الريــم
11-01-2022, 01:04 PM
Lola no tiene verrugas ni la nariz afilada. Su pelo es gris azulado y, aunque a veces suelta una carcajada profunda, se intuye una persona cercana. Si bien no vuela en escobas, su todoterreno surca los campos a la luz de la luna. Conoce a fondo los secretos del Moncayo. Y, sobre todo, los poderes de sus hierbas. En ocasiones, le da por preparar alg?n mejunje extra?o... pero nada peligroso. Al contrario, la mayor parte de las veces el objetivo es sanar el alma.
Lola es una bruja. Moderna, podr?amos decir. Y lo es oficialmente, pues en Trasmoz, Zaragoza, otorgan este t?tulo cada verano desde el 2000. ?ste es el ?nico pueblo excomulgado y maldito de Espa?a. La Iglesia lo despreci? hace 767 a?os en un intento por proteger la religi?n: por esta localidad zaragozana de 80 habitantes las brujas han campado a sus anchas desde el siglo XIII. Y lo m?s importante: sin miedo a arder en la hoguera.
Sus callejuelas son el vivo recuerdo de esta tradici?n: hay muérdago, cruces, velas, v?rgenes y huesos. Ya nadie se?ala con el dedo, es verdad. Pero la magia que riega cada rinc?n parece haberse quedado congelada. “La primera condici?n para ser bruja es tener una vivienda aqu?. Y la segunda, poseer conocimientos de medicina herbaria. No obstante, la clave est? en el propio municipio: hay que involucrarse en la difusi?n y protecci?n de una cultura ?nica”, se?ala la experta, que ostenta esta condici?n desde 2009.
Hasta aqu? lleg? en 2002, buscando el remanso de paz que Zaragoza no le daba. Se compr? una casa, la restaur? y tom? las riendas del castillo que corona el lugar. En él se localiza el germen del mito que hoy vertebra Trasmoz. Y que, en consecuencia, capta la atenci?n de cientos de visitantes cada fin de semana.
http://uc-4u.com/clip/72251d1e-659e-4184-9246-9dc4793a0bc5_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Lola lleg? a Trasmoz en 2002, a?o en el que se compr? la casa que ha ido restaurando poco a poco. | ALBA VIGARAY
“El origen se remonta a la época de Jaime I, cuando ya no hab?a guerras. Este hecho explica que la fortaleza perdiese su destacamento militar y pasase a ser custodiada por unos pocos individuos. Algunas de ellos, religiosos. Dada la tranquilidad y la discreci?n que reinaba en esta zona, decidieron falsificar maraved?es. Para que la gente no se acercara a su guarida, se inventaron que las hechiceras hab?an tomado la atalaya y que hac?an ruidos con sus calderos. La villa se crey? esta teor?a al completo. M?s cuando dicho testimonio proced?a de un miembro del clero”, relata Lola.
Desde entonces, numerosas leyendas han tomado la delantera a la realidad. Algunas de las cuales fueron utilizadas por el principal enemigo de Trasmoz para justificar los dos atentados que han marcado su historia: la excomulgaci?n y la maldici?n.
http://uc-4u.com/clip/c7ed6a20-ef48-4825-afdd-618f6a533a58_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Seg?n la leyenda, el castillo de Trasmoz fue levantado por un nigromante en una sola noche tras invocar a los esp?ritus. | ALBA VIGARAY
Se dec?a que, cada noche, las brujas celebraban aquelarres entre las murallas. O que coc?an pociones para practicar ritos. Esta informaci?n lleg? a o?dos del Monasterio de Veruela, cuyo abad hab?a protagonizado desencuentros con este territorio: era una islita laica, por lo que no respond?a ante él. Y eso le molestaba en particular. Por ello, cuando surgi? un problema con la le?a que ambos recolectaban en el Monte de la Mata, decidi? aprovechar las f?bulas para aniquilarlo.
