الريــم
11-03-2022, 10:17 PM
Minutos antes de las nueve de la noche del 18 de julio de 1936, el general Gonzalo Queipo de Llano y Sierra, castellano viejo, nacido en Tordesillas (Valladolid) hac?a 61 a?os, se puso delante del micr?fono de Uni?n Radio Sevilla con intenci?n de trasmitir con toda claridad y firmeza el mensaje inspirado en la instrucci?n reservada comunicada por el director del golpe de estado, el general Emilio Mola Vidal, en la cual aconsejaba crear un atm?sfera de terror eliminando sin escr?pulos a todo el que, por activa o por pasiva, fuera partidario del Frente Popular. En dos palabras: a quien no mostrara su apoyo incondicional al llamado "Alzamiento Nacional".
"?Sevillanos!: la suerte est? echada y decidida por nosotros, y es in?til que la canalla resista y produzca esa algarab?a de gritos y tiros que o?s por todas partes. Tropas del Tercio y de Regulares se encuentran en camino de Sevilla y, en cuanto llegues, esos alborotadores ser?n cazados como alima?as. ?Viva Espa?a! ?Viva la Rep?blica!".
A pesar de ser considerado un defensor del régimen republicano, por lo cual fue nombrado Capit?n General de Madrid tras la proclamaci?n de la Rep?blica, la enemistad de Queipo de Llano con la Monarqu?a no tiene nada que ver con sus ideales republicanos, sino con su enfrentamiento con su buen amigo Miguel Primo de Rivera, el cual le hab?a cortado las alas durante la dictadura, calific?ndolo de "indisciplinado, d?scolo y dif?cil de ser mandado".
"Un s?dico nato"
Queipo de Llano era, por definici?n, un eg?latra denostado por sus compa?eros de armas y un resentido, primero con la dictadura, después con la Monarqu?a (por el apoyo del rey Alfonso XIII a Primo de Rivera), m?s tarde con la Rep?blica (a partir de la defenestraci?n de Niceto Alcal? Zamora, su consuegro) y, finalmente, del propio franquismo. Tras la guerra civil, Franco se lo sac? de encima en cuanto pudo, eso s?, con el nombramiento de Teniente General y la Gran Cruz Laureada de San Fernando. Para el hispanista Gerald Brenan, simplemente "un s?dico nato".
Queipo de Llano jug? un papel fundamental en el éxito de la sublevaci?n militar. El cargo de Inspector General de Carabineros le permit?a mu?ir el golpe por toda Espa?a. Convenci? a Miguel Cabanellas, el Capit?n General de Arag?n, antiguo compa?ero de conspiraci?n contra la Monarqu?a y mas?n conocido, de sumarse al golpe, con el cual se neutralizaba en Zaragoza uno de los principales baluartes de la CNT. Y, por ?ltimo, acept? sin rechistar que Mola cambiara su ubicaci?n inicial el d?a del golpe de Valladolid por la de Sevilla, es decir, pasaba de jugar en casa a jugar en campo contrario, en otro baluarte confederal y de izquierdas.
Genocida social
La sensaci?n de encontrarse en tierra hostil explica, en parte, el ejercicio de una represi?n que, esta s?, se puede definir de genocida social. El llamado "virrey de Andaluc?a" fue responsable de la muerte de 45.000 andaluces, de los cuales m?s de 12.000 sevillanos. Barrios populares, como Triana, fueron pasados por las armas y las columnas de legionarios, regulares y falangistas sembraron la muerte por doquier. Queipo de Llano se convirti? en un ?ngel exterminador que pregonaba, con un lenguaje cuartelario y soez, sus (viles) haza?as y anunciaba (sin tapujos) las siguientes cada d?a a través de la radio escuchada en toda la pen?nsula. Unos con admiraci?n, otros con el miedo pegado al cuerpo. No se trataba solo de matar, sino de violar, humillar y ofender. Sin piedad, ni compasi?n.
"Nuestros valientes legionarios y regulares han demostrado a los rojos cobardes lo que significa ser hombres de verdad. Y a la vez, a sus mujeres. Esto est? totalmente justificado porque estas comunistas y anarquistas predican el amor libre. Ahora, por lo menos, sabr?n lo que son hombres de verdad y no milicianos maricones. No se van a librar, por mucho que berreen y pataleen".
