Si el f?tbol es la cosa m?s importante de las cosas menos importantes, la Supercopa de Espa?a es el torneo menos importante de los torneos m?s importantes. Y sin embargo, la obligaci?n del Barça, por presupuesto, inversi?n y plantilla, consist?a en ganar la Supercopa.

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Primero, por prestigio. Segundo, por imagen. Tercero, para reforzar su proyecto. Y cuarto, porque enfrente estaba el Madrid. Dicen las leyes no escritas del f?tbol que las finales no se juegan, se ganan. Y el Barça no solo gan?, sino que también gust?. Y eso es ganar dos veces. En el marcador y en el juego.*

Xavi Hern?ndez, al que algunos saltimbanquis siguen comparando con Koeman, ya tiene su primer t?tulo oficial. Lo ha ganado como siempre dice que quiere ganar: con estilo, con la b?squeda del tercer hombre, con extremos abiertos y con el toque.

Ese del que se reniega cuando se pierde y el que se abraza cuando, adem?s de jugar bien, se gana. Xavi sonr?e. Para él no es ganar, sino c?mo se gana. Y el Barça gan? con merecimiento, con dominio y con f?tbol de alto nivel. Para algunos, nada. Para otros, todo. En el desierto, la tormenta perfecta fue azulgrana.*

De Jong dio un recital, Busquets rejuveneci? cinco a?os, Araujo fue infranqueable, Pedri complet? una exhibici?n y Dembélé jug? con sexta velocidad. Para todo lo dem?s, como Mastercard, estuvo Gavi. El ni?o tiene 18 a?os, pero es todo aquello que un aficionado le exige a un profesional de alto nivel. Pelea, calidad, sacrificio, inteligencia y llegada.

Juega como si no tuviera l?mites y en el campo, no los conoce. El todoterreno de Los Palacios estuvo en todos sitios: presion?, rob?, rasc?, asisti? y marc?. Se ofreci? siempre, no se escondi? nunca y demostr? que tiene la virtud que adorna a los m?s grandes: una ambici?n desmedida. Es un peque?o volc?n que siempre quiere m?s.*

La caverna, que insisti? en que Gavi era un caprichito de Luis Enrique, le falta cueva para esconderse. El Madrid, al trote en el primer acto y descosido en el segundo, fue un mu?eco de trapo en manos del Barça. Acostumbrado a ser muy fiable, el Madrid revent?. Cometi? errores de bulto, estuvo siempre a remolque y cay? con estrépito. Si el equipo de Ancelotti parec?a un Rolex hace meses, en Arabia fue un Casio. Uno sin calculadora y roto.*

El equipo azulgrana gan? con merecimiento. No le ganaba una final a partido ?nico al Madrid desde 1990 y precisamente por eso, el Barça sabore? el t?tulo. Para todo lo dem?s, Don Pablo Mart?n P?ez Gavira, ‘Gavi’. Nadie sabe si es mejor con bal?n o sin bal?n. El ni?o es un peque?o Napole?n. Un volc?n en miniatura en permanente erupci?n. Un animal competitivo. Un monstruo de 18 a?os al que hay que tratar de usted. Este s? es un Rolex.*



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