El Alavés empez? con buen pie la que ser? una nueva andadura lejos de la elite del f?tbol espa?ol al imponerse a domicilio al Leganés (1-2) en un choque donde ambos demostraron tener a?n mucho que mejorar.

Como suele suceder en casi todos los encuentros que ejercen de casilla de salida en una nueva campa?a, el calor del periodo estival y la necesidad de pulir automatismos se convirtieron en condicionantes dif?ciles de salvar. En la primera parte se vio lo que se esperaba, espesor en ambos conjuntos y poca continuidad. Pese a ello hubo aproximaciones. La primera la tuvo el cuadro local, que trajo los deberes hechos y se present? a la vuelta de vacaciones con una acci?n ensayada tras falta que remat? solo y desviado Nyom.

Protagonista, involuntario, ser?a también el zaguero poco después en su propio ?rea al desviar un centro desde la izquierda de Javi L?pez y dejar el esférico muerto para que lo rematara en boca de gol Miguel. El ariete ajusticiaba as? a su exequipo y comenzaba con la punter?a afinada un curso que espera sea el de su confirmaci?n.

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A partir de ah?, hasta el descanso, poco m?s. Arn?iz desdibuj? a la defensa en una acci?n individual antes de poner la pelota en los pies de Pardo, que dispar? desviado. Y Arroyo se encontr? con el larguero en una entrega lateral que ten?a otras intenciones.Lleg? el descanso y tras él asomaron los leganenses mucho m?s voluntariosos. Era lo ?nico que necesitaba la afici?n para dar un paso adelante y Butarque comenz? a ser aquello a lo que debe parecerse para que muchos puntos se queden en casa durante la temporada.

De esa buena sinton?a naci? un dominio del juego al que acompa?aron los acercamientos, recurrentes pero poco peligrosos hasta que Naim se desplazo desde el costado diestro hacia el medio y ejecut? un disparo desviado por Salva Sevilla para poner el empate. Se presentaba de esta manera un horizonte esperanzador para el anfitri?n. La ilusi?n dur? poco ya que una pérdida en el centro del campo de Cissé fue el origen de una buena contra que hilvanaron entre Guridi, Rebbach y Sylla en el papel de finalizador.

Ya por delante, supo defender el bando vasco su renta sin demasiados apuros hasta que en la ?ltima jugada del partido Omeruo vio porter?a tras una jugada a bal?n parado. Para su desgracia y para alivio de los vitorianos, el tanto fue anulado por fuera de juego.



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