الريــم
11-03-2022, 09:28 AM
Hay quien dentro de Junts considera que la figura de Francesc de Dalmases es "insostenible dentro y fuera del partido". Fue obligado a dimitir como vicepresidente de la formaci?n, pero todav?a conserva su esca?o en el Parlament y, este jueves, la comisi?n del estatuto del diputado evaluar? si debe ser sancionado por incumplir el c?digo de conducta de la C?mara. Y es que después de que se conociera (y se acreditara por varios informes) que el principal escudero de Laura Borràs intimid? a una periodista del ‘Faqs’ de TV-3, otras personas han alzado la voz asegurando haber sido también damnificadas por su conducta. El episodio en la televisi?n p?blica catalana fue el detonante para que otros tres periodistas denunciaran en julio su forma de proceder, pero también para que dos diputadas de su propio partido, JxCat, revelaran en la reuni?n de la ejecutiva de la semana pasada que hab?an sufrido presiones y vejaciones por parte de Dalmases.
EL PERI?DICO DE CATALUNYA, del grupo Prensa Ibérica, ha podido hablar con otras cinco personas -algunas de ellas han mantenido con el pol?tico posconvergente una relaci?n de tipo profesional y personal, pero otras no- que aseguran haber sufrido "acoso laboral", "abuso de poder", "maltrato psicol?gico" o una insistencia indeseada de Dalmases por citarse con ellas. Todas ellas piden anonimizar su identidad, pero algunas hablan en primera persona para explicar lo vivido con la voz distorsionada.
La "connivencia" de Borràs
"Es arrogante y prepotente. Intenta primero alabarte y, si no piensas como él o act?as a su manera, empieza a desprestigiarte en p?blico y en privado. Me trat? vejatoriamente. Sufr? 'mobbing', humillaciones e intimidaci?n". As? define una extrabajadora c?mo la trat? Dalmases durante la etapa en que Borràs era 'consellera' de Cultura, funci?n que ostent? entre junio de 2018 y marzo de 2019. A pesar de que el diputado de Junts no tuvo nunca ning?n cargo en el Departament, la afectada relata que "interfer?a en el d?a a d?a" por su "af?n de poder", cosa que provocaba quebraderos de cabeza respecto al protocolo cuando acud?a a actos o viajes oficiales acompa?ando a la 'consellera'. Para todo ello cont? con la "connivencia" de Borràs. "Me ridiculizaba. Refiriéndose a m?, le dec?a a la titular de Cultura: "?Esta subordinada tuya qué me est? diciendo?", explica.
"Si no piensas como él o act?as a su manera, empieza a desprestigiarte en p?blico y en privado"
Al final, acabaron echando a la trabajadora. Pero, antes, intentaron que fuera ella la que se marchara. "Me ofrecieron que cogiera una baja larga, que volviera y dijera que no pod?a continuar. Me negué", sostiene. Necesit? terapia psicol?gica para gestionar la situaci?n y, a pesar de que en estos casi cuatro a?os apost? por el silencio, que saliera a la luz el incidente de Dalmases con la periodista del 'Faqs' le "despert? todo lo vivido". Si habla ahora, asegura, es porque no quiere que nadie m?s sufra una situaci?n similar. "Es igual de grave que él act?e as? como que tenga quien se lo consienta", concluye.
Un "patr?n" de comportamiento
Otro testimonio asegura que tuvo una relaci?n sentimental con Dalmases y que la trat? como "un trapo sucio". Contact? con ella a través de las redes sociales y que después ejerci? "abuso de poder y maltrato psicol?gico", como explica en el audio publicado por este diario. En su caso, el primer contacto se produjo en pleno auge del 'procés', cuando él todav?a no era diputado y ella pasaba una mala época personal, y se alarg? durante meses. Todo empez? con el ofrecimiento de escribir art?culos en la revista que dirig?a y la petici?n de citarse. La relaci?n se fue estrechando a golpe de intercambio de informaci?n de tipo profesional.