As?, en 1255, Andrés de Tudela solicit? al arzobispo de Tarazona desterrar al pueblo del catolicismo. De este modo, todos los sacramentos que se realizaran dejar?an de tener validez. “No vamos a entrar en detalles por las personas mayores”, suelta de inmediato Lola, temerosa de herir la sensibilidad de sus vecinos. La Parroquia de Nuestra Se?ora de la Huerta jam?s ha interrumpido sus oficios.
http://uc-4u.com/clip/a49a1bf4-9868-4a93-8d21-e91d0d1cebe5_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Panor?mica de Trasmoz, con la Parroquia de Nuestra Se?ora de la Huerta a la izquierda. | ALBA VIGARAY
?sta se emplaza en la parte alta, escondida entre residencias t?picas. La que se levanta justo enfrente pertenece a Luigi Mar?ez, un escultor sevillano que lleg? entusiasmado por el misterio que rodeaba a este concejo. Con plena dedicaci?n, fue transformando el inmueble que adquiri? en 2007 en una especie de mausoleo que acoge desde ata?des hasta cr?neos. Hay aparatos de tortura y, en el jard?n trasero, puede divisarse una mara?a de urnas, rosarios, l?pidas y mu?ecos que acent?an las pulsaciones por un instante.
Apenas se oye un ruido, por lo que el m?s leve de los movimientos puede llegar a convertirse en un auténtico torbellino. El artista lleva un tiempo sin pisarla, lo que explicar?a el polvo acumulado y la pintura desconchada. Sin embargo, esta situaci?n le da un aspecto a?n m?s siniestro al lugar. La niebla y el viento hacen lo dem?s.
http://uc-4u.com/clip/4622afcf-3784-45e9-8fa1-578825569cc0_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Luigi Mar?ez ha convertido su casa en una especie de mausoleo con urnas, rosarios, l?pidas, mu?ecos... | ALBA VIGARAY
Un castigo permitido por Julio II
Entre s?banas colgadas y juguetes destartalados, se levanta el hogar de Lola. En su fachada luce la placa que la acredita como la IX Bruja del a?o. A su alrededor, unas flores salpican de color el edificio de piedra que alberga alg?n que otro tesoro: una veleta, un faro, una calavera… Hoy se admiran con la ilusi?n de un ni?o, pero antes eran s?mbolo de mal augurio.
“La maldici?n sucedi? en 1511. Por aquel entonces, Trasmoz pertenec?a a Pedro Manuel Ximénez de Urrea. ?ste, cuando descubri? que el Monasterio de Veruela hab?a desviado el agua, puso el grito en el cielo. Era algo muy grave, as? que intervinieron las Cortes de Arag?n. Al final, Fernando II dio la raz?n al pueblo”, sostiene. Otra vez, un conflicto terrenal desat? un delirio religioso: el abad nunca perdon? la derrota y, con el permiso del Papa Julio II, lo conden?.
http://uc-4u.com/clip/5425ffce-9f86-4ec4-97ca-0149ad941793_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Cada verano, los vecinos entregan el t?tulo de 'Bruja del a?o' a una de las mujeres de la localidad. | ALBA VIGARAY
De madrugada, tras tapar el crucifijo del altar con un velo negro, recit? el salmo 108 del Antiguo Testamento: “Danos socorro contra el adversario porque vana es la ayuda del hombre. En Dios haremos proezas y él hollar? a nuestros enemigos”. Las palabras resonaron al repique de campanas, lo que antiguamente se utilizaba para blindar el cambio que quer?a instaurarse. Los lugare?os, que ya hab?an hecho caso omiso de la expulsi?n, tampoco prestaron demasiada atenci?n al maleficio. Algo que, en cambio, s? afect? a Pedro Manuel. Al él le aterroriz? la simple posibilidad de ser un desdichado. De ah? que se lanzase a la aventura.
“Gracias a las tesis doctorales de José Luis Corral y Enrique Galé sabemos que realiz? un viaje a las tres ciudades santas: Jerusalén, Roma y Santiago de Compostela. Lo hizo entre agosto de 1517 y mayo de 1519, dejando constancia de todo en un diario”, declara la especialista.
http://uc-4u.com/clip/4db44a83-4dc0-4a93-bc6c-b8d56293cba0_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg El pueblo luce detalles que van desde campanas y velas hasta mu?ecos y libros. | ALBA VIGARAYs
?Qué ocurri? con el libro? Pues que, al versificar pasajes de la Biblia, r?pidamente pas? a engrosar el cat?logo que la Inquisici?n prohibi?. As?, se pens? que se hab?a perdido entre las brasas. Pero Galé se empe?? en buscarlo. Tras a?os de investigaci?n, éste apareci? escondido en una biblioteca de Grenoble (Francia). En concreto, en la regentada por Hernando Col?n. De inmediato, la Diputaci?n Provincial de Zaragoza solicit? su restituci?n.