Para Queipo de Llano, dos palabras deb?an de desaparecer del diccionario de la lengua castellana: amnist?a e indulto. Y la ?nica manera que pod?an vivir las personas decentes y patri?ticas era recluyendo a sus enemigos en campos de concentraci?n. ?C?mo es posible que una persona que deshonr? el uniforme que vest?a y la fe que profesaba haya sido venerada durante tantos a?os en la Macarena? Bendita Ley de Memoria Democr?tica.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/queipo-llano-voz-terror-alzamiento-78101398)
"?Sevillanos!: la suerte est? echada y decidida por nosotros, y es in?til que la canalla resista y produzca esa algarab?a de gritos y tiros que o?s por todas partes. Tropas del Tercio y de Regulares se encuentran en camino de Sevilla y, en cuanto llegues, esos alborotadores ser?n cazados como alima?as. ?Viva Espa?a! ?Viva la Rep?blica!".
A pesar de ser considerado un defensor del régimen republicano, por lo cual fue nombrado Capit?n General de Madrid tras la proclamaci?n de la Rep?blica, la enemistad de Queipo de Llano con la Monarqu?a no tiene nada que ver con sus ideales republicanos, sino con su enfrentamiento con su buen amigo Miguel Primo de Rivera, el cual le hab?a cortado las alas durante la dictadura, calific?ndolo de "indisciplinado, d?scolo y dif?cil de ser mandado".
"Un s?dico nato"
Queipo de Llano era, por definici?n, un eg?latra denostado por sus compa?eros de armas y un resentido, primero con la dictadura, después con la Monarqu?a (por el apoyo del rey Alfonso XIII a Primo de Rivera), m?s tarde con la Rep?blica (a partir de la defenestraci?n de Niceto Alcal? Zamora, su consuegro) y, finalmente, del propio franquismo. Tras la guerra civil, Franco se lo sac? de encima en cuanto pudo, eso s?, con el nombramiento de Teniente General y la Gran Cruz Laureada de San Fernando. Para el hispanista Gerald Brenan, simplemente "un s?dico nato".
Queipo de Llano jug? un papel fundamental en el éxito de la sublevaci?n militar. El cargo de Inspector General de Carabineros le permit?a mu?ir el golpe por toda Espa?a. Convenci? a Miguel Cabanellas, el Capit?n General de Arag?n, antiguo compa?ero de conspiraci?n contra la Monarqu?a y mas?n conocido, de sumarse al golpe, con el cual se neutralizaba en Zaragoza uno de los principales baluartes de la CNT. Y, por ?ltimo, acept? sin rechistar que Mola cambiara su ubicaci?n inicial el d?a del golpe de Valladolid por la de Sevilla, es decir, pasaba de jugar en casa a jugar en campo contrario, en otro baluarte confederal y de izquierdas.
Genocida social
La sensaci?n de encontrarse en tierra hostil explica, en parte, el ejercicio de una represi?n que, esta s?, se puede definir de genocida social. El llamado "virrey de Andaluc?a" fue responsable de la muerte de 45.000 andaluces, de los cuales m?s de 12.000 sevillanos. Barrios populares, como Triana, fueron pasados por las armas y las columnas de legionarios, regulares y falangistas sembraron la muerte por doquier. Queipo de Llano se convirti? en un ?ngel exterminador que pregonaba, con un lenguaje cuartelario y soez, sus (viles) haza?as y anunciaba (sin tapujos) las siguientes cada d?a a través de la radio escuchada en toda la pen?nsula. Unos con admiraci?n, otros con el miedo pegado al cuerpo. No se trataba solo de matar, sino de violar, humillar y ofender. Sin piedad, ni compasi?n.
"Nuestros valientes legionarios y regulares han demostrado a los rojos cobardes lo que significa ser hombres de verdad. Y a la vez, a sus mujeres. Esto est? totalmente justificado porque estas comunistas y anarquistas predican el amor libre. Ahora, por lo menos, sabr?n lo que son hombres de verdad y no milicianos maricones. No se van a librar, por mucho que berreen y pataleen".
Para Queipo de Llano, dos palabras deb?an de desaparecer del diccionario de la lengua castellana: amnist?a e indulto. Y la ?nica manera que pod?an vivir las personas decentes y patri?ticas era recluyendo a sus enemigos en campos de concentraci?n. ?C?mo es posible que una persona que deshonr? el uniforme que vest?a y la fe que profesaba haya sido venerada durante tantos a?os en la Macarena? Bendita Ley de Memoria Democr?tica.
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