En el aniversario del adi?s de Messi, el Barça present? a Lewandowski. Casualidad o no, la verdad es que el fichaje del delantero polaco ha provocado que los culés recuperaran la ilusi?n perdida con la dolorosa marcha del crack argentino. Ayer, como dijo Laporta, fue un d?a hist?rico. M?s de 57.000 aficionados se dieron cita en el Camp Nou para brindar un recibimiento de estrella a la incorporaci?n que m?s entusiasmo ha generado. El barcelonismo llevaba un a?o huérfano de referentes y Lewandowski ha sido encumbrado como nuevo héroe blaugrana. Incluso antes de que empiece la competici?n oficial. Y es que la pasi?n que vimos en el estadio es la misma que se palpa en la calle. Todo el mundo (bueno, casi todo el mundo, porque los desheredados del ‘bartorosellismo’ siguen cuestionando el proyecto) ve que se est? construyendo un equipo campe?n. Y que Xavi es el l?der perfecto para conducir a esta plantilla hacia los t?tulos. No es de extra?ar que el presidente se mostrara euf?rico, casi desatado, porque se est? haciendo un gran trabajo.*

No ha sido un a?o f?cil para Laporta y sus directivos. La transformaci?n del club ha costado mucho m?s de lo que esperaban. Y la activaci?n de las palancas (har? falta una cuarta para inscribir a todos los fichajes) ha sido la salvaci?n. No es la mejor soluci?n, pero es la ?nica viable para sanear la entidad. Laporta es un culé desacomplejado, sin matices. Nadie, absolutamente nadie, puede cuestionar su amor al Barça. Y tampoco nadie puede negar una evidencia: ha devuelto el orgullo a los socios y aficionados. Habr? quien cuestione sus métodos. Y critique sus decisiones. Pero Laporta ha obrado un milagro impensable el 5 de agosto de 2021, cuando el club comunic? que Messi no pod?a seguir por “obst?culos econ?micos y estructurales”. Un milagro que ha permitido traer al mejor goleador del mundo.

Lewandowski alucin? con el ambiente del Camp Nou. Si esto es una simple presentaci?n, ?c?mo ser? un partido?, pens?. L?gico. El polaco sabe que la trascendencia de todo lo que consiga en el Barça se multiplicar? por infinito. Si est? en el club blaugrana es porque se ha empe?ado en estarlo. A sus casi 34 a?os es un reto may?sculo que demuestra su ambici?n. Pod?a haberse quedado tranquilamente en el Bayern, viviendo de rentas, pero ha preferido la arriesgada apuesta de ayudar a crear un equipo campe?n casi de la nada. Solo por eso se merece nuestro elogio.



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