الريــم
10-29-2022, 09:25 AM
18 de julio de 1936. Un grupo de militares contrarios a la Rep?blica presidida por Santiago Casares Quiroga se alzan en armas contra el Gobierno y ponen en marcha el per?odo m?s sangriento de la historia de Espa?a. Queipo de Llano, Emilio Mola y Francisco Franco comandan los avances en Sevilla, Pamplona y Canarias. Estalla la Guerra Civil espa?ola. La Liga, que se ven?a disputando ininterrumpidamente desde la temporada 1928-29, debe parar en seco (https://www.sport.es/es/noticias/barca/liga-espanola-solo-paro-durante-guerra-civil-7890983).
M?s informaci?n (Auto)
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Practicar deporte ya no es seguro en el Estado, y mucho menos realizar desplazamientos por el territorio. Espa?a est? dividida entre el bando sublevado y el bando republicano, y se cobran vidas sin reparo como la del presidente del FC Barcelona, Josep Su?ol i Garriga, fusilado en la Sierra del Guadarrama –en Madrid– el 6 de agosto de 1936, pocos d?as después de iniciarse el conflicto armado. Su?ol, cuyo cargo m?s representativo era el de diputado en el Congreso por Esquerra Republicana de Catalunya, viajaba con la intenci?n de arropar y animar al bando republicano, pero se equivoc? de ruta y acab? adentr?ndose, junto con el ch?fer, un teniente republicano y el periodista Pere Virgili Ventura, en una zona controlada por el ejército fascista.
Todos ellos fueron fusilados sin piedad y enterrados sin que sus familiares conozcan, todav?a, su paradero exacto. De hecho, en los pr?ximos d?as un equipo de investigadores iniciar? una prospecci?n en la zona en la que se sospecha que podr?an estar enterrados los cuerpos de Su?ol y sus acompa?antes, con el benepl?cito de la Comunidad de Madrid y del Ministerio de Defensa, que inicialmente se opuso a la excavaci?n.
Pero volvamos al f?tbol. La Liga, cuya temporada 1935-36 hab?a terminado con la victoria del Athletic Club, a dos puntos del Madrid CF, ni siquiera pudo empezar el nuevo curso. El 3 de octubre de 1936, la Federaci?n Espa?ola de F?tbol suspendi? “la temporada en juego para toda clase de competiciones oficiales”, a la vez que autorizaba a los torneos superregionales a disputar sus partidos. Eso s?, “bajo su exclusiva responsabilidad”. Las ?nicas federaciones territoriales que decidieron seguir con el f?tbol fueron la catalana y la valenciana, en ese momento menos afectadas por el conflicto bélico que las del resto del Estado, que echaron el cerrojo.
Varios equipos fueron incautados y la mayor?a de ellos suspendieron todas las actividades. Los vascos se unieron para formar una selecci?n de Euskadi y se marcharon a disputar partidos fuera del territorio espa?ol, exactamente lo mismo que hizo el Barça un a?o después adentr?ndose en una gira por México que no solamente mantuvo en activo al club sino que lo salv? econ?micamente de la disoluci?n. Pero hubo dos equipos que no se rindieron. El Madrid CF y el Athletic de Madrid –actual Atlético–, con su campeonato regional suspendido, pidieron su inclusi?n en el torneo de Valencia-Murcia, demanda que fue rechazada. El Athletic baj? los brazos, pero el Madrid no lo hizo e inici? gestiones para ser aceptado en el Campeonato de Catalunya, que llevaba disputadas tres jornadas.
Bru como puente
Pablo Hern?ndez Coronado, secretario general del Madrid CF, deleg? en su entrenador Francesc Bru las gestiones para que el conjunto blanco fuera aceptado en la competici?n catalana. Bru hab?a sido jugador destacado del Barcelona y del Espanyol, adem?s de ?rbitro y seleccionador espa?ol absoluto, con lo que sus relaciones en Catalunya eran excelentes. El técnico madridista se reuni? con representantes de sus dos antiguos equipos, los m?s prestigiosos del pa?s, y traslad? un mensaje de optimismo a Hern?ndez Coronado. También lo hizo ante la prensa: “Las gestoras de ambos clubes han acogido bien mi propuesta”, expres? Bru, tal y como recoge el libro El Barça en Guerra (1936-1939) de los periodistas Josep Maria Solé i Sabaté y Jordi Finestres, actual mano derecha de Joan Laporta en el Barça.