"Me trat? como un trapo sucio. Todo era estar a su merced"
"Pero un d?a, de repente, me dijo que estaba enamorado de m?. En aquel momento yo atravesaba un mal momento personal y laboral y decid? valorar la posibilidad de conocerlo. M?s tarde nos enrollamos y empez? lo que parec?a una relaci?n estable, con intercambio de mensajes rom?nticos diarios y confidencias personales sobre sus hijos y su vida. A partir de entonces, yo a?n no lo sab?a, todo ser?a estar a su merced", sostiene.
Quedaban cuando él quer?a y, de repente, "empezaban las evasivas" y el discurso de que él tiene una familia o que "podr?a ser su padre" -se llevaban casi 20 a?os-, como acreditan los mensajes privados que recib?a. Cuando ella intentaba hacerse a la idea de que era tema cerrado, él reaparec?a. "Me elogiaba por alg?n art?culo o reflexi?n, me volv?a a atrapar, pero solo qued?bamos cuando él quer?a. Daba por acabada la historia, pero luego volv?a a aprovechar cualquier contexto para escribirme", relata.
"Me elogiaba por alg?n art?culo o reflexi?n, me volv?a a atrapar, pero solo qued?bamos cuando él quer?a"
La relaci?n se interrumpi? y se reprendi? una segunda vez, cuando él era ya diputado del Parlament, aprovechando que ella hab?a hecho una cr?tica p?blica a Junts por Twitter. Al final, asegura, acab? descubriendo que ten?a un "patr?n" de comportamiento porque conoci? a otras dos mujeres a las que "les hab?a hecho lo mismo" y otras dos con las que lo intent? "aprovechando su estatus de diputado". "T? sabes lo que les haces a las mujeres, no quiero saber nada m?s de ti. Necesito respirar de una vez", le acab? diciendo una de las ?ltimas veces en que él la volvi? a contactar para consultarle su opini?n.
La influencia del cargo
Ese "patr?n" es también el que se?ala un tercer testimonio que explica c?mo vivi? una situaci?n similar. "No nos conoc?amos personalmente, pero me contact? por las redes sociales. Quedamos, hubo un componente sentimental y, después, se interrumpi? la relaci?n", sostiene. Reapareci? al cabo de meses, cuando ya era parlamentario, y compart?a con ella informaciones de tipo pol?tico en se?al de confianza y le ped?a que se vieran. "Insist?a en quedar, pero después no se presentaba o tardaba meses en poner una fecha mientras segu?a insistiendo. Un d?a vino a mi casa, se insinu? y luego se fue", afirma. Define el comportamiento de Dalmases como un "abuso de poder" en el que utiliza su cargo para tener ascendencia e influencia sobre las mujeres en las que est? interesado.
Otras dos afectadas describen c?mo el dirigente las contactaba con frecuencia por las redes sociales para intentar quedar con ellas, a lo que no accedieron. "Empez? habl?ndome de mi trabajo, intent? invitarme a un café, a cenar, al teatro... Iba haciendo mon?logos, porque cuando me hac?a propuestas yo no respond?a. Solo contestaba cuando eran comentarios del ?mbito profesional", explica una de ellas. A?n as?, durante dos a?os, y de forma recurrente, él le enviaba fotos de su vida privada o le explicaba asuntos personales. "No me ignores", le enviaba él ante la falta de 'feedback'.
"Intent? invitarme a un café, a cenar, al teatro... Iba haciendo mon?logos, yo no le respond?a"
Una v?ctima como "excusa"
La otra afectada recibi? también m?ltiples mensajes privados por Twitter primero y, después, por Signal e Instagram. De hecho, Dalmases acab? consiguiendo su teléfono supuestamente por una consulta de tipo profesional. Ella es abogada y él le ped?a asesoramiento "utilizando a una v?ctima de violencia de género como excusa". Pero Dalmases aprovech? la ocasi?n para insistir "por tierra, mar y aire" que quedaran. Nunca pas?. Ella le ped?a "silencio", le explicit? en varias ocasiones que prefer?a que no siguieran hablando ni que le enviara mensajes de ning?n tipo. Pero él encontraba siempre una excusa para volverle a escribirle e ignorar la petici?n de la afectada.
"Le volv? a decir que no y acab? persiguiéndome por todo el plat?"
