Beatriu F. C., la conocida como viuda negra de Godelleta, declarada culpable de estrangular a su marido, con una enfermedad degenerativa, en diciembre de 2019 y enterrar su cuerpo en una fosa de Godelleta, elude finalmente la prisi?n permanente revisablepese al contundente veredicto de culpabilidad del jurado popular, que declarara probados uno a uno todos los hechos del relato del fiscal, quien junto a la acusaci?n particular solicitaba la mayor pena que contempla el C?digo Penal espa?ol al tratarse de un asesinato de v?ctima especialmente vulnerable por su discapacidad.

La Audiencia Provincial de Valencia le impone 25 a?os de prisi?n y rechaza aplicarle la citada prisi?n permanente revisable, solicitada por las acusaciones, al esgrimir que ya se tiene en cuenta la especial vulnerabilidad de la v?ctima al apreciar la circunstancia de alevos?a en la conducta de la acusada y por lo tanto calificar el delito de asesinato y no homicidio.

Si bien el magistrado entiende que est? totalmente acreditada la situaci?n de vulnerabilidad e indefensi?n de Isaac Guillén Torrijos, esta circunstancia - iba en silla de ruedas y padec?a ataxia cerebelosa – no puede ser valorada por partida doble.

“La situaci?n de desvalimiento o vulnerabilidad de la v?ctima por raz?n de su enfermedad, visto los términos del veredicto, integra de modo inescindible la situaci?n de indefensi?n, que posibilita la estimaci?n de la alevos?a”, razona el juzgador, seg?n la sentencia facilitada por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.

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En ese sentido, una vez apreciada la alevos?a que eleva de homicidio a asesinato el crimen cometido, “no se puede volver a valorar esa vulnerabilidad en evitaci?n de una doble ponderaci?n de la situaci?n de indefensi?n, con quiebra del principio non bis in idem”, agrega el ponente.

El fallecido, un expolic?a local de Catarroja de 45 a?os, padec?a una enfermedad degenerativa del sistema nervioso que le obligaba a depender de terceras personas para sus necesidades vitales y a moverse en una silla de ruedas.

En los ?ltimos meses de 2019, tal y como declar? probado el jurado en su veredicto, la acusada decidi? matar a su marido, con el que se hab?a casado en 2017, y ocultar su muerte. De este modo, prepar? un plan que inclu?a el alquiler de una parcela r?stica vallada y cerrada en la localidad de Godelleta donde mand? excavar una fosa.

Ya el 1 de diciembre de 2019, acompa?ado por su hijo, condenado por un juzgado de Menores por un delito de auxilio al suicidio, traslad? a la v?ctima en un veh?culo a Xirivella y después a Paiporta, donde entreg? a un familiar su propio teléfono m?vil y el de su hijo.

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A continuaci?n, los tres se desplazaron a la parcela de Godelleta, donde la ahora condenada aparc? el coche, cerca de la fosa excavada, y dej? encerrado en él a su esposo con una bombona de gas con la espita abierta a fin de matarle por asfixia.

Pasado un tiempo, al comprobar que segu?a con vida, la mujer cogi? un cord?n de una zapatilla y le estrangul? hasta causarle la muerte, seg?n el relato de hechos probados de la sentencia. Durante el estrangulamiento, el hombre lleg? a revolverse contra la agresora, que le propin? diversos golpes, e intent? defenderse para impedir su muerte, aunque no ten?a posibilidad real de oponer resistencia alguna por su “imposibilidad f?sica y desvalimiento”, precisa la resoluci?n judicial.

Una vez perpetrado el crimen, la condenada sac? el cad?ver del veh?culo y, con la ayuda de su hijo, lo enterr? en la fosa y arroj? sobre él sosa c?ustica y otros productos qu?micos para disolverlo.

Cuatro d?as después, el 5 de diciembre, interpuso una denuncia ante la Polic?a en la que manifest? que no sab?a nada de su marido desde la tarde del d?a 1. Igualmente, durante ese mes, envi? mensajes de texto desde el m?vil del fallecido a s? misma y a amigos y familiares en los que se hac?a pasar por Isaac para decir que estaba bien y pedir que no lo buscaran.

El cuerpo sin vida de la v?ctima fue descubierto finalmente el 16 de junio de 2020. La intenci?n de la ahora condenada era tratar de simular una muerte pactada por su marido y que ella simplemente le ayud? a llevar a cabo su deseo de morir.

El Presidente del Tribunal del Jurado considera a la acusada autora de un delito de asesinato con la agravante de parentesco por el que le impone la pena de 25 a?os de prisi?n, el m?ximo previsto en el art?culo 139.1 del C?digo Penal, tras tener en cuenta “la notable gravedad de los hechos” y la forma en que se ejecutaron.

La sentencia, que puede ser recurrida en apelaci?n ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, fija indemnizaciones por un importe total de 285.000 euros para dos hijos menores del fallecido fruto de una anterior relaci?n.



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