Inicialmente, la Federaci? Catalana de Futbol acept? la inclusi?n del Madrid en el campeonato, auspiciada por la postura positiva del Sindicato de Futbolistas Catalanes. Eso s?, entrar?an sin puntuar para evitar que un equipo madrile?o ganara el campeonato catal?n. Madrid y Espanyol hab?an acordado el uso del estadio de Sarrià para los entrenos y el mismo Francesc Bru hab?a conseguido el alquiler de un chalé en El Masnou para albergar a toda la expedici?n blanca.
El 14 de octubre, el comité del Barcelona debati? el asunto en una reuni?n de la que se conserva su acta. La petici?n del Madrid “motiva un estudio meticuloso y desapasionado” por el que se tomaron varios acuerdos. El primero, que la decisi?n final deb?a recaer en la Federaci? Catalana. En segundo lugar, la comisi?n crey? que el Campeonato “no debe ser mixtificado ni perder ninguna de sus esencias raciales y profundamente espirituales”. Como tercer argumento, el Barça consider? que la inclusi?n del Madrid podr?a suponer una “conculcaci?n de aspiraciones” de otros clubes catalanes. Y en ?ltimo lugar, se ofreci? al Madrid y a la Federaci? Catalana para “estudiar conjuntamente la organizaci?n de una nueva competici?n muy amplia e interesante”. En definitiva, que el Barça se opuso a la participaci?n del Madrid en el Campeonato de Catalunya, aunque la ?ltima palabra la tendr?a la FCF.
El Barça consider? que el Campeonato de Catalunya no deb?a acoger a clubes de otros territorios del Estado
No al Madrid
Seis d?as m?s tarde de aquella reuni?n, la Federaci? debati? la propuesta blanca y emiti? su veredicto. No se aceptar?a al Madrid CF pese a que los clubes del Campeonato A –la primera divisi?n catalana– s? abogaron por su inclusi?n. El ?nico que no lo hizo fue el Barcelona, que tendi? la mano a los clubes modestos del Campeonato B, que s? se opusieron. En su comunicado, publicado ?ntegramente en el diario La Vanguardia del d?a 28 de octubre de 1936, la FCF deja claro que “en vista de la falta de unanimidad entre los expresados clubs sobre aquella inclusi?n, el citado Consejo Directivo sin perjuicio de la simpar?a que le merece el Madrid C.F. y todos sus jugadores, ha cre?do pertinente acordar que no es procedente la inclusi?n de aquel Club en el expresado campeonato de Catalu?a del cual se llevan ya jugadas tres jornadas”. Claro y meridiano.
El Madrid no jugar?a el torneo catal?n. No lo har?a, adem?s, por un argumento expresado en la reuni?n del Barça del d?a 20 de octubre: “El campeonato superregional de Catalunya ha sido siempre limitado exclusivamente a los clubs de nuestro pa?s”. La Federaci? Catalana de Futbol, sin embargo, y de la misma forma que propuso el Barcelona en los d?as previos a la decisi?n, abri? las puertas a organizar una nueva competici?n con todos los clubes del Estado que estuvieran interesados en participar en ella.