Parte de la culpa de este hallazgo fue de Manuel Jal?n, el inventor de la fregona y de la jeringuilla desechable. ?l apoy? su b?squeda desde que, en 1988 y tras una subasta p?blica, se qued? con el castillo. Cre? una fundaci?n que, hasta 2020, se encarg? de cuidar, gestionar y promocionar la historia de este paraje. Entre sus miembros estaba Lola que, tras la muerte del ingeniero aeron?utico en 2011, tom? las riendas hasta su traspaso al Ayuntamiento.
http://uc-4u.com/clip/47ed1d2a-edb2-4c8b-8462-c6dd86025b20_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Existen distintos cultivos de plantas e hierbas que se distribuyen por las calles de Trasmoz. | ALBA VIGARAY
El asesinato que inspir? a Bécquer
En la actualidad, el fort?n acusa el paso del tiempo. Aunque se est?n haciendo grandes esfuerzos por restaurarlo. Poco a poco, va retomando la entidad que tuvo. A esta altura, el cierzo azota con fuerza. Y, a pesar de que cuesta mantener la mirada al frente, las vistas resultan una auténtica delicia. Desde aqu? es posible divisar Vera, Tarazona y Litago en la distancia. En cualquier caso, la joya se encuentra en el interior de la torre principal: una colecci?n de plantas, utensilios, animales y recetas que recuerdan c?mo viv?an y actuaban las curanderas.
Una de las m?s queridas fue la T?a Casca, a la que homenajean con dos esculturas. La primera se ubica en el camino que dirige hacia al alc?zar, mientras que la segunda se erige en el punto donde la mataron: una sima que ha pasado de ser un vertedero abandonado a un babil?nico mirador.
http://uc-4u.com/clip/ffa6a00d-6ae0-419b-b92f-f655c9a2c4dd_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg En la torre principal del castilla es posible identificar las hierbas y los utensilios que utilizaban las curanderas. | ALBA VIGARAY
“La arrojaron colina abajo, tras un eclipse de sol y una aterradora tormenta. Esto hizo que se estropearan las cosechas y murieran varios animales. En 1850, la multitud no entend?a por qué se produc?an estos fen?menos, por lo que lo achacaron a ella. La acusaron de traer todos los males, as? que empezaron a llamarla bruja. Hasta que un d?a, tras distintos altercados, la persiguieron y la asesinaron”, recuerda Lola.
Su historia fascin? a Gustavo Adolfo Bécquer, que lleg? a Trasmoz después del suceso. Por sus calles empinadas y sus hogares encalados pase? en busca de inspiraci?n. La hall?, dadas las Cartas desde mi celda que escribi? tras su visita: “Me bast? distinguir sus gre?as blancuzas que se enredaban alrededor de su frente como culebras, sus formas extravagantes, su cuerpo encorvado y sus brazos disformes, que se destacaban angulosos y oscuros”.
http://uc-4u.com/clip/6642af48-29e2-4a5a-bc0f-8cb2ca8fc8ef_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Una de las estatuas que Trasmoz dedica a la T?a Casca, su bruja m?s célebre. | ALBA VIGARAY
En cierto modo, el escritor aliment? el folclore que tanto ha marcado a esta regi?n. “?Qué pasa de noche, que tales aspavientos hacéis y con tan temerosas y oscuras palabras nos habl?is de lo que all? podr?a acontecernos? ?Se nos comer?n acaso los lobos?”, se preguntaba en una de las misivas que publicaba en El Contempor?neo. A él se dedican diferentes murales. Y también alg?n libro, como el que firma el periodista Miguel Mena.
“Gustavo Adolfo nunca quiso que lo enterraran en un sitio lleno de m?rmoles. No puede descansar en paz en la cripta de la Anunciaci?n. Debe de llevar un siglo agit?ndose en su tumba porque él quer?a otra cosa. Entonces, ?d?nde deber?a estar? En el Moncayo. En el cementerio de Trasmoz, que le inspir? la m?s bella reflexi?n sobre la vida y la muerte. All? lo dej? claro. Y alguien deber?a hacer algo para reparar esa injusticia hist?rica”, relata en Alerta Bécquer.
http://uc-4u.com/clip/c2728fad-1f27-4798-8240-37f151be897f_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Bécquer lleg? a Trasmoz fascinado por la historia de la T?a Casca: el municipio le dedica varias placas. | ALBA VIGARAY
Un referéndum para la absoluci?n
Entre semana, 45 personas residen en Trasmoz. El resto decidi? marcharse, aunque regresan de vez en cuando. Sobre todo, en verano. Por ello, resulta tan singular encontrarse con alg?n vecino por sus callejones. De conseguirlo, la charleta est? garantizada. Aqu? no hay mercados ni tiendas, por lo que la compra de fruta, pescado, carnes o verduras depende del cami?n de turno. A las 11, por ejemplo, se espera la llegada del pan. Lo que moviliza a los abuelos que resisten.
