Un Bono en modo humilde, orgulloso de sus logros, pero dispuesto a encajar sus pasos en falso, algunos bastante aparatosos, se revela en 'Surrender' (Reservoir Books), voluminoso libro de memorias en el que vio la luz este martes en todo el mundo (miércoles en su edici?n en castellano). Recorremos cinco episodios clave de la autobiograf?a.

Perder la madre a los 14

En su etapa de crecimiento, la repentina muerte de su madre, Iris, a causa de un aneurisma, cuando él tiene 14 a?os, produce el l?gico efecto devastador. La ley del silencio se impone en casa en adelante:*“evitamos el dolor que sab?amos que aflorar?a al pensar y hablar de ella”.*Cuatro décadas después le dedicar?a el tema ‘Iris (hold me close)’. De su abrupta ausencia brot? una rabia que sintoniz? con la expresi?n del rock’n’roll. Bono explica que el vac?o de esa persona que cre?a en él acab? ocup?ndolo su novia, Ali, con quien comenz? a salir la misma semana que se uni? a U2, en 1976. Siguen juntos 46 a?os (y cuatro hijos) después.

Amenazado por el IRA

Bono expresa su deseo de que alg?n d?a las dos partes de Irlanda se unifiquen, pero es contundente en su juicio sobre*“los pistoleros” del IRA, “que no ten?an un apoyo mayoritario ni al norte ni al sur de la frontera”,*“ni siquiera entre la asediada minor?a cat?lica del ?lster”, y que “decid?an quién viv?a y quién mor?a”. Confiesa que se sinti? “frustrado” por el “secuestro” de la identidad irlandesa por parte del “movimiento republicano”. Revela que la Special Branch, el servicio de inteligencia brit?nico, le advirti? de que*tanto él como su esposa eran objetivos de secuestro.*Gerry Adams, el hist?rico presidente del Sinn Féin, ha declarado estos d?as que no le consta que lo fueran.

L?der, pero no director*

Bono se presenta como portavoz-agitador-estratega de U2, si bien la maestr?a musical la desv?a a sus c?mplices de grupo.*“Una auténtica banda de rock’n’roll no la dirige el cantante; la lidera tal vez, pero no la dirige”,*estima. Ese rol parece corresponder m?s a The Edge, a quien conoci? mientras trataba de sacar un intrincado solo de guitarra de Yes. Pero, en U2, incluso el bater?a puede ser el timonel: recordemos ‘Sunday bloody Sunday’, con sus redobles equivalentes a un ‘riff’ de guitarra. Bono desprende humildad cuando se presenta a s? mismo como una pieza m?s del artefacto. “Soy un cuarto de artista sin The Edge, Adam y Larry”, afirma, y yendo un poco m?s lejos, sentencia:*“triunfo solo cuando colaboro”.

'Mea culpa' por la jugada con Apple

Distribuir un nuevo disco de U2 (‘Songs of innocence’, 2014)*gratuitamente en todos los dispositivos de Apple: ?una idea genial o suicida?*Iba a ser como dejar una botella de leche en el umbral de cada casa del vecindario, aventura Bono. ?Qué pod?a salir mal? Pero r?pidamente descubri? que “a algunos les gustaba usar su propia leche” y que “otros ten?an intolerancia a la lactosa”. Rechazo a U2 y a sus planes de dominaci?n de los cerebros.*“Acepto toda la responsabilidad”, “mea culpa”,*encaja, dejando claro que ni sus compa?eros de grupo, ni su flamante m?nager, Guy Oseary (el de Madonna, que supli? al veterano Paul McGuinness), tuvieron que ver con la iniciativa.

Tensi?n en la Casa Blanca

En el ?ltimo bloque del libro, la m?sica se va desvaneciendo y atrae los focos el Bono activista, que se jacta de sus citas con l?deres globales y de haber arrancado compromisos en materias como la*condonaci?n de la deuda del Tercer Mundo.*?l sabe de la caricaturizaci?n de todo ello (a Bob Geldof le tiraban monedas por la calle tras el Live Aid, recuerda), pero se siente llamado por principios supremos: “no bastaba con enfurecerse; ten?amos que organizarnos y obtener respuestas a preguntas dif?ciles”, medita tras recordar c?mo sus visitas a Malawi y Sur?frica, pa?ses castigados por el sida, radicaliz? sus posiciones. Confiesa no haberse acostumbrado al activismo, pero en un*encuentro con Bush en la Casa Blanca lleg? a perder los nervios, asegura: "perdone que le interrumpa, pero no hago discursos solo porque me guste o?r c?mo suena mi voz".



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