Seg?n recogen en su obra Solé i Sabaté y Finestres, la prensa madrile?a se tom? realmente mal la decisi?n de la Federaci?. Aunque no se apunt? a la instituci?n catalana de f?tbol, sino directamente al FC Barcelona. El peri?dico Informaciones se?al? al Barça y le hizo responsable de la oposici?n al Madrid: “Las ?ltimas noticias que tenemos del asunto aclaran de forma tajante que el club azulgrana, en contra de lo que se dijo en d?as anteriores, fue la ?nica Sociedad que se opuso a la incorporaci?n del Madrid en el torneo catal?n. […] El Barcelona ha hecho una vez m?s el juego al Madrid. Todas las declaraciones de amistad han sido un mito”.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sport-dossier-by-panenka/dia-barca-veto-madrid-77852196)
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http://placehold.it/175x100 T?tulo noticia (Auto)
Practicar deporte ya no es seguro en el Estado, y mucho menos realizar desplazamientos por el territorio. Espa?a est? dividida entre el bando sublevado y el bando republicano, y se cobran vidas sin reparo como la del presidente del FC Barcelona, Josep Su?ol i Garriga, fusilado en la Sierra del Guadarrama –en Madrid– el 6 de agosto de 1936, pocos d?as después de iniciarse el conflicto armado. Su?ol, cuyo cargo m?s representativo era el de diputado en el Congreso por Esquerra Republicana de Catalunya, viajaba con la intenci?n de arropar y animar al bando republicano, pero se equivoc? de ruta y acab? adentr?ndose, junto con el ch?fer, un teniente republicano y el periodista Pere Virgili Ventura, en una zona controlada por el ejército fascista.
Todos ellos fueron fusilados sin piedad y enterrados sin que sus familiares conozcan, todav?a, su paradero exacto. De hecho, en los pr?ximos d?as un equipo de investigadores iniciar? una prospecci?n en la zona en la que se sospecha que podr?an estar enterrados los cuerpos de Su?ol y sus acompa?antes, con el benepl?cito de la Comunidad de Madrid y del Ministerio de Defensa, que inicialmente se opuso a la excavaci?n.
Pero volvamos al f?tbol. La Liga, cuya temporada 1935-36 hab?a terminado con la victoria del Athletic Club, a dos puntos del Madrid CF, ni siquiera pudo empezar el nuevo curso. El 3 de octubre de 1936, la Federaci?n Espa?ola de F?tbol suspendi? “la temporada en juego para toda clase de competiciones oficiales”, a la vez que autorizaba a los torneos superregionales a disputar sus partidos. Eso s?, “bajo su exclusiva responsabilidad”. Las ?nicas federaciones territoriales que decidieron seguir con el f?tbol fueron la catalana y la valenciana, en ese momento menos afectadas por el conflicto bélico que las del resto del Estado, que echaron el cerrojo.
Varios equipos fueron incautados y la mayor?a de ellos suspendieron todas las actividades. Los vascos se unieron para formar una selecci?n de Euskadi y se marcharon a disputar partidos fuera del territorio espa?ol, exactamente lo mismo que hizo el Barça un a?o después adentr?ndose en una gira por México que no solamente mantuvo en activo al club sino que lo salv? econ?micamente de la disoluci?n. Pero hubo dos equipos que no se rindieron. El Madrid CF y el Athletic de Madrid –actual Atlético–, con su campeonato regional suspendido, pidieron su inclusi?n en el torneo de Valencia-Murcia, demanda que fue rechazada. El Athletic baj? los brazos, pero el Madrid no lo hizo e inici? gestiones para ser aceptado en el Campeonato de Catalunya, que llevaba disputadas tres jornadas.
Bru como puente
Pablo Hern?ndez Coronado, secretario general del Madrid CF, deleg? en su entrenador Francesc Bru las gestiones para que el conjunto blanco fuera aceptado en la competici?n catalana. Bru hab?a sido jugador destacado del Barcelona y del Espanyol, adem?s de ?rbitro y seleccionador espa?ol absoluto, con lo que sus relaciones en Catalunya eran excelentes. El técnico madridista se reuni? con representantes de sus dos antiguos equipos, los m?s prestigiosos del pa?s, y traslad? un mensaje de optimismo a Hern?ndez Coronado. También lo hizo ante la prensa: “Las gestoras de ambos clubes han acogido bien mi propuesta”, expres? Bru, tal y como recoge el libro El Barça en Guerra (1936-1939) de los periodistas Josep Maria Solé i Sabaté y Jordi Finestres, actual mano derecha de Joan Laporta en el Barça.