Ahora bien, lejos de ser una poblaci?n envejecida, la media de edad ha bajado bastante gracias a las familias que han ido acogiendo. Se dedican al queso, el aceite o la miel. Igualmente, hay pastores y ganaderos. La mayor?a se re?ne en el ?nico bar de la villa, donde las calderetas y las ca?as se reparten a diestro y siniestro.
Ah? es donde, de verdad, se toman las decisiones trascendentales. Como las que tienen que ver con sus fiestas m?s populares. Por un lado, la Feria de Magia y Plantas Medicinales: celebrada en julio, comienza con un desfile encabezado por la bruja del a?o, escoltada por una corte de caballeros y el yerbero, un personaje hist?rico que obsequia con un ramo a la galardonada. A lo largo de la jornada, se realizan exhibiciones de cetrer?a, combates de espadas y representaciones de torturas.
Por otro lado, La Luz de las ?nimas: en octubre, 5.000 turistas llegan para vaciar y decorar las calabazas que colocar?n por el camposanto y el monte. El fin es guiar a los esp?ritus a la vez que se reza el rosario en procesi?n. Dulces, queimadas y asados est?n asegurados.
http://uc-4u.com/clip/6a0ab0b6-da8d-4ff1-95ec-2131f8c019de_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg La Feria de Magia y Plantas Medicinales es la fiesta mayor de Trasmoz: se celebra cada julio. | Cedida
Se trata de la cara alegre de un pasado del que no todos est?n orgullosos, pero del que prefieren no desprenderse. Si quisieran, podr?an dejar de estar excomulgados y malditos. Bastar?a con mandar un escrito al Papa para anular ambas condiciones. Sin embargo, no est?n por la labor de hacerlo: en uno de los plenos, el pueblo vot? en contra de pedir al Vaticano la absoluci?n. Es parte de su identidad y, como tal, la aprovechan como reclamo tur?stico.
“Yo me quedé aqu? por elecci?n propia. Hay una energ?a especial que me enamor?. Basta con llegar y sentirla. Quiz?, sea el hechizo de una de sus brujas”, concluye Lola, que cruza las manos como si fuese a darnos la bendici?n. Entonces, abre la puerta de su casa. Atraviesa el muérdago que la protege y se despide con la certeza de haber dejado todo lo malo fuera. “Vivir en un sitio as? es un privilegio”.
ETA secuestr? a Julio Iglesias en Trasmoz
“Esto es vida”, dice con énfasis Jes?s, bombero de profesi?n y alcalde por convicci?n. Lleva ocho a?os frente al Consistorio, aunque los mandatos ya le pesan. Est? contento con los avances que ha ido logrando el pueblo, que paso a paso empieza a tomar presencia en el mapa. En Trasmoz vivi? hasta los 10, a donde regres? para devolverle el esplendor. Hoy vive en Tarazona, a escasos 14 kil?metros, pero pasa la mayor parte del tiempo fuera de casa. Cuidando las calles. Preguntando a los vecinos. Mejorando los servicios. “Hemos conseguido transformar un tab? en un atractivo: las brujas antes asustaban, ahora interesan. Y mucho”, atestigua. Incluso a los propios habitantes, que han decorado sus domicilios para ensalzar a?n m?s las leyendas que han apuntalado su historia. Una que, entre otras curiosidades, tiene a Julio Iglesias Puga como uno de sus protagonistas. En una de las viviendas de la Plaza de Espa?a, Papuchi estuvo secuestrado 20 d?as por el brazo pol?tico militar de ETA (ETApm). Todo comenz? el 29 de diciembre de 1981, cuando acud?a a una entrevista con unos falsos periodistas alemanes. Tres semanas m?s tarde, los GEO lo liberaron tras una tarde intensa de festejos locales. Ya en el juicio, el ginec?logo sorprendi? al jurado al elogiar a sus captores. Seg?n El Pa?s, reconoci? haberles entregado 20.000 pesetas para que le consiguiesen ropa limpia. Adem?s, renunci? a la indemnizaci?n.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/papa-salvarlo-unico-pueblo-espanol-77990850)
Lola es una bruja. Moderna, podr?amos decir. Y lo es oficialmente, pues en Trasmoz, Zaragoza, otorgan este t?tulo cada verano desde el 2000. ?ste es el ?nico pueblo excomulgado y maldito de Espa?a. La Iglesia lo despreci? hace 767 a?os en un intento por proteger la religi?n: por esta localidad zaragozana de 80 habitantes las brujas han campado a sus anchas desde el siglo XIII. Y lo m?s importante: sin miedo a arder en la hoguera.