M?s all? de estos cinco testimonios, otro episodio, en este caso puntual, de insistencia indeseada explica que vivi? una exdiputada que coincidi? con él en el Parlament en la pasada legislatura. Estaban en un plat? de televisi?n tras un debate electoral y él se acerc? para proponerle quedar para tomar un café. "No lo conoc?a de nada, le dije que no. Pero insisti?. Le volv? a decir que no y acab? persiguiéndome por todo el plat?. Fue una situaci?n muy desagradable", concluye. Contactado por este diario, Dalmases ha respondido que en estos momentos est? de baja por motivos de salud pero que estar? a disposici?n para responder cuando tenga la autorizaci?n médica para ello.
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EL PERI?DICO DE CATALUNYA, del grupo Prensa Ibérica, ha podido hablar con otras cinco personas -algunas de ellas han mantenido con el pol?tico posconvergente una relaci?n de tipo profesional y personal, pero otras no- que aseguran haber sufrido "acoso laboral", "abuso de poder", "maltrato psicol?gico" o una insistencia indeseada de Dalmases por citarse con ellas. Todas ellas piden anonimizar su identidad, pero algunas hablan en primera persona para explicar lo vivido con la voz distorsionada.
La "connivencia" de Borràs
"Es arrogante y prepotente. Intenta primero alabarte y, si no piensas como él o act?as a su manera, empieza a desprestigiarte en p?blico y en privado. Me trat? vejatoriamente. Sufr? 'mobbing', humillaciones e intimidaci?n". As? define una extrabajadora c?mo la trat? Dalmases durante la etapa en que Borràs era 'consellera' de Cultura, funci?n que ostent? entre junio de 2018 y marzo de 2019. A pesar de que el diputado de Junts no tuvo nunca ning?n cargo en el Departament, la afectada relata que "interfer?a en el d?a a d?a" por su "af?n de poder", cosa que provocaba quebraderos de cabeza respecto al protocolo cuando acud?a a actos o viajes oficiales acompa?ando a la 'consellera'. Para todo ello cont? con la "connivencia" de Borràs. "Me ridiculizaba. Refiriéndose a m?, le dec?a a la titular de Cultura: "?Esta subordinada tuya qué me est? diciendo?", explica.
"Si no piensas como él o act?as a su manera, empieza a desprestigiarte en p?blico y en privado"
Al final, acabaron echando a la trabajadora. Pero, antes, intentaron que fuera ella la que se marchara. "Me ofrecieron que cogiera una baja larga, que volviera y dijera que no pod?a continuar. Me negué", sostiene. Necesit? terapia psicol?gica para gestionar la situaci?n y, a pesar de que en estos casi cuatro a?os apost? por el silencio, que saliera a la luz el incidente de Dalmases con la periodista del 'Faqs' le "despert? todo lo vivido". Si habla ahora, asegura, es porque no quiere que nadie m?s sufra una situaci?n similar. "Es igual de grave que él act?e as? como que tenga quien se lo consienta", concluye.
Un "patr?n" de comportamiento
Otro testimonio asegura que tuvo una relaci?n sentimental con Dalmases y que la trat? como "un trapo sucio". Contact? con ella a través de las redes sociales y que después ejerci? "abuso de poder y maltrato psicol?gico", como explica en el audio publicado por este diario. En su caso, el primer contacto se produjo en pleno auge del 'procés', cuando él todav?a no era diputado y ella pasaba una mala época personal, y se alarg? durante meses. Todo empez? con el ofrecimiento de escribir art?culos en la revista que dirig?a y la petici?n de citarse. La relaci?n se fue estrechando a golpe de intercambio de informaci?n de tipo profesional.
"Me trat? como un trapo sucio. Todo era estar a su merced"
"Pero un d?a, de repente, me dijo que estaba enamorado de m?. En aquel momento yo atravesaba un mal momento personal y laboral y decid? valorar la posibilidad de conocerlo. M?s tarde nos enrollamos y empez? lo que parec?a una relaci?n estable, con intercambio de mensajes rom?nticos diarios y confidencias personales sobre sus hijos y su vida. A partir de entonces, yo a?n no lo sab?a, todo ser?a estar a su merced", sostiene.
