الريــم
11-03-2022, 09:37 PM
La transici?n ha comenzado en Brasil, aunque sobre un campo minado. La primera reuni?n entre el Gobierno y el equipo de Luiz Inacio Lula da Silva se realiz? a puertas cerradas. Se trat?, a la luz de las tensiones reinantes, de un mensaje inequ?voco del presidente sobre la necesidad de cumplir, al menos en el plano formal, con la Constituci?n. Después del ambiguo llamado de Jair Bolsonaro a la ultraderecha a abandonar los bloqueos de las carreteras, el flujo del tr?nsito comenzaba a normalizarse. Aunque Bolsonaro no reconoci? de modo expl?cito la victoria de su oponente, tampoco se qued? con mayor margen para desafiarla. Si bien este jueves todav?a se detectaban todav?a problemas en los estados m?s bolsonaristas, entre ellos Mato Grosso, Santa Catarina y Roraima, la llamada "resistencia civil" en Telegram de los grupos radicales que impugnan la victoria electoral de Lula parec?a tener las horas contadas. El presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), Alexandre de Moraes, lanz? una enf?tica advertencia a los intransigentes. "Los votantes, en una mayor?a masiva, son dem?cratas. Aceptaron democr?ticamente el resultado de las elecciones. Los que no est?n aceptando y practican actos antidemocr?ticos ser?n tratados como criminales". Solo en los dos primeros d?as de la presente semana fueron retirados del aire m?s de 4200 videos de la ultraderecha en YouTube, bajo la amenaza de sanciones.
Seg?n Maria Herm?nia Tavares, columnista de Folha de Sao Paulo, "el movimiento golpista no tuvo nada de espont?neo ni de inesperado". Creci? como consecuencia de "los repetidos discursos contra las instituciones electorales y la demonizaci?n de los opositores que promover?an la comunizaci?n del pa?s". Sin embargo, el pedido de intervenci?n militar no tuvo eco en los cuarteles. Uno de los primeros indicios de la prescindencia castrense lo ofreci? horas atr?s el vicepresidente y exgeneral, Hamilton Mour?o. "No tiene sentido llorar m?s, perdimos el juego", dijo.
Durante su campa?a, Lula se abstuvo de acercarse subrepticiamente a los altos mandos militares. La situaci?n ha cambiado: ya es mandatario electo y se espera que el equipo de transici?n que conduce el vicepresidente, Geraldo Alckmin, un exgobernador paulista respetado por los uniformados, en breve establezca las primeras conversaciones. Lula ha recibido de sus asesores una recomendaci?n problem?tica: su Gobierno deber?a preservar los beneficios concedidos por Bolsonaro a los militares, entre ellos el aumento de las pensiones, y encomendar mayores tareas en el Amazon?a, para no provocar tempranas rispideces.
Ampliar las alianzas
En este contexto de inestabilidad, los ganadores de las elecciones se proponen llevar a cabo una enmienda constitucional que permita aumentar el gasto estatal y, de esta manera, preservar el beneficio dado por Bolsonaro a los brasile?os m?s pobres (unos 120 euros) con estrictos fines electorales. El programa Auxilio Brasil se termina en diciembre.
A la par, los hombres m?s cercados a Lula dise?an una transici?n paralela que le permita al futuro Gobierno no solo protegerse de eventuales tormentas, sino de inclusive desastres pol?ticos, en un Congreso dominado por la ultraderecha. Para ganar las elecciones, el Partido de los Trabajadores (PT) tendi? la mano al sector de la centroderecha que encarna Alckmin. Tiene ahora dos meses para ampliar su base en el Parlamento con el llamado centro, siempre dispuesto a intercambiar votos por beneficios, e inclusive algunos aliados de Bolsonaro. Uno de los referentes de la bancada evangélica en el Congreso, el diputado Cezinha Madureira ya ha conversado con emisarios de Lula y expres? su disposici?n de trabajar con el nuevo Gobierno en asuntos puntuales. "Es obvio que no se aprobar? ninguna agenda aberrante, como la liberaci?n de las drogas y el aborto. Pero estamos dispuestos a trabajar por temas que ayuden a Brasil. Hablaremos de lo que es importante para el pa?s". En un mensaje sugerente a otros representantes de las iglesias pentecostales a?adi?: "Bolsonaro tendr? nuestro respeto, admiraci?n y lealtad. Pero eso no significa que vayamos a votar en contra del aumento salarial, en contra de la lucha contra el hambre".
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/arranca-transicion-brasil-remiten-bloqueos-78100112)
Seg?n Maria Herm?nia Tavares, columnista de Folha de Sao Paulo, "el movimiento golpista no tuvo nada de espont?neo ni de inesperado". Creci? como consecuencia de "los repetidos discursos contra las instituciones electorales y la demonizaci?n de los opositores que promover?an la comunizaci?n del pa?s". Sin embargo, el pedido de intervenci?n militar no tuvo eco en los cuarteles. Uno de los primeros indicios de la prescindencia castrense lo ofreci? horas atr?s el vicepresidente y exgeneral, Hamilton Mour?o. "No tiene sentido llorar m?s, perdimos el juego", dijo.
Durante su campa?a, Lula se abstuvo de acercarse subrepticiamente a los altos mandos militares. La situaci?n ha cambiado: ya es mandatario electo y se espera que el equipo de transici?n que conduce el vicepresidente, Geraldo Alckmin, un exgobernador paulista respetado por los uniformados, en breve establezca las primeras conversaciones. Lula ha recibido de sus asesores una recomendaci?n problem?tica: su Gobierno deber?a preservar los beneficios concedidos por Bolsonaro a los militares, entre ellos el aumento de las pensiones, y encomendar mayores tareas en el Amazon?a, para no provocar tempranas rispideces.
Ampliar las alianzas
En este contexto de inestabilidad, los ganadores de las elecciones se proponen llevar a cabo una enmienda constitucional que permita aumentar el gasto estatal y, de esta manera, preservar el beneficio dado por Bolsonaro a los brasile?os m?s pobres (unos 120 euros) con estrictos fines electorales. El programa Auxilio Brasil se termina en diciembre.
A la par, los hombres m?s cercados a Lula dise?an una transici?n paralela que le permita al futuro Gobierno no solo protegerse de eventuales tormentas, sino de inclusive desastres pol?ticos, en un Congreso dominado por la ultraderecha. Para ganar las elecciones, el Partido de los Trabajadores (PT) tendi? la mano al sector de la centroderecha que encarna Alckmin. Tiene ahora dos meses para ampliar su base en el Parlamento con el llamado centro, siempre dispuesto a intercambiar votos por beneficios, e inclusive algunos aliados de Bolsonaro. Uno de los referentes de la bancada evangélica en el Congreso, el diputado Cezinha Madureira ya ha conversado con emisarios de Lula y expres? su disposici?n de trabajar con el nuevo Gobierno en asuntos puntuales. "Es obvio que no se aprobar? ninguna agenda aberrante, como la liberaci?n de las drogas y el aborto. Pero estamos dispuestos a trabajar por temas que ayuden a Brasil. Hablaremos de lo que es importante para el pa?s". En un mensaje sugerente a otros representantes de las iglesias pentecostales a?adi?: "Bolsonaro tendr? nuestro respeto, admiraci?n y lealtad. Pero eso no significa que vayamos a votar en contra del aumento salarial, en contra de la lucha contra el hambre".
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