Sus callejuelas son el vivo recuerdo de esta tradici?n: hay muérdago, cruces, velas, v?rgenes y huesos. Ya nadie se?ala con el dedo, es verdad. Pero la magia que riega cada rinc?n parece haberse quedado congelada. “La primera condici?n para ser bruja es tener una vivienda aqu?. Y la segunda, poseer conocimientos de medicina herbaria. No obstante, la clave est? en el propio municipio: hay que involucrarse en la difusi?n y protecci?n de una cultura ?nica”, se?ala la experta, que ostenta esta condici?n desde 2009.
Hasta aqu? lleg? en 2002, buscando el remanso de paz que Zaragoza no le daba. Se compr? una casa, la restaur? y tom? las riendas del castillo que corona el lugar. En él se localiza el germen del mito que hoy vertebra Trasmoz. Y que, en consecuencia, capta la atenci?n de cientos de visitantes cada fin de semana.
http://uc-4u.com/clip/72251d1e-659e-4184-9246-9dc4793a0bc5_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Lola lleg? a Trasmoz en 2002, a?o en el que se compr? la casa que ha ido restaurando poco a poco. | ALBA VIGARAY
“El origen se remonta a la época de Jaime I, cuando ya no hab?a guerras. Este hecho explica que la fortaleza perdiese su destacamento militar y pasase a ser custodiada por unos pocos individuos. Algunas de ellos, religiosos. Dada la tranquilidad y la discreci?n que reinaba en esta zona, decidieron falsificar maraved?es. Para que la gente no se acercara a su guarida, se inventaron que las hechiceras hab?an tomado la atalaya y que hac?an ruidos con sus calderos. La villa se crey? esta teor?a al completo. M?s cuando dicho testimonio proced?a de un miembro del clero”, relata Lola.
Desde entonces, numerosas leyendas han tomado la delantera a la realidad. Algunas de las cuales fueron utilizadas por el principal enemigo de Trasmoz para justificar los dos atentados que han marcado su historia: la excomulgaci?n y la maldici?n.
http://uc-4u.com/clip/c7ed6a20-ef48-4825-afdd-618f6a533a58_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Seg?n la leyenda, el castillo de Trasmoz fue levantado por un nigromante en una sola noche tras invocar a los esp?ritus. | ALBA VIGARAY
Se dec?a que, cada noche, las brujas celebraban aquelarres entre las murallas. O que coc?an pociones para practicar ritos. Esta informaci?n lleg? a o?dos del Monasterio de Veruela, cuyo abad hab?a protagonizado desencuentros con este territorio: era una islita laica, por lo que no respond?a ante él. Y eso le molestaba en particular. Por ello, cuando surgi? un problema con la le?a que ambos recolectaban en el Monte de la Mata, decidi? aprovechar las f?bulas para aniquilarlo.
As?, en 1255, Andrés de Tudela solicit? al arzobispo de Tarazona desterrar al pueblo del catolicismo. De este modo, todos los sacramentos que se realizaran dejar?an de tener validez. “No vamos a entrar en detalles por las personas mayores”, suelta de inmediato Lola, temerosa de herir la sensibilidad de sus vecinos. La Parroquia de Nuestra Se?ora de la Huerta jam?s ha interrumpido sus oficios.
http://uc-4u.com/clip/a49a1bf4-9868-4a93-8d21-e91d0d1cebe5_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Panor?mica de Trasmoz, con la Parroquia de Nuestra Se?ora de la Huerta a la izquierda. | ALBA VIGARAY
?sta se emplaza en la parte alta, escondida entre residencias t?picas. La que se levanta justo enfrente pertenece a Luigi Mar?ez, un escultor sevillano que lleg? entusiasmado por el misterio que rodeaba a este concejo. Con plena dedicaci?n, fue transformando el inmueble que adquiri? en 2007 en una especie de mausoleo que acoge desde ata?des hasta cr?neos. Hay aparatos de tortura y, en el jard?n trasero, puede divisarse una mara?a de urnas, rosarios, l?pidas y mu?ecos que acent?an las pulsaciones por un instante.
