A lo largo de sus primeras cinco temporadas como futbolista del FC Barcelona apenas hab?amos escuchado a Ousmane Dembélé. De hecho, medio bromeando medio hablando en serio, nos pregunt?bamos c?mo deb?a ser su voz. Envuelto en polémicas y en situaciones extradeportivas desde pr?cticamente el primer d?a, el club decidi? no exponerlo p?blicamente. No hemos visto jam?s en los ?ltimos a?os al de Vernon frente a un micr?fono. Mucho menos, obviamente, en un pasado curso en el que estaba pendiente de renovar el contrato y la historia se fue tornando cada vez m?s rocambolesca.
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Ousmane decidi? canalizar todas sus emociones sobre el verde. Aunque suene extra?o, porque él siempre ha transmitido m?s bien poco. Despreocupaci?n, sobre todo. Pero el lenguaje gestual, por lo menos, s? ha variado desde el aterrizaje de Xavi. Lo hemos visto correr y defender m?s estos ?ltimos meses con el de Terrassa en el banquillo que en sus cuatro a?os anteriores. Lo que no lograron ni Valverde, ni Setién, ni Koeman, s? lo ha hecho el egarense.
Porque si esto sale bien. Si Dembélé, como parece, mantiene esta progresi?n y este esp?ritu competitivo, una parte elevad?sima de la culpa la tendr? el se?or Xavi Hern?ndez. ?l insisti? hasta la saciedad al club para que tuviera paciencia. Para que no tirara la toalla. Para que no diera 100% por perdida la causa. También Alemany y compa??a han puesto bastante de su parte, obvio, en esta negociaci?n un tanto surrealista que se ha mantenido en este ?ltimo medio a?o. Lleg? a estar apartado unos d?as y parec?a que la presi?n har?a mella en Xavi, pero se mantuvo firme. Se la jug?.
UN DISCURSO SORPRENDENTE
Todo es es ahora mismo agua pasada. Tanto han cambiado las cosas que hemos o?do m?s la voz del futbolista en los ?ltimos 10 d?as que en los cuatro a?os y medio anteriores. Tanto en su presentaci?n como en el postpartido frente a la Juventus, el jugador se puso ante el micr?fono. Con un halo de timidez, pero también con un discurso bastante claro. Quiere darlo todo, conseguir cosas importantes. En un espa?ol m?s que correcto (a pesar de esos cinco a?os pocos daban m?s de un duro por que se hubiera molestado en aprenderlo bien).
Y, lo que es m?s importante. Siendo Dembélé sobre el terreno de juego. Descarado, imprevisible, genial. Con ese punto de anarqu?a que le chifla al aficionado culé. Dos goles de bella factura ante la 'Vecchia Signora' y, sobre todo, la sensaci?n de que est? enchufado, de que se cree poderoso (lejos del Ousmane que parec?a que pod?a caer lesionado en cada acci?n) y de que ser? un enorme activo para Xavi.
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