la victoria frente al Inter de Mil?n era posible. Parti? desde la banda izquierda en el inicio del encuentro y desde ah? abri? la lata. Su diana lleg? tras un bal?n salvado cerca del bander?n de c?rner por Raphinha, cedido a Sergi Roberto para que recibiese llegando de segunda l?nea y centrado para que el francés lo enviase al fondo de las mallas de Onana.

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La historia se vislumbraba totalmente diferente. Una celebraci?n que insufl? de optimismo a la plantilla. Todo parec?a indicar que Dembélé hab?a logrado aparecer, por fin, en un partido clave, siendo decisivo de cara a puerta: algo que siempre se le hab?a reclamado desde que fich? por el Barça en el verano de 2017. Volvi? a ver puerta en Europa tras casi dos a?os sin ‘mojar’ (su ?ltimo gol databa del 2 de diciembre de 2020 contra el Ferencv?ros por 0-3, también, en la fase de grupos) y https://www.sport.es/es/noticias/bar...diata-77176229.

Desde el carril zurdo busc? mucha la diagonal para crear peligro, pero el muro de contenci?n italiano frenaba las internadas del galo. La revoluci?n francesa no fue suficiente contra el ‘catenaccio’ de anta?o, casi un siglo después. En el segundo tiempo, con la salida de Raphinha del terreno de juego, sigui? acompa?ando a Lewandowski en el ataque, pero ya situado por el flanco diestro, con Ansu Fati en la posici?n que ocupaba el ‘7’ del Barça durante los primeros minutos del encuentro de anoche.

Los nervios se apoderaron del equipo en los minutos finales, viendo que la victoria se les escapaba por momentos. Evidentemente, Dembélé no es de piedra y también se le vio m?s titubeante y err?tico en los momentos m?s decisivos. Pec? de individualidades en la frontal del ?rea. De hecho, a diez minutos del final cometi? una entrada a destiempo a Matteo Darmian que bien le pudo costar la expulsi?n, pero el colegiado zanj? la jugada con una tarjeta amarilla, a pesar de los gritos de socorro del defensa italiano desde el suelo.

Desde la llegada de Xavi al banquillo del Camp Nou se ha visto a un Dembélé m?s maduro, centrado y comprometido. Algo palpable en la celebraci?n del 1-0, pero también la larga cara del futbolista con los goles del Inter y, sobre todo, con el pitido final.



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