El lado oscuro de Pornhub, la mayor plataforma 'online' de pornograf?a del mundo
 

Aunque internet es un lugar m?s bien forajido, en él imperan una serie de preceptos de comportamiento, y uno de los m?s famosos se enuncia en ese veterano meme conocido como ‘Regla 34’: “Si algo existe online, ya se han hecho versiones pornogr?ficas de ello”. Y, al menos hasta hace poco, la mayor?a de ellas estaban disponibles en Pornhub.

Fundada en 2007, la plataforma de contenidos para adultos en ‘streaming’ cuenta con m?s de 76 millones de miembros registrados mensuales, y los 112 millones de visitas diarias que recibe la convierten en la 12? web con m?s tr?fico del planeta, por delante de gigantes tecnol?gicos como TikTok. Ha contribuido a cambiar radicalmente los modos de creaci?n y distribuci?n de la pornograf?a y, entretanto, hizo rica a mucha gente.

Pero, como alguien advierte en un momento del documental ‘Hasta el fondo: la historia de Pornhub’, “si permites que cualquiera suba cualquier contenido, entonces cualquiera subir? cualquier contenido”. La pel?cula, recién estrenada en Netflix, ve la luz coincidiendo con el anuncio de la adquisici?n de Mindgeek, compa??a propietaria tanto de la plataforma canadiense como de otras similares -YouPorn, Redtube y Brazzers, entre ellas- por parte de Ethical Capital Partners, una firma de capital de riesgo que asegura buscar “oportunidades de inversi?n en sectores que requieran un liderazgo ético”.*

Genios del algoritmo

Como casi todo en el mundo del ‘streaming’, el éxito de Pornhub se explica a través del algoritmo. Sus ingenieros fueron pioneros a la hora de desarrollar herramientas de optimizaci?n de b?squeda, y asegurar as? que, cada vez que alguien ‘googleaba’ su fetiche favorito, fueran los v?deos de la plataforma los que encabezaban la lista de resultados. Paralelamente, la empresa desarroll? una salida lucrativa a todos aquellos creadores de contenido adulto que prove?an de un servicio legal y consensuado a clientes dispuestos a pagar por él.

Sin embargo, un art?culo publicado en 2020 por el reportero del New York Times Nicholas Kristof revel? que, junto a ese material perfectamente respetable, la plataforma alojaba v?deos de violaciones y abusos de menores. Cualquier pod?a colgar contenidos en Pornhub -tan solo aquellos proveedores que lo hicieran con ?nimo de lucro estaban obligados a verificar su identidad-, y result? que la empresa hab?a hecho la vista gorda frente a ese material ilegal porque as? obten?a m?s ingresos en publicidad. En la pel?cula, uno de sus extrabajadores revela que tan solo una treintena de personas se dedicaban a moderar los miles de v?deos que se sub?an a diario en la plataforma; cada una de ellas deb?a revisar unos 700, lo que hac?a imposible un control estricto de los contenidos.

https://uc-4u.com/clip/e518b506-69e7..._default_0.jpg Una escena del documental 'Hasta el fondo'. | Netflix
Solo después de que la noticia calara en la opini?n p?blica, y de que Visa y Mastercard eliminaran la capacidad de Pornhub para procesar pagos con tarjeta de crédito -algo que, en todo caso, acab? perjudicando a los profesionales verificados pero no sirvi? para ayudar a las v?ctimas de abusos-, los responsables del servicio empezaron a hacer limpieza, eliminando millones de v?deos de la plataforma y reforzando los protocolos de seguridad. Sin embargo, la reacci?n hab?a llegado demasiado tarde. En 2021 se les acumularon las denuncias, algunas por parte de mujeres menores de edad, y en verano de 2022 las cabezas visibles de Mindgeek, Feras Antoon y David Tassilo, dimitieron de sus cargos.

Cruzada contra el porno

En la batalla contra Pornhub, en todo caso, la l?nea que separa a héroes de villanos no est? tan perfectamente delineada como a primera vista parece. Tal y como queda claro en ‘Hasta el fondo’, los activistas y juristas que llevan a?os haciendo campa?a por el cierre de cerrar la plataforma no act?an exactamente -o no exclusivamente- en defensa de las v?ctimas, sino sobre todo al servicio de grupos vinculados a la extrema derecha y la iglesia evangélica como*instrumentos al servicio de grupos religiosos extremistas cuyo objetivo es sacar todo lo remotamente sexual de la vida p?blica y, por supuesto, eliminar el porno de internet. “Intentar hacer desaparecer la pornograf?a de la red es como arrancarle la espina dorsal a alguien”, sostiene al respecto Noelle Perdue, exguionista de Pornhub, en un momento del documental.*

“Es urgente abandonar ese discurso seg?n el que el trabajo sexual es malo y promueve la violencia”, apunta la actriz Gwen Adora en otra escena de la pel?cula. “A las trabajadoras sexuales, en realidad, nadie nos escucha. En lugar de eso, tratan de ‘salvarnos’ de la pornograf?a”. Por su parte, su compa?era de profesi?n Siri Dahl a?ade, al respecto de la campa?a contra la plataforma: "No es solo un ataque a la pornograf?a. Es un ataque a la sexualidad de las mujeres, un ataque a la sexualidad ‘queer’ y un ataque a la libertad de expresi?n de las personas". Pero, quiz?s, la mayor verdad que ‘Hasta el fondo’ contiene se resume en un tuit que aparece impreso en pantalla en los ?ltimos compases de su metraje: “Si creéis que Pornhub es malo, realmente odiaréis los lugares que visitar? la gente si lo cierran”.



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