El colaborador del programa de TV-3 ‘Està passant’, Marc Sarrats, se preguntaba el otro d?a si una imagen de Gerard Piqué, bebiendo contento un botell?n de cava, podr?a ser la mejor estampa o s?ntesis de lo que fue aquella proclamaci?n de 2017, de la independencia de Catalunya.

Su jefe Toni Soler ten?a dudas: dec?a que eso ser?a dif?cil porque la proclamaci?n fue tan breve, tan ef?mera, que no daba tiempo a abrir una botella ni mucho menos a bebérsela en plan celebrativo.

?Ah! Estos ejercicios que viene haciendo Sarrats son entretenidos: juega a la comparativa de lo que podr?a haber sido y no fue nunca. Un d?a compar? al lider del PSC Salvador Illa con un vag?n de metro «porque tiene una visi?n nula de lo que pasa en la calle, en la superficie». A otro pol?tico, Jaume Riera, de la CUP, lo compar? con un patinete eléctrico «porque pasa y no te enteras porque no hace ruido, y porque son unos ni?atos los que lo conducen». Y a la ‘vedette’ de la pol?tica Laura Borràs la compar? con una avioneta «porque siempre te mira por encima, y porque tener una avioneta es lo m?s pijo del mundo».

Hay mucho surrealismo en estas comparativas, y también hay pretensiones de didactismo cr?tico. Pero en el caso de Piqué a mi me parece que nos quer?a decir algo que no han acabado de decir. Piqué lleva un tiempo con un colosal protagonismo medi?tico proyectado sobre él. Lo familiar, lo personal, lo futbol?stico y su vertiente empresarial. Faltaba la especulaci?n independentista.

En su despido oficial, en su alocuci?n final sobre el césped después del partido contra el Almer?a, Piqué acab? su parlamento con un «?Visca el Barça, sempre!». No dijo ni ‘Visca la independència!’, ni ‘Visca la rep?blica!’, ni siquiera ‘Visca Catalunya lliure!’. Quiz? esto ha causado desagrado en alg?n ‘pal de paller’ del pa?s. A pesar de que él nunca ha desvelado claramente su postura, el pasado 1 de abril EL PERI?DICO, del grupo Prensa Ibérica, inform? sobre el p?dcast que el jugador mantuvo con el 'youtuber' Jordi Wild en el que advert?a sin tapujos: «Ser independentista y jugar con Espa?a, es compatible». O sea, una cierta ambigüedad persiste.

Esta imagen de Piqué bebiendo cava content?simo, asimilada a una posible celebraci?n de la independencia, parece una ingenua ilusi?n. El éxito de los empresarios astutos consiste en no arriesgar un duro en proyectos que duran nueve segundos.



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