Apenas se oye un ruido, por lo que el m?s leve de los movimientos puede llegar a convertirse en un auténtico torbellino. El artista lleva un tiempo sin pisarla, lo que explicar?a el polvo acumulado y la pintura desconchada. Sin embargo, esta situaci?n le da un aspecto a?n m?s siniestro al lugar. La niebla y el viento hacen lo dem?s.
http://uc-4u.com/clip/4622afcf-3784-45e9-8fa1-578825569cc0_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Luigi Mar?ez ha convertido su casa en una especie de mausoleo con urnas, rosarios, l?pidas, mu?ecos... | ALBA VIGARAY
Un castigo permitido por Julio II
Entre s?banas colgadas y juguetes destartalados, se levanta el hogar de Lola. En su fachada luce la placa que la acredita como la IX Bruja del a?o. A su alrededor, unas flores salpican de color el edificio de piedra que alberga alg?n que otro tesoro: una veleta, un faro, una calavera… Hoy se admiran con la ilusi?n de un ni?o, pero antes eran s?mbolo de mal augurio.
“La maldici?n sucedi? en 1511. Por aquel entonces, Trasmoz pertenec?a a Pedro Manuel Ximénez de Urrea. ?ste, cuando descubri? que el Monasterio de Veruela hab?a desviado el agua, puso el grito en el cielo. Era algo muy grave, as? que intervinieron las Cortes de Arag?n. Al final, Fernando II dio la raz?n al pueblo”, sostiene. Otra vez, un conflicto terrenal desat? un delirio religioso: el abad nunca perdon? la derrota y, con el permiso del Papa Julio II, lo conden?.
http://uc-4u.com/clip/5425ffce-9f86-4ec4-97ca-0149ad941793_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Cada verano, los vecinos entregan el t?tulo de 'Bruja del a?o' a una de las mujeres de la localidad. | ALBA VIGARAY
De madrugada, tras tapar el crucifijo del altar con un velo negro, recit? el salmo 108 del Antiguo Testamento: “Danos socorro contra el adversario porque vana es la ayuda del hombre. En Dios haremos proezas y él hollar? a nuestros enemigos”. Las palabras resonaron al repique de campanas, lo que antiguamente se utilizaba para blindar el cambio que quer?a instaurarse. Los lugare?os, que ya hab?an hecho caso omiso de la expulsi?n, tampoco prestaron demasiada atenci?n al maleficio. Algo que, en cambio, s? afect? a Pedro Manuel. Al él le aterroriz? la simple posibilidad de ser un desdichado. De ah? que se lanzase a la aventura.
“Gracias a las tesis doctorales de José Luis Corral y Enrique Galé sabemos que realiz? un viaje a las tres ciudades santas: Jerusalén, Roma y Santiago de Compostela. Lo hizo entre agosto de 1517 y mayo de 1519, dejando constancia de todo en un diario”, declara la especialista.
http://uc-4u.com/clip/4db44a83-4dc0-4a93-bc6c-b8d56293cba0_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg El pueblo luce detalles que van desde campanas y velas hasta mu?ecos y libros. | ALBA VIGARAYs
?Qué ocurri? con el libro? Pues que, al versificar pasajes de la Biblia, r?pidamente pas? a engrosar el cat?logo que la Inquisici?n prohibi?. As?, se pens? que se hab?a perdido entre las brasas. Pero Galé se empe?? en buscarlo. Tras a?os de investigaci?n, éste apareci? escondido en una biblioteca de Grenoble (Francia). En concreto, en la regentada por Hernando Col?n. De inmediato, la Diputaci?n Provincial de Zaragoza solicit? su restituci?n.
