Hay algo genuinamente emocionante en ver jugar a Ferm?n L?pez. ?Qué interruptor nos activa y por qué no nos pasa igual con otros jugadores? Es probable que nos guste comprobar que no siempre triunfan los mismos. Que la vida puede reservarnos la mejor parte del pastel incluso cuando no est?bamos invitados a la fiesta.

La de Ferm?n es una gran historia porque tiene peque?as dosis de épica y giros insospechados. Cuando un jugador del filial sale cedido al Linares, nadie espera que vuelva para ser la revelaci?n del primer equipo. Pero su historia siempre ha sido la misma: una lucha contra los pron?sticos y las etiquetas. De peque?o, 'Ferm?n el peque??n', nunca fue se?alado en rojo como un proyecto de primer equipo. Su cuerpo -los otros ni?os eran m?s fuertes, m?s altos, m?s todo- conspiraba contra sus expectativas.

Lo pas? mal. No era titular, era demasiado peque?o y Jordi Roura, el entonces director del f?tbol formativo, tuvo que apretar a los técnicos de la casa para que tuviera oportunidades.*Que Ferm?n se acostumbrara a las dificultades desde ni?o le hace tener ventaja ahora con otros canteranos que siempre han tenido el viento de cara.

Ferm?n transmite cosas parecidas al Pedro primerizo. A aquel Pedro-Pedrito-Pedro de los inicios que se aferraba a la oportunidad de su vida. Son futbolistas diferentes, pero comparten su mirada del juego y la misma determinaci?n. Dominan las dos piernas, tiene un golpeo venenoso y resultan cre?bles incluso cuando se besan el escudo. Hay una especie de autenticidad en sus gestos, no hay nada impostado, no juegan para hacerse virales.

A Ferm?n le acompa?a la gente, incluso la que no es del Barça, porque le reconocen un éxito leg?timo y lo ven como un ejemplo de vida: a veces uno tiene que seguir su camino sobre todo cuando el mundo te pierde la fe.



أكثر...