Hace pocos d?as, un articulista del diario brit?nico ‘The Guardian’, Jonathan Wilson, compart?a en su columna una curiosa reflexi?n: ?ha renunciado el Barça a sus principios por acudir de manera tan radical al mercado?

O dicho de otro modo, fichar a Robert Lewandowski, ?va contra el ADN Barça? El argumento es que fichar al polaco –pero también a Raphinha o a Koundé- hipoteca el futuro del club y cierra el paso a los j?venes de la cantera, la base del mejor Barça de la historia (2008-2011), a la espera de que lleguen tiempos mejores en lo econ?mico y quién sabe si una Superliga acompa?ada de una lluvia de millones de euros.

El debate es interesante, pero demasiado reduccionista si planteamos la cuesti?n as?: comprar en el mercado es malo porque conviene tirar de f?tbol base. La teor?a es irrefutable pero en la pr?ctica, el mundo real es mucho m?s complicado.

El Barça necesitaba una inyecci?n de vitaminas y Lewandowski responde perfectamente a esa necesidad. Es un fichaje interesante en lo deportivo, en lo comercial y en lo econ?mico; una inversi?n, m?s que un gasto.

Si nada se tuerce, fichar a Lewandowski no solo no atentar? contra el ADN azulgrana, sino que a?adir? m?s matices a un equipo que en las ?ltimas temporadas ha pecado de purista, de aferrarse demasiado a una filosof?a encomiable, pero no ?nica en el mundo. En los ?ltimos a?os, han triunfado los equipos que han logrado adaptarse al medio, en una especie de darwinismo futbol?stico en el que el Barça no siempre ha estado h?bil.

El f?tbol actual exige obviamente calidad técnica y gol y una defensa s?lida, pero también mucho despliegue f?sico y mucha potencia, cuestiones que hace a?os parec?an menores. (Prueben a ver un partido de los a?os 80, el ritmo no tiene nada que ver).

Fichar a Lewandowski es compatible con mantener y potenciar el estilo Barça: no olvidemos que en los grandes equipos de la historia de este club la cantera ten?a un gran peso y los fichajes marcaban la diferencia.

El caso del Barça de Guardiola es excepcional (ser? complicado volver a ver la foto de tres jugadores criados en un mismo club optando al Bal?n de Oro, como Xavi, Iniesta y Messi en 2010); incluso los m?s nost?lgicos o los m?s guardiolistas saben que ya no tiene sentido compararse con aquella época. Fue una generaci?n irrepetible, pero el Barça debe ocuparse menos de la nostalgia y m?s del futuro a corto plazo.



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