Parte de la culpa de este hallazgo fue de Manuel Jal?n, el inventor de la fregona y de la jeringuilla desechable. ?l apoy? su b?squeda desde que, en 1988 y tras una subasta p?blica, se qued? con el castillo. Cre? una fundaci?n que, hasta 2020, se encarg? de cuidar, gestionar y promocionar la historia de este paraje. Entre sus miembros estaba Lola que, tras la muerte del ingeniero aeron?utico en 2011, tom? las riendas hasta su traspaso al Ayuntamiento.
http://uc-4u.com/clip/47ed1d2a-edb2-4c8b-8462-c6dd86025b20_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Existen distintos cultivos de plantas e hierbas que se distribuyen por las calles de Trasmoz. | ALBA VIGARAY
El asesinato que inspir? a Bécquer
En la actualidad, el fort?n acusa el paso del tiempo. Aunque se est?n haciendo grandes esfuerzos por restaurarlo. Poco a poco, va retomando la entidad que tuvo. A esta altura, el cierzo azota con fuerza. Y, a pesar de que cuesta mantener la mirada al frente, las vistas resultan una auténtica delicia. Desde aqu? es posible divisar Vera, Tarazona y Litago en la distancia. En cualquier caso, la joya se encuentra en el interior de la torre principal: una colecci?n de plantas, utensilios, animales y recetas que recuerdan c?mo viv?an y actuaban las curanderas.
Una de las m?s queridas fue la T?a Casca, a la que homenajean con dos esculturas. La primera se ubica en el camino que dirige hacia al alc?zar, mientras que la segunda se erige en el punto donde la mataron: una sima que ha pasado de ser un vertedero abandonado a un babil?nico mirador.
http://uc-4u.com/clip/ffa6a00d-6ae0-419b-b92f-f655c9a2c4dd_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg En la torre principal del castilla es posible identificar las hierbas y los utensilios que utilizaban las curanderas. | ALBA VIGARAY
“La arrojaron colina abajo, tras un eclipse de sol y una aterradora tormenta. Esto hizo que se estropearan las cosechas y murieran varios animales. En 1850, la multitud no entend?a por qué se produc?an estos fen?menos, por lo que lo achacaron a ella. La acusaron de traer todos los males, as? que empezaron a llamarla bruja. Hasta que un d?a, tras distintos altercados, la persiguieron y la asesinaron”, recuerda Lola.
Su historia fascin? a Gustavo Adolfo Bécquer, que lleg? a Trasmoz después del suceso. Por sus calles empinadas y sus hogares encalados pase? en busca de inspiraci?n. La hall?, dadas las Cartas desde mi celda que escribi? tras su visita: “Me bast? distinguir sus gre?as blancuzas que se enredaban alrededor de su frente como culebras, sus formas extravagantes, su cuerpo encorvado y sus brazos disformes, que se destacaban angulosos y oscuros”.
http://uc-4u.com/clip/6642af48-29e2-4a5a-bc0f-8cb2ca8fc8ef_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Una de las estatuas que Trasmoz dedica a la T?a Casca, su bruja m?s célebre. | ALBA VIGARAY
En cierto modo, el escritor aliment? el folclore que tanto ha marcado a esta regi?n. “?Qué pasa de noche, que tales aspavientos hacéis y con tan temerosas y oscuras palabras nos habl?is de lo que all? podr?a acontecernos? ?Se nos comer?n acaso los lobos?”, se preguntaba en una de las misivas que publicaba en El Contempor?neo. A él se dedican diferentes murales. Y también alg?n libro, como el que firma el periodista Miguel Mena.
“Gustavo Adolfo nunca quiso que lo enterraran en un sitio lleno de m?rmoles. No puede descansar en paz en la cripta de la Anunciaci?n. Debe de llevar un siglo agit?ndose en su tumba porque él quer?a otra cosa. Entonces, ?d?nde deber?a estar? En el Moncayo. En el cementerio de Trasmoz, que le inspir? la m?s bella reflexi?n sobre la vida y la muerte. All? lo dej? claro. Y alguien deber?a hacer algo para reparar esa injusticia hist?rica”, relata en Alerta Bécquer.
http://uc-4u.com/clip/c2728fad-1f27-4798-8240-37f151be897f_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Bécquer lleg? a Trasmoz fascinado por la historia de la T?a Casca: el municipio le dedica varias placas. | ALBA VIGARAY
Un referéndum para la absoluci?n
Entre semana, 45 personas residen en Trasmoz. El resto decidi? marcharse, aunque regresan de vez en cuando. Sobre todo, en verano. Por ello, resulta tan singular encontrarse con alg?n vecino por sus callejones. De conseguirlo, la charleta est? garantizada. Aqu? no hay mercados ni tiendas, por lo que la compra de fruta, pescado, carnes o verduras depende del cami?n de turno. A las 11, por ejemplo, se espera la llegada del pan. Lo que moviliza a los abuelos que resisten.
