الريــم
10-31-2022, 03:15 PM
El abandono rural y el éxodo a las ciudades, el descuido de los cultivos y el aumento de desastres naturales como los incendios agudizan los efectos del calentamiento global. En una fatal combinaci?n, despoblaci?n y crisis clim?tica se retroalimentan, seg?n los expertos. El ?ltimo informe de Greenpeace al respecto se?ala que los municipios rurales contribuyen un 34 % menos al cambio clim?tico que los urbanos y hasta veinte veces m?s a la conservaci?n de la biodiversidad. En esa l?nea, subrayan que solo un 16 % de la poblaci?n en Espa?a est? «cuidando» del 85 % de un territorio clave en la emergencia ecol?gica. Las zonas despobladas, en su gran mayor?a, suelen estar circundadas por enormes superficies forestales, los auténticos sumideros de carbono de las emisiones generadas en las megaurbes.
Con el 74 % del territorio espa?ol expuesto a la aridez y, por tanto, con mayor riesgo de desertificaci?n, el Ministerio para la Transici?n Ecol?gica y el Reto Demogr?fico apunta como una de las causas de esa erosi?n del suelo al abandono de las zonas rurales y las parcelas agr?colas, as? como a la nula gesti?n forestal que ese abandono conlleva.
Muchas comunidades aut?nomas empiezan a afrontar de forma integral el doble reto de la despoblaci?n y el cambio clim?tico. Es el caso de la valenciana, que reconoce en su anteproyecto de Ley de Medidas contra la Despoblaci?n el papel que juegan*las peque?as y deshabitadas zonas del interior en la lucha para evitar que los montes se conviertan en un polvor?n durante la época estival. El fuego es el primer paso hacia la irreversible erosi?n de la corteza vegetal, especialmente con la llegada de las torrenciales lluvias del oto?o, como se advierte desde el Centro de Estudios Ambientales del Mediterr?neo (CEAM).
http://uc-4u.com/clip/ce9bde87-3980-4db7-be80-5e7203a4800f_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Alcadima, en Albacete, pueblo deshabitado | Pinterest
Es un mal compartido por todo el territorio espa?ol. En Asturias, la alta recurrencia de incendios, con una media de 1.411 anuales, se ha acentuado con el abandono de pueblos, el aumento de las temperaturas y el incremento de la biomasa. Con m?s de 10.000 propiedades absorbidas por el bosque, el riesgo de sufrir fuegos y que éstos se propaguen se multiplica. La pérdida de las actividades agr?colas conlleva, en muchos casos, la desaparici?n de variedades aut?ctonas aclimatadas al terreno y también las especies silvestres asociadas.
En el Parc Natural de la Serra d’Espadà, en Castell?n, el colectivo Connecta Natura trabaja desde hace a?os en la recuperaci?n de frutales como almendros o ciruelos propios de la zona y por tanto con mayores posibilidades de adaptaci?n a condiciones clim?ticas m?s extremas o de estrés h?drico.
Desde Alicante hasta Lugo
La custodia del territorio por medio de colectivos ambientalistas o fundaciones sin ?nimo de lucro es una de las f?rmulas para la recuperaci?n de parcelas de alto valor ecol?gico o la restauraci?n de ecosistemas y el regreso de la biodiversidad perdida. Fundem, creada en 1996 por Enrique Montoliu Montoliu, extiende sus tent?culos por toda la Comunitat Valenciana, desde la sierra de Bernia, Benimantell o La Vall de Gallinera en Alicante hasta el valle del r?o Mijares o el Penyagolosa en Castell?n. Pero también empiezan a crecer en otros puntos del territorio espa?ol. En Ulloa (Lugo) y a través del grupo Quercus Sonora trabaja en la sustituci?n de la ex?tica invasora eucaliptos (Eucalyptus L’Her) por especies muy importantes para la fauna forestal como robles (Quercus robur), casta?os (Castanea sativa), abedules (Betula alba), avellanos (Corylus avellana) o cerezos (Prunus avium).
En las zonas de media monta?a de la Rioja, Catalu?a y Arag?n, el proyecto Life Mid Macc investiga sobre diferentes medidas de gesti?n del paisaje para promover la adaptaci?n al cambio clim?tico. La falta de gesti?n y mantenimiento del territorio, seg?n el estudio, es uno de los principales motivos que disparan la vulnerabilidad a los impactos del calentamiento global.
http://uc-4u.com/clip/f2a195bf-1df8-43e6-aa44-047e14dc2eb7_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg El despoblamiento deja sin gesti?n la naturaleza | pinterest
El terreno forestal se multiplica
La pérdida de presencia humana implica autom?ticamente la recuperaci?n del terreno perdido por parte de la naturaleza. Algo que en principio pudiera entenderse como positivo no lo es tanto si esas miles de hect?reas ganadas por el monte cada a?o no son debidamente gestionadas. La superficie forestal de Espa?a ha aumentado durante los ?ltimos cinco lustros a un ritmo de casi 200.000 hect?reas por a?o y en la actualidad ocupa cerca del 60 % del total. Un peligro, pues el incremento de la biomasa sin control*dispara el riesgo de los llamados incendios de sexta generaci?n, tal como advierte de forma peri?dica la Red Espa?ola de Desarrollo Rural (REDR).
