El Tribunal de Justicia de la Uni?n Europea (TJUE) emitir? su sentencia sobre el caso UEFA contra la Superliga europea de f?tbol ma?ana. A partir del derecho comunitario, parece claro que el Alto Tribunal reconocer? a los clubes la posibilidad de organizar sus propias competiciones porque no deber?a, acorde con el derecho comunitario, bendecir el monopolio de FIFA y UEFA. Aunque, como es l?gico, pueda reconocer su derecho a no aceptar en sus propias competiciones a los clubes d?scolos.

Es una sentencia importante. En el sentido que, potencialmente, cambiar? el paradigma del f?tbol europeo en la misma medida en la que lo transform? hace tres décadas la irrupci?n de las televisiones privadas y el pago por visi?n, y la sentencia por el ‘caso Bosman’. Esta vez, en lo que se refiere a su gobernanza. Su impacto va a depender, por una parte, de la fuerza y la decisi?n de los clubes impulsores de la Superliga de llevar a cabo su proyecto y, por otra parte, de la capacidad y la voluntad negociadora de las Ligas profesionales y de las propias UEFA y FIFA.

Para el FC Barcelona -lo mismo vale para el Real Madrid-, se trata de una oportunidad de supervivencia, en cuanto a su modelo de propiedad social, pero también en cuanto a su capacidad de mantener el estatus econ?mico y seguir compitiendo contra los clubes estado o propiedad de fondos de inversi?n. En suma, lo que la sentencia del TJUE va a posibilitar es la capacidad de poner freno a la creciente financiarizaci?n del futbol, convertidos sus agentes en productos con los que especular.



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