La eliminaci?n del Madrid fue celebrada por muchos culés, much?simos, como un t?tulo. Y esa reacci?n no es s?ntoma de ning?n complejo de inferioridad. Es, simplemente, un sentimiento profundo que hay entender y respetar. Porque Madrid y Barça son vasos comunicantes. Lo que es bueno para uno es malo para otro. Y viceversa. Aunque tengan intereses comunes (la Superliga, por ejemplo), son enemigos deportivos irreconciliables. Y la humillaci?n que el equipo blanco sufri? en ‘su’ Champions ante el Manchester City de Guardiola fue motivo de inmensa alegr?a para la mayor?a de los socios y aficionados del Barça. Y m?s a?n por el hecho de que fuera Pep quien infligiera semejante castigo al Madrid. Este rotundo KO blanco ha ejercido un efecto liberador y ha conseguido, al mismo tiempo, que la Liga conquistada esta temporada de forma tan brillante aumente considerablemente su valor.*

El mismo madridismo que vivi? con euforia el dram?tico 2-8 del Barça ante el Bayern en 2021, sinti? el miércoles en sus propias carnes la vergüenza que los culés padecieron entonces. Florentino Pérez ya sabe ahora lo que es un fin de ciclo. Su proyecto, como el de aquel Barça campe?n de todo, se ha agotado. Necesita una transformaci?n que pasa, por supuesto, por una revoluci?n en la plantilla. Hay tantos paralelismos entre el Barça del 2020 y el Madrid del 2023 que incluso pueden acabar su trayectoria ganando el mismo t?tulo. La Copa con la que se despidi? Messi un a?o después de aquella cat?strofe europea podr?a ser también el punto y final de jugadores como Modric, Kroos o Benzema. La regeneraci?n resulta inevitable. Y no abordarla ahora ser?a repetir el error que cometi? entonces Bartomeu. Un error que le acabar?a costando la presidencia…

PRESCINDIR DE SUS ESTRELLAS

A Florentino Pérez jam?s le ha temblado el pulso a la hora de prescindir de aquellas estrellas que han iniciado su declive. El caso m?s cercano, paradigm?tico y medi?tico es el de Cristiano Ronaldo, con el que incluso supo hacer negocio: lo vendi? por 100 millones de euros. El presidente blanco debe buscar ahora sustitutos para todos estos veteranos jugadores que llegan al final de su carrera y, adem?s, encontrar un nuevo crack medi?tico... que bien podr?a ser Mbappé.*



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