La Comisi?n Europea ya puso en marcha el a?o pasado una iniciativa para lograr un mundo rural m?s fuerte, conectado, resiliente y pr?spero antes de 2040. Estas zonas, que ocupan el 80% de la superficie de la Uni?n Europea, y en las que vive el 37% de la poblaci?n, son proveedoras de servicios esenciales para el buen funcionamiento y la salud de los ecosistemas. Tienen la llave*para alcanzar la neutralidad clim?tica. De ah? que se se?ale que esos territorios deben desempe?ar un papel esencial en el logro de los objetivos del Pacto Verde Europeo, persiguiendo una mayor resistencia ambiental y una menor exposici?n a fen?menos extremos cada vez m?s extremos.
........
Contacto de la secci?n de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/medio-ambiente/abandono-rural-agrava-efectos-cambio-77958138)
Con el 74 % del territorio espa?ol expuesto a la aridez y, por tanto, con mayor riesgo de desertificaci?n, el Ministerio para la Transici?n Ecol?gica y el Reto Demogr?fico apunta como una de las causas de esa erosi?n del suelo al abandono de las zonas rurales y las parcelas agr?colas, as? como a la nula gesti?n forestal que ese abandono conlleva.
Muchas comunidades aut?nomas empiezan a afrontar de forma integral el doble reto de la despoblaci?n y el cambio clim?tico. Es el caso de la valenciana, que reconoce en su anteproyecto de Ley de Medidas contra la Despoblaci?n el papel que juegan*las peque?as y deshabitadas zonas del interior en la lucha para evitar que los montes se conviertan en un polvor?n durante la época estival. El fuego es el primer paso hacia la irreversible erosi?n de la corteza vegetal, especialmente con la llegada de las torrenciales lluvias del oto?o, como se advierte desde el Centro de Estudios Ambientales del Mediterr?neo (CEAM).
http://uc-4u.com/clip/ce9bde87-3980-4db7-be80-5e7203a4800f_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Alcadima, en Albacete, pueblo deshabitado | Pinterest
Es un mal compartido por todo el territorio espa?ol. En Asturias, la alta recurrencia de incendios, con una media de 1.411 anuales, se ha acentuado con el abandono de pueblos, el aumento de las temperaturas y el incremento de la biomasa. Con m?s de 10.000 propiedades absorbidas por el bosque, el riesgo de sufrir fuegos y que éstos se propaguen se multiplica. La pérdida de las actividades agr?colas conlleva, en muchos casos, la desaparici?n de variedades aut?ctonas aclimatadas al terreno y también las especies silvestres asociadas.
En el Parc Natural de la Serra d’Espadà, en Castell?n, el colectivo Connecta Natura trabaja desde hace a?os en la recuperaci?n de frutales como almendros o ciruelos propios de la zona y por tanto con mayores posibilidades de adaptaci?n a condiciones clim?ticas m?s extremas o de estrés h?drico.
Desde Alicante hasta Lugo
La custodia del territorio por medio de colectivos ambientalistas o fundaciones sin ?nimo de lucro es una de las f?rmulas para la recuperaci?n de parcelas de alto valor ecol?gico o la restauraci?n de ecosistemas y el regreso de la biodiversidad perdida. Fundem, creada en 1996 por Enrique Montoliu Montoliu, extiende sus tent?culos por toda la Comunitat Valenciana, desde la sierra de Bernia, Benimantell o La Vall de Gallinera en Alicante hasta el valle del r?o Mijares o el Penyagolosa en Castell?n. Pero también empiezan a crecer en otros puntos del territorio espa?ol. En Ulloa (Lugo) y a través del grupo Quercus Sonora trabaja en la sustituci?n de la ex?tica invasora eucaliptos (Eucalyptus L’Her) por especies muy importantes para la fauna forestal como robles (Quercus robur), casta?os (Castanea sativa), abedules (Betula alba), avellanos (Corylus avellana) o cerezos (Prunus avium).
En las zonas de media monta?a de la Rioja, Catalu?a y Arag?n, el proyecto Life Mid Macc investiga sobre diferentes medidas de gesti?n del paisaje para promover la adaptaci?n al cambio clim?tico. La falta de gesti?n y mantenimiento del territorio, seg?n el estudio, es uno de los principales motivos que disparan la vulnerabilidad a los impactos del calentamiento global.
http://uc-4u.com/clip/f2a195bf-1df8-43e6-aa44-047e14dc2eb7_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg El despoblamiento deja sin gesti?n la naturaleza | pinterest
El terreno forestal se multiplica
La pérdida de presencia humana implica autom?ticamente la recuperaci?n del terreno perdido por parte de la naturaleza. Algo que en principio pudiera entenderse como positivo no lo es tanto si esas miles de hect?reas ganadas por el monte cada a?o no son debidamente gestionadas. La superficie forestal de Espa?a ha aumentado durante los ?ltimos cinco lustros a un ritmo de casi 200.000 hect?reas por a?o y en la actualidad ocupa cerca del 60 % del total. Un peligro, pues el incremento de la biomasa sin control*dispara el riesgo de los llamados incendios de sexta generaci?n, tal como advierte de forma peri?dica la Red Espa?ola de Desarrollo Rural (REDR).
La Comisi?n Europea ya puso en marcha el a?o pasado una iniciativa para lograr un mundo rural m?s fuerte, conectado, resiliente y pr?spero antes de 2040. Estas zonas, que ocupan el 80% de la superficie de la Uni?n Europea, y en las que vive el 37% de la poblaci?n, son proveedoras de servicios esenciales para el buen funcionamiento y la salud de los ecosistemas. Tienen la llave*para alcanzar la neutralidad clim?tica. De ah? que se se?ale que esos territorios deben desempe?ar un papel esencial en el logro de los objetivos del Pacto Verde Europeo, persiguiendo una mayor resistencia ambiental y una menor exposici?n a fen?menos extremos cada vez m?s extremos.
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Contacto de la secci?n de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es
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