Quedaban cuando él quer?a y, de repente, "empezaban las evasivas" y el discurso de que él tiene una familia o que "podr?a ser su padre" -se llevaban casi 20 a?os-, como acreditan los mensajes privados que recib?a. Cuando ella intentaba hacerse a la idea de que era tema cerrado, él reaparec?a. "Me elogiaba por alg?n art?culo o reflexi?n, me volv?a a atrapar, pero solo qued?bamos cuando él quer?a. Daba por acabada la historia, pero luego volv?a a aprovechar cualquier contexto para escribirme", relata.
"Me elogiaba por alg?n art?culo o reflexi?n, me volv?a a atrapar, pero solo qued?bamos cuando él quer?a"
La relaci?n se interrumpi? y se reprendi? una segunda vez, cuando él era ya diputado del Parlament, aprovechando que ella hab?a hecho una cr?tica p?blica a Junts por Twitter. Al final, asegura, acab? descubriendo que ten?a un "patr?n" de comportamiento porque conoci? a otras dos mujeres a las que "les hab?a hecho lo mismo" y otras dos con las que lo intent? "aprovechando su estatus de diputado". "T? sabes lo que les haces a las mujeres, no quiero saber nada m?s de ti. Necesito respirar de una vez", le acab? diciendo una de las ?ltimas veces en que él la volvi? a contactar para consultarle su opini?n.
La influencia del cargo
Ese "patr?n" es también el que se?ala un tercer testimonio que explica c?mo vivi? una situaci?n similar. "No nos conoc?amos personalmente, pero me contact? por las redes sociales. Quedamos, hubo un componente sentimental y, después, se interrumpi? la relaci?n", sostiene. Reapareci? al cabo de meses, cuando ya era parlamentario, y compart?a con ella informaciones de tipo pol?tico en se?al de confianza y le ped?a que se vieran. "Insist?a en quedar, pero después no se presentaba o tardaba meses en poner una fecha mientras segu?a insistiendo. Un d?a vino a mi casa, se insinu? y luego se fue", afirma. Define el comportamiento de Dalmases como un "abuso de poder" en el que utiliza su cargo para tener ascendencia e influencia sobre las mujeres en las que est? interesado.
Otras dos afectadas describen c?mo el dirigente las contactaba con frecuencia por las redes sociales para intentar quedar con ellas, a lo que no accedieron. "Empez? habl?ndome de mi trabajo, intent? invitarme a un café, a cenar, al teatro... Iba haciendo mon?logos, porque cuando me hac?a propuestas yo no respond?a. Solo contestaba cuando eran comentarios del ?mbito profesional", explica una de ellas. A?n as?, durante dos a?os, y de forma recurrente, él le enviaba fotos de su vida privada o le explicaba asuntos personales. "No me ignores", le enviaba él ante la falta de 'feedback'.
"Intent? invitarme a un café, a cenar, al teatro... Iba haciendo mon?logos, yo no le respond?a"
Una v?ctima como "excusa"
La otra afectada recibi? también m?ltiples mensajes privados por Twitter primero y, después, por Signal e Instagram. De hecho, Dalmases acab? consiguiendo su teléfono supuestamente por una consulta de tipo profesional. Ella es abogada y él le ped?a asesoramiento "utilizando a una v?ctima de violencia de género como excusa". Pero Dalmases aprovech? la ocasi?n para insistir "por tierra, mar y aire" que quedaran. Nunca pas?. Ella le ped?a "silencio", le explicit? en varias ocasiones que prefer?a que no siguieran hablando ni que le enviara mensajes de ning?n tipo. Pero él encontraba siempre una excusa para volverle a escribirle e ignorar la petici?n de la afectada.
"Le volv? a decir que no y acab? persiguiéndome por todo el plat?"
M?s all? de estos cinco testimonios, otro episodio, en este caso puntual, de insistencia indeseada explica que vivi? una exdiputada que coincidi? con él en el Parlament en la pasada legislatura. Estaban en un plat? de televisi?n tras un debate electoral y él se acerc? para proponerle quedar para tomar un café. "No lo conoc?a de nada, le dije que no. Pero insisti?. Le volv? a decir que no y acab? persiguiéndome por todo el plat?. Fue una situaci?n muy desagradable", concluye. Contactado por este diario, Dalmases ha respondido que en estos momentos est? de baja por motivos de salud pero que estar? a disposici?n para responder cuando tenga la autorizaci?n médica para ello.
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