الريــم
10-31-2022, 07:27 AM
"Se ha ido a dormir", dijo Mauro César Cid, el ayudante de Jair Bolsonaro, cuando algunos de sus ministros trataron de hablar con el presidente derrotado en las urnas y saber qué decir a los atribulados simpatizantes de la ultraderecha. La noche del domingo le perteneci? por completo a Luiz Inacio Lula da Silva. El hombre que gobernar? Brasil por tercera vez a partir del 1 de enero de 2023 evit? recurrir a sus dotes de gran orador e improvisador al hablar en San Pablo ante sus seguidores y aliados. Ley? un discurso escrito como un gesto m?s de cautela, luego de horas de temores. Es posible que Bolsonaro, due?o del 49,10% de los sufragios, hable a los brasile?os este lunes y arroje algunas claves sobre la transici?n. Quedan dos meses de su Gobierno que, a ojos de los analistas, presagian contratiempos y, quiz?, tormentas. Por eso, las horas de festejos en las calles se poblaron también de sigilosas preguntas y preocupaciones sobre el futuro.
"La victoria fue de la democracia luchando contra la autocracia”, dijo M?riam Leit?o, columnista estrella del diario carioca O Globo. "Brasil vuelve a respirar", consider? el escritor Fernando Gabeira, en la misma publicaci?n. "Es un d?a para celebrar en nombre de muchas cosas. De la selva, de los pueblos originarios, que habr?an sido destruidos sin piedad con la continuidad de Bolsonaro. Para la humanidad, que, ante la posibilidad de proteger el Amazonas, puede respirar un poco m?s tranquila ante la amenaza del cambio clim?tico".*La gigantesca tarea de recuperar el rumbo no depende solo de un Lula que, a su modo, también puso el acento en la necesidad de pasar de p?gina. "Hay que desarmar los esp?ritus", dijo el vencedor de las elecciones con el 50,9% de los votos. "Habr? que aprender a distinguir a los conservadores de los reaccionarios, a mostrar a los religiosos de buena fe que se equivocaron al creer en l?deres espurios", se?al? en ese sentido Gabeira, autor deDemocracia tropical, un ensayo sobre la destituci?n de la presidenta Dilma Rousseff por el parlamento, en 2016.
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El problema de la polarizaci?n
El diario paulistaEstado consider? que, tras a?os de enfrentamientos, Lula tiene "el deber de enfriar los ?nimos". Su victoria, a?adi?, "est? lejos de representar una soluci?n para el pa?s. Es, de hecho, un nuevo reto". Para Ligia Mar?a, columnista de Folha, el clima bélico de la campa?a electoral se traslad? a todas las esferas de la vida de la sociedad y no es de f?cil disoluci?n. "Los padres se pelearon con sus hijos, las parejas se separaron y las amistades se rompieron". El da?o, "ya est? hecho" y "no se vislumbra un cambio en el horizonte cercano".
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El Congreso pondr? en escena los l?mites de la pol?tica de concordia de Lula. La ultraderecha contar? a partir de 2023 con la bancada mayoritaria. El 24% de los esca?os pertenecer? al PT, un n?mero insuficiente para detener una embestida contra el futuro presidente. Por otra parte, Lula tendr? gobernadores aliados en 11 estados, incluidos cuatro gobernadores del PT. Sin embargo, deber? lidiar con 14 estados opositores, especialmente en el Sur, el Sudeste y el Centro-Oeste del pa?s. Y, a la vez, en breve se sabr? cu?les ser?n los movimientos de la ultraderecha m?s activa tanto en las redes sociales como en las calles. El bolsonarismo es un movimiento de masas y una se?al de peligro permanente por muchos a?os.
De la proeza a la realidad
Cuatro a?os atr?s, Lula fue condenado por el juez Sergio Moro en una causa que termin? revel?ndose escandalosa y fue anulada por el Tribunal Supremo. "La democracia es as?. El resultado de una elecci?n no puede sobrepasar el deber de responsabilidad que tenemos con Brasil", dijo el exjuez, quien luego fue ministro de Seguridad de Bolsonaro, se pele? con el capit?n retirado y en 2023 ser? senador por un partido conservador.
