Era una joven promesa del f?tbol femenino. Su trayectoria en los equipos infantiles y cadetes en distintos clubs catalanes, como el Molins de Rei o el Fontsanta, de Cornellà de Llobregat, le llev? a acariciar su participaci?n en la selecci?n de su pa?s de origen, Marruecos, desde donde viaj? a Espa?a en el 2008, instal?ndose en Sant Joan Desp?. Su ascendencia como goleadora se trunc? de golpe cuando dio un paso adelante y denuncio las presuntas violaciones continuas a la que le somet?a su entrenador, Francisco R. T. Abandon? el f?tbol y se alej? de los estadios. Los mensajes de m?vil y los informes de los psic?logos pusieron entre las cuerdas al procesado. "Te considero un violador", le escribi? ella. El acusado le contest?: "Entiendo que me odies". Seg?n el acusado, estos whatsapps son una venganza por haber explicado él a la familia, tras un intento de suicidio, de que joven ten?a un novio.

Los peritos psic?logo sostuvieron que la sintomatolog?a de la v?ctima, que era menor, era "compatible" con los hechos, la "experiencia vivida" y "exposici?n prolongada en el tiempo de agresi?n sexual". El procesado, para el que el fiscalreclama 17 a?os de c?rcel (violaci?n y apropiaci?n de dinero de una cuenta), neg? que hubiera tenido relaciones sexuales con la muchacha. Al entender de estos especialistas, la forma de actuar del acusado sigue un patr?n habitual: una persona mayor de edad, de confianza (los padres de ella no hablaban castellano y él se erigi? en su tutor) y la utilizaci?n de amenazas y coacciones para perpetuar sus presuntos ataques sexuales, que se produjeron de forma continua entre el 2013 y el 2014. La muchacha intent? luego, en el 2015, suicidarse en dos ocasiones.

Sentimientos contradictorios hacia su presunto agresor, como la creencia de que le estaba traicionando, as? como la adaptaci?n a la situaci?n que padec?a por mera "supervivencia", provoc? que la v?ctima no denunciara al que era su entrenador de f?tbol hasta meses después de los sucesos, en el 2016. Otro dato, seg?n los psic?logos, la muchacha "no ten?a el acompa?amiento de su familia", que no hablaba espa?ol, y se "quedaba al margen". El acusado, incidieron los peritos, era inicialmente "el referente y una persona de confianza", raz?n por la que "cost? dar el paso de denunciar".

"Solo le acompa?aba a los entrenamientos"

El procesado, Francisco R., rechaz? totalmente que hubiera mantenido relaciones sexuales con la v?ctima y que se hubiera quedado solo en alg?n momento con ella, a pesar de que el fiscal argumenta en su escrito de acusaci?n que las presunta violaciones se cometieron en la casa de él, la de ella y en el coche. "Yo no era el tutor legal y solo le acompa?aba en los entrenamientos", aleg?. Explic? que a la joven marroqu? en su casa "no la quer?an" y que le contaba que "le pegaban, que lo dejaba ser espa?ol, ni ser feliz. Llevarla a casa era un suplicio; no quer?a ir. Siempre he intentado ayudarla".

Sobre unas conversaciones de m?vil intervenidas de supuesta ?ndole sexual, el acusado las justific? afirmando que intentaba siempre calmar a la joven y que al d?a siguiente hablaba en persona con ella. Explic? que "todo estall?" cuando un d?a que ella acuedir al hospital por un intento de suicidio, explic? a la familia marroqu? de la joven que esta ten?a un novio. "Yo no pod?a mentir m?s", record?. A partir de ah?, la relaci?n se cort?. Seg?n Francisco R., la v?ctima, que se pele? con su hermana en ese momento, le dijo: "Me acabas de joder la vida y yo te la voy a joder a ti". "Me enviaba 10 o 12 mensajes al d?a", precis? el imputado.

El fiscal insisti? en su informe final que el relato de la muchacha es "coherente" y ofrece una "riqueza de detalles y precisiones que lo hacen totalmente cre?ble, siendo la prueba "nuclear" de la investigaci?n. "Es una barbaridad inventarse una denuncia as?", subray?- Al parecer de la acusaci?n p?blica, el procesado atac? a la joven en una "situaci?n de dominio y de confianza".



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