Ahora bien, lejos de ser una poblaci?n envejecida, la media de edad ha bajado bastante gracias a las familias que han ido acogiendo. Se dedican al queso, el aceite o la miel. Igualmente, hay pastores y ganaderos. La mayor?a se re?ne en el ?nico bar de la villa, donde las calderetas y las ca?as se reparten a diestro y siniestro.
Ah? es donde, de verdad, se toman las decisiones trascendentales. Como las que tienen que ver con sus fiestas m?s populares. Por un lado, la Feria de Magia y Plantas Medicinales: celebrada en julio, comienza con un desfile encabezado por la bruja del a?o, escoltada por una corte de caballeros y el yerbero, un personaje hist?rico que obsequia con un ramo a la galardonada. A lo largo de la jornada, se realizan exhibiciones de cetrer?a, combates de espadas y representaciones de torturas.
Por otro lado, La Luz de las ?nimas: en octubre, 5.000 turistas llegan para vaciar y decorar las calabazas que colocar?n por el camposanto y el monte. El fin es guiar a los esp?ritus a la vez que se reza el rosario en procesi?n. Dulces, queimadas y asados est?n asegurados.
http://uc-4u.com/clip/6a0ab0b6-da8d-4ff1-95ec-2131f8c019de_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg La Feria de Magia y Plantas Medicinales es la fiesta mayor de Trasmoz: se celebra cada julio. | Cedida
Se trata de la cara alegre de un pasado del que no todos est?n orgullosos, pero del que prefieren no desprenderse. Si quisieran, podr?an dejar de estar excomulgados y malditos. Bastar?a con mandar un escrito al Papa para anular ambas condiciones. Sin embargo, no est?n por la labor de hacerlo: en uno de los plenos, el pueblo vot? en contra de pedir al Vaticano la absoluci?n. Es parte de su identidad y, como tal, la aprovechan como reclamo tur?stico.
“Yo me quedé aqu? por elecci?n propia. Hay una energ?a especial que me enamor?. Basta con llegar y sentirla. Quiz?, sea el hechizo de una de sus brujas”, concluye Lola, que cruza las manos como si fuese a darnos la bendici?n. Entonces, abre la puerta de su casa. Atraviesa el muérdago que la protege y se despide con la certeza de haber dejado todo lo malo fuera. “Vivir en un sitio as? es un privilegio”.
ETA secuestr? a Julio Iglesias en Trasmoz
“Esto es vida”, dice con énfasis Jes?s, bombero de profesi?n y alcalde por convicci?n. Lleva ocho a?os frente al Consistorio, aunque los mandatos ya le pesan. Est? contento con los avances que ha ido logrando el pueblo, que paso a paso empieza a tomar presencia en el mapa. En Trasmoz vivi? hasta los 10, a donde regres? para devolverle el esplendor. Hoy vive en Tarazona, a escasos 14 kil?metros, pero pasa la mayor parte del tiempo fuera de casa. Cuidando las calles. Preguntando a los vecinos. Mejorando los servicios. “Hemos conseguido transformar un tab? en un atractivo: las brujas antes asustaban, ahora interesan. Y mucho”, atestigua. Incluso a los propios habitantes, que han decorado sus domicilios para ensalzar a?n m?s las leyendas que han apuntalado su historia. Una que, entre otras curiosidades, tiene a Julio Iglesias Puga como uno de sus protagonistas. En una de las viviendas de la Plaza de Espa?a, Papuchi estuvo secuestrado 20 d?as por el brazo pol?tico militar de ETA (ETApm). Todo comenz? el 29 de diciembre de 1981, cuando acud?a a una entrevista con unos falsos periodistas alemanes. Tres semanas m?s tarde, los GEO lo liberaron tras una tarde intensa de festejos locales. Ya en el juicio, el ginec?logo sorprendi? al jurado al elogiar a sus captores. Seg?n El Pa?s, reconoci? haberles entregado 20.000 pesetas para que le consiguiesen ropa limpia. Adem?s, renunci? a la indemnizaci?n.
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