Galer?a ID:
77942729
El futuro mandatario estuvo recluido 580 d?as. Al salir, llev? adelante una empresa colosal, "a la altura de los m?s épicos viajes de superaci?n", seg?n Roberto Andrés, columnista de la revista Piaui. En noviembre de 2019, al abandonar la c?rcel, pocos cre?an que ser?a eso posible. Sucedi?. El pr?ximo Gobierno "tendr? una tarea a?n m?s ardua que la emprendida hasta ahora. En los ?ltimos tres a?os, Lula y el PT han hecho bien lo que dominan: articulaciones, negociaciones, campa?as. A partir del pr?ximo a?o, tendr?n el reto de reconstruir un pa?s destrozado, de dialogar con un Congreso cuyo fisiologismo tradicional se ha radicalizado hacia la derecha, y de dar direcci?n a un Gobierno formado por una coalici?n heterodoxa. Todo ello requerir? también superar los l?mites de la primera versi?n del lulismo".
La herencia social
En su primera alocuci?n, el vencedor de la contienda subray? el car?cter intolerable de la pobreza. En 2003, cuando Lula inici? su primer mandato, puso en marcha pol?ticas de redistribuci?n de la renta que no afectaron los intereses de la elite econ?mica y se vieron beneficiadas por el crecimiento de la econom?a global. La mitad m?s pobre de la poblaci?n brasile?a aument? su participaci?n en la renta total del 11% al 12% entre 2001 y 2015, mientras que el 10% m?s rico pas? del 54% al 55%. A su vez, el 1% m?s rico vio crecer su participaci?n en la renta del 25% al 28%. Fueron los sectores medios los que vieron caer su cuota de ingresos del 34% al 32%. Ese fue el fermento de la aversi?n al PT que termin? con en el golpe parlamentario contra Roussef y, luego, la llegada de Bolsonaro al Palacio Planalto.
Pedro H. G. Ferreira de Souza, autor de 'Una historia de la desigualdad', estim? al respecto que Brasil fallar? otra vez si Lula no puede enfrentar los privilegios del 1% m?s pudiente. El mandatario electo lo sabe, y por eso, como hace 20 a?os, le record? a la sociedad que, ante todo, es imperativo "garantizar que todos los brasile?os tengan diariamente un desayuno, un almuerzo y una cena".
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/grandes-desafios-lula-brasil-venidero-77945864)
"La victoria fue de la democracia luchando contra la autocracia”, dijo M?riam Leit?o, columnista estrella del diario carioca O Globo. "Brasil vuelve a respirar", consider? el escritor Fernando Gabeira, en la misma publicaci?n. "Es un d?a para celebrar en nombre de muchas cosas. De la selva, de los pueblos originarios, que habr?an sido destruidos sin piedad con la continuidad de Bolsonaro. Para la humanidad, que, ante la posibilidad de proteger el Amazonas, puede respirar un poco m?s tranquila ante la amenaza del cambio clim?tico".*La gigantesca tarea de recuperar el rumbo no depende solo de un Lula que, a su modo, también puso el acento en la necesidad de pasar de p?gina. "Hay que desarmar los esp?ritus", dijo el vencedor de las elecciones con el 50,9% de los votos. "Habr? que aprender a distinguir a los conservadores de los reaccionarios, a mostrar a los religiosos de buena fe que se equivocaron al creer en l?deres espurios", se?al? en ese sentido Gabeira, autor deDemocracia tropical, un ensayo sobre la destituci?n de la presidenta Dilma Rousseff por el parlamento, en 2016.
