"Yo, en noches as?, me acuesto pensando: a ver, a ver...". Habla Gabriel, un vecino que reside en una de lasparcelas situadas entre el aeropuerto de C?rdobay el r?o Guadalquivir. En semanas como la actual, donde las lluvias han ca?do con fuerza en la ciudad, para quienes viven tan cerca del r?o es inevitable estar con la mosca detr?s de la oreja. En la mente tienen las grandes inundaciones del a?o 2010, aquellas que no dejaron a la vista m?s que los tejados de estas casas salpicadas en la periferia.

Gabriel recuerda bien aquello. Se despert? a las tres de la madrugada y vio c?mo el agua entraba desde el final de la calle Las T?rtolas arrasando con todo lo que ten?a a su paso. Ahora, la situaci?n es diferente, pero eso no quita que la preocupaci?n se agarre al pecho. El r?o fluye con fuerza a unos metros de la parcela de este cordobés, que vive aqu? todo el a?o. Cada cierto tiempo, varias veces al d?a, Gabriel se asoma para ver c?mo va el caudal. Lo hace con las mismas botas de pl?stico que ten?a hace 12 a?os, las mismas que usa estos d?as para tapar los socavones convertidos en grandes charcos que salpican la mayor?a de calles de la zona.

Estado que presenta el r?o a su paso junto a las parcelas pegadas al aeropuerto. | MANUEL MURILLO
"A ese nivel no vamos a llegar, a no ser que empiecen a desembalsar agua de los pantanos, que es lo que hicieron entonces", comenta otro vecino que se ha cruzado en coche con Gabriel. Este vecino ya no reside aqu?, pero s? lo hac?a en 2010, y cree que la situaci?n ahora mismo no tiene pinta de desembocar en aquel desastre. Adem?s, la gran escollera que se construy? a ra?z de aquellas inundaciones podr?a hacer de dique de contenci?n.

La presidenta del consejo de distrito Alcolea-Los ?ngeles, Isabel Sereno, también pone calma en este asunto y explica que, de momento, las lluvias no han hecho estragos en las parcelaciones de estas barriadas m?s cercanas al r?o. Pero al igual que el vecino del aeropuerto, Sereno advierte que "mientras que el pantano no suelte agua", no habr? problema. Y es que cuando el r?o suena (en las parcelas), el agua se vuelve un elemento del que estar demasiado pendiente.



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