Hoy es el d?a m?s importante en la vida deportiva de Messi. Hora y media de tensi?n, responsabilidad y nervios le esperan. Est? a un palmo de la gloria y a un paso del desencanto. Si levanta la Copa del Mundo se convertir? en un héroe, si Argentina sale derrotada le veremos llorar de dolor y rabia. Es su ?ltimo Mundial y el f?tbol est? en deuda con él. Le ha dado tanto al deporte rey que merece vivir un broche de oro.

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El f?tbol es un juego re?ido con la justicia, donde no siempre gana el mejor ni el que m?s lo merece. Leo sabe lo mucho que se juega y lo dif?cil que ser? ganar a Francia. Es un partido donde el coraz?n domina a la cabeza, las ansias de victoria son a la vez un acicate y un freno. Orgullo, ambici?n y ganas no le van a faltar para sumar el ?nico t?tulo que le falta a su brillante carrera. Apostamos por la victoria de la Argentina de Messi para que pueda convertirse en el m?s grande de la historia.

A estas horas la mente del crack argentino no para de darle vueltas al partido. Que nadie espere un juego espectacular. El miedo a perder es traicionero, nadie se lanzar? al ataque a pecho descubierto. Argentina es un ejército de sargentos dispuestos a sacrificarse por su capit?n general.

Francia es una orquesta dirigida por Griezmann con Mbappé de trompetista. Ser? un choque de pocos goles, el que marque un tanto lo defender? como si fuera el bot?n de su vida. El palmarés encumbra al vencedor mientras que el subcampe?n queda como un perdedor. Es tanto lo que se juegan, el t?tulo m?s valioso del mundo, que el fondo eclipsa la forma. El marcador gana a las t?cticas.

El Mundial de Qatar, pase lo que pase hoy, ser? recordado como el Mundial de Messi y en el que Mbappé se ha ganado la condici?n de sucesor. El argentino lleva tiempo so?ando que hoy puede ser su gran d?a, el poder mental sobre sus compa?eros es m?gico. Una mirada es un mensaje, un gesto una orden, un grito una consigna. Cuando se pone la camiseta albiceleste su transformaci?n es tan manifiesta que se crece como si fuera el m?tico Maradona. Cree que ha llegado su momento para ser campe?n del mundo. Nada que ver con el jugador callado y t?mido del Barça.

Dicen en Argentina que Messi en este Mundial Maradona. Se ha convencido que para ser un Dios del f?tbol, no solo hay que ser el n?mero uno en el campo sino que fuera hay que tener la personalidad y protagonismo que tuvo Maradona. No pretende imitarlo en su vida atropellada, pero si quiere imponer respeto y admiraci?n para ser reconocido como un icono. En Qatar Leo ha aprendido a ejercer de l?der con coraje y valent?a.

Es capaz de plantarse ante Van Gaal con gesto desafiante y de decir bobo a un rival a la cara. Se siente fuerte, querido y reconocido. En las ruedas de prensa ejerce de l?der y habla con pasi?n de crack en las televisiones. Los éxitos con la selecci?n le han ayudado a sacarse la careta de buen chico, los a?os y la experiencia ha potenciado su car?cter hasta el punto de que su matrimonio con los aficionados le hace feliz. Prueba de ello es que celebr? el pase a la final como si hubieran ganado el t?tulo, nunca se hab?a celebrado de esta manera una victoria en semifinales. Imag?nense lo que puede suceder esta tarde si Messi levanta el trofeo de oro. Apoteosis Mundial.



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