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El problema de la polarizaci?n
El diario paulistaEstado consider? que, tras a?os de enfrentamientos, Lula tiene "el deber de enfriar los ?nimos". Su victoria, a?adi?, "est? lejos de representar una soluci?n para el pa?s. Es, de hecho, un nuevo reto". Para Ligia Mar?a, columnista de Folha, el clima bélico de la campa?a electoral se traslad? a todas las esferas de la vida de la sociedad y no es de f?cil disoluci?n. "Los padres se pelearon con sus hijos, las parejas se separaron y las amistades se rompieron". El da?o, "ya est? hecho" y "no se vislumbra un cambio en el horizonte cercano".
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El Congreso pondr? en escena los l?mites de la pol?tica de concordia de Lula. La ultraderecha contar? a partir de 2023 con la bancada mayoritaria. El 24% de los esca?os pertenecer? al PT, un n?mero insuficiente para detener una embestida contra el futuro presidente. Por otra parte, Lula tendr? gobernadores aliados en 11 estados, incluidos cuatro gobernadores del PT. Sin embargo, deber? lidiar con 14 estados opositores, especialmente en el Sur, el Sudeste y el Centro-Oeste del pa?s. Y, a la vez, en breve se sabr? cu?les ser?n los movimientos de la ultraderecha m?s activa tanto en las redes sociales como en las calles. El bolsonarismo es un movimiento de masas y una se?al de peligro permanente por muchos a?os.
De la proeza a la realidad
Cuatro a?os atr?s, Lula fue condenado por el juez Sergio Moro en una causa que termin? revel?ndose escandalosa y fue anulada por el Tribunal Supremo. "La democracia es as?. El resultado de una elecci?n no puede sobrepasar el deber de responsabilidad que tenemos con Brasil", dijo el exjuez, quien luego fue ministro de Seguridad de Bolsonaro, se pele? con el capit?n retirado y en 2023 ser? senador por un partido conservador.
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El futuro mandatario estuvo recluido 580 d?as. Al salir, llev? adelante una empresa colosal, "a la altura de los m?s épicos viajes de superaci?n", seg?n Roberto Andrés, columnista de la revista Piaui. En noviembre de 2019, al abandonar la c?rcel, pocos cre?an que ser?a eso posible. Sucedi?. El pr?ximo Gobierno "tendr? una tarea a?n m?s ardua que la emprendida hasta ahora. En los ?ltimos tres a?os, Lula y el PT han hecho bien lo que dominan: articulaciones, negociaciones, campa?as. A partir del pr?ximo a?o, tendr?n el reto de reconstruir un pa?s destrozado, de dialogar con un Congreso cuyo fisiologismo tradicional se ha radicalizado hacia la derecha, y de dar direcci?n a un Gobierno formado por una coalici?n heterodoxa. Todo ello requerir? también superar los l?mites de la primera versi?n del lulismo".
La herencia social
En su primera alocuci?n, el vencedor de la contienda subray? el car?cter intolerable de la pobreza. En 2003, cuando Lula inici? su primer mandato, puso en marcha pol?ticas de redistribuci?n de la renta que no afectaron los intereses de la elite econ?mica y se vieron beneficiadas por el crecimiento de la econom?a global. La mitad m?s pobre de la poblaci?n brasile?a aument? su participaci?n en la renta total del 11% al 12% entre 2001 y 2015, mientras que el 10% m?s rico pas? del 54% al 55%. A su vez, el 1% m?s rico vio crecer su participaci?n en la renta del 25% al 28%. Fueron los sectores medios los que vieron caer su cuota de ingresos del 34% al 32%. Ese fue el fermento de la aversi?n al PT que termin? con en el golpe parlamentario contra Roussef y, luego, la llegada de Bolsonaro al Palacio Planalto.
Pedro H. G. Ferreira de Souza, autor de 'Una historia de la desigualdad', estim? al respecto que Brasil fallar? otra vez si Lula no puede enfrentar los privilegios del 1% m?s pudiente. El mandatario electo lo sabe, y por eso, como hace 20 a?os, le record? a la sociedad que, ante todo, es imperativo "garantizar que todos los brasile?os tengan diariamente un desayuno, un almuerzo y una cena".
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