Si alguien esperaba en el Congreso a un Gabriel Rufi?n de perfil bajo para que todo el protagonismo del d?a en ERC fuera para la intervenci?n del 'president' Aragonès en el Parlament, se equivocaba. El l?der de los republicanos en el Congreso ha tratado de embestir al candidato a la investidura, Alberto N??ez Feij?o, desde el minuto uno. El primer dardo, para aventurar que al l?der popular lo acabar? devorando el sector duro de su propio partido como ya le pas? a su antecesor. "Se le est? poniendo cara de Pablo Casado. O peor a?n, cara de Albert Rivera. Cara de alguien que a?n no sabe que le est? pasando", le ha espetado.

Y esto solo ha sido solo el principio. En un discurso en el que ha uitilizado los nombres de Luis Rubiales, Marcial Dorado y Felipe VI como arietes contra el PP, le ha recordado a Feij?o que no puede gobernar pese a haber ganado las elecciones. "Esto ni es Pasapalabra, ni es la Champions, ni es Roland Garros. Gana quien puede sumar para gobernar y usted simplemente no puede", ha zanjado.

Pero m?s all? del chascarrillo, Rufi?n ha dedicado una parte sustancial su discurso a defender la amnist?a del 'procés'. Sobretodo para intentar hacer pedagog?a aprovechando todos los focos que concentra un debate de investidura. El argumento del l?der republicano es que la amnist?a no solo beneficiar? al independentismo que ha sido condenado o encausado, sino que también jugar? a favor del Estado. "El primer beneficiado de la amnist?a ser? este Estado y esta democracia. La democracia espa?ola no est? en destrucci?n, est? en construcci?n", ha expuesto.

?C?mo ha argumentado este supuesto beneficio? Rufi?n ha defendido que en Espa?a hay un conflicto pol?tico con Catalu?a y un bloqueo institucional en el Congreso y que, para solucionar las dos cosas de un plumazo, todo los caminos llevan a la amnist?a. El conflicto queda solucionado en parte -ha reclamado que a?n falta el referéndum-, y el bloqueo se deshace con los votos de la investidura a Pedro S?nchez. As?, la conclusi?n ofrecida es que "la amnist?a, guste m?s o guste menos, es la soluci?n". Para mirar de convencer a los m?s reacios ha acabado concluyendo que esta amnist?a no ser?a un hecho aislado y ha citado dos casos pr?ximos en el tiempo y lo geografico: Portugal e Irlanda del Norte.



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