Inicialmente, la Federaci? Catalana de Futbol acept? la inclusi?n del Madrid en el campeonato, auspiciada por la postura positiva del Sindicato de Futbolistas Catalanes. Eso s?, entrar?an sin puntuar para evitar que un equipo madrile?o ganara el campeonato catal?n. Madrid y Espanyol hab?an acordado el uso del estadio de Sarrià para los entrenos y el mismo Francesc Bru hab?a conseguido el alquiler de un chalé en El Masnou para albergar a toda la expedici?n blanca.
El 14 de octubre, el comité del Barcelona debati? el asunto en una reuni?n de la que se conserva su acta. La petici?n del Madrid “motiva un estudio meticuloso y desapasionado” por el que se tomaron varios acuerdos. El primero, que la decisi?n final deb?a recaer en la Federaci? Catalana. En segundo lugar, la comisi?n crey? que el Campeonato “no debe ser mixtificado ni perder ninguna de sus esencias raciales y profundamente espirituales”. Como tercer argumento, el Barça consider? que la inclusi?n del Madrid podr?a suponer una “conculcaci?n de aspiraciones” de otros clubes catalanes. Y en ?ltimo lugar, se ofreci? al Madrid y a la Federaci? Catalana para “estudiar conjuntamente la organizaci?n de una nueva competici?n muy amplia e interesante”. En definitiva, que el Barça se opuso a la participaci?n del Madrid en el Campeonato de Catalunya, aunque la ?ltima palabra la tendr?a la FCF.
El Barça consider? que el Campeonato de Catalunya no deb?a acoger a clubes de otros territorios del Estado
No al Madrid
Seis d?as m?s tarde de aquella reuni?n, la Federaci? debati? la propuesta blanca y emiti? su veredicto. No se aceptar?a al Madrid CF pese a que los clubes del Campeonato A –la primera divisi?n catalana– s? abogaron por su inclusi?n. El ?nico que no lo hizo fue el Barcelona, que tendi? la mano a los clubes modestos del Campeonato B, que s? se opusieron. En su comunicado, publicado ?ntegramente en el diario La Vanguardia del d?a 28 de octubre de 1936, la FCF deja claro que “en vista de la falta de unanimidad entre los expresados clubs sobre aquella inclusi?n, el citado Consejo Directivo sin perjuicio de la simpar?a que le merece el Madrid C.F. y todos sus jugadores, ha cre?do pertinente acordar que no es procedente la inclusi?n de aquel Club en el expresado campeonato de Catalu?a del cual se llevan ya jugadas tres jornadas”. Claro y meridiano.
El Madrid no jugar?a el torneo catal?n. No lo har?a, adem?s, por un argumento expresado en la reuni?n del Barça del d?a 20 de octubre: “El campeonato superregional de Catalunya ha sido siempre limitado exclusivamente a los clubs de nuestro pa?s”. La Federaci? Catalana de Futbol, sin embargo, y de la misma forma que propuso el Barcelona en los d?as previos a la decisi?n, abri? las puertas a organizar una nueva competici?n con todos los clubes del Estado que estuvieran interesados en participar en ella.
Seg?n recogen en su obra Solé i Sabaté y Finestres, la prensa madrile?a se tom? realmente mal la decisi?n de la Federaci?. Aunque no se apunt? a la instituci?n catalana de f?tbol, sino directamente al FC Barcelona. El peri?dico Informaciones se?al? al Barça y le hizo responsable de la oposici?n al Madrid: “Las ?ltimas noticias que tenemos del asunto aclaran de forma tajante que el club azulgrana, en contra de lo que se dijo en d?as anteriores, fue la ?nica Sociedad que se opuso a la incorporaci?n del Madrid en el torneo catal?n. […] El Barcelona ha hecho una vez m?s el juego al Madrid. Todas las declaraciones de amistad han sido un mito”.
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