الريــم
10-27-2022, 12:51 PM
El Tribunal Supremo (TS) ha confirmado una condena de 3,5 a?os de prisi?n a un pamplonés por estafar 100.000 euros a un octogenario que hab?a sufrido un ictus a?os antes que limitaba sus facultades y al que enga?? con falsas inversiones de una sociedad radicada en Seychelles. El procesado ya hab?a sido condenado por estafa en 2014.
El anciano lleg? a sacar ese dinero en efectivo de su cuenta bancaria, para imputarlo en inversiones en las que el acusado le garantizaba una remuneraci?n del 5% mensual en intereses, sin que en realidad llegara a recibir el dinero. El condenado falsificaba asimismo documentos de entidades financieras para ganarse su credibilidad y se hac?a pasar por responsable de una constructora de Pamplona para favorecer dicho enga?o.
El acusado fue condenado previamente en la Secci?n Segunda de la Audiencia, una condena que ya ratific? el TSJN. Ahora el Supremo vuelve a pronunciarse en el mismo sentido y desestima su recurso puesto que “existi? enga?o previo, pues el acusado, con ?nimo de lucro, ofreci? a una persona de avanzada edad unos intereses desmesurados por una inversi?n que le indujeron a error y motivaron un desplazamiento patrimonial de su dinero”.
La v?ctima de la estafa, nacido en 1930, manten?a cierta relaci?n con un hostelero de Pamplona. Este conocido, que sab?a el ictus que hab?a sufrido el anciano y que se mostraba disgustado por sus inversiones en bolsa que le generaban pérdidas, le puso en contacto con un amigo suyo. Su relaci?n se origin? al ser profesor de idiomas y dejarle su amigo un local para dar clases. As? que present? a este como gestor de inversiones y que no era otro que el acusado. El hostelero también fue juzgado en su momento por su intermediaci?n y result? absuelto.
Interés mensual del 5%
La sentencia resalta que el procesado conoci? el perfil de la v?ctima a través de su amigo y también de que quer?a obtener un mayor rendimiento del capital, as? como de sus limitaciones cognitivas, como consecuencia del accidente vascular que sufri?. As?, “urdi? un plan para ganarse su confianza y que le entregara la mayor cantidad de dinero posible sin intenci?n de restituirla”. A tal efecto le llev? a diferentes propiedades de Pamplona afirmando que le pertenec?an, le mostr? obras p?blicas que dec?a que hab?a edificado su constructora, le ense?? escrituras de propiedad y se lo llev? a comer a varios restaurantes.
En cumplimiento del plan le ofreci? una inversi?n de un préstamo por el que obtendr?a un interés mensual del 5% (2.500 euros) y en el que el hostelero intermediario actuar?a como testigo de la operaci?n. Primero, la v?ctima sac? 50.000 euros de su banco y el acusado firm? un contrato a nombre de un holding internacional en Seychelles del que pon?a que era gerente. Luego la v?ctima pidi? m?s garant?as para invertir otros 50.000 euros y el acusado elabor? un documento falso de una entidad italiana para dar m?s apariencia de verosimilitud a la operaci?n. Volvi? a invertir en enero de 2016 y nunca le fue abonada ninguna cantidad como rendimiento.
La resoluci?n confirma adem?s que los 100.000 euros que reclama el anciano constitu?an su ?nico patrimonio, que necesitaba las cantidades invertidas para el alquiler, la comida y los suministros de su vivienda y que por su avanzada edad también tiene que precisar la ayuda de una persona en las tareas del hogar.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sucesostafador-reincidente-octogenario-victima-100-77785041)
El anciano lleg? a sacar ese dinero en efectivo de su cuenta bancaria, para imputarlo en inversiones en las que el acusado le garantizaba una remuneraci?n del 5% mensual en intereses, sin que en realidad llegara a recibir el dinero. El condenado falsificaba asimismo documentos de entidades financieras para ganarse su credibilidad y se hac?a pasar por responsable de una constructora de Pamplona para favorecer dicho enga?o.
El acusado fue condenado previamente en la Secci?n Segunda de la Audiencia, una condena que ya ratific? el TSJN. Ahora el Supremo vuelve a pronunciarse en el mismo sentido y desestima su recurso puesto que “existi? enga?o previo, pues el acusado, con ?nimo de lucro, ofreci? a una persona de avanzada edad unos intereses desmesurados por una inversi?n que le indujeron a error y motivaron un desplazamiento patrimonial de su dinero”.
La v?ctima de la estafa, nacido en 1930, manten?a cierta relaci?n con un hostelero de Pamplona. Este conocido, que sab?a el ictus que hab?a sufrido el anciano y que se mostraba disgustado por sus inversiones en bolsa que le generaban pérdidas, le puso en contacto con un amigo suyo. Su relaci?n se origin? al ser profesor de idiomas y dejarle su amigo un local para dar clases. As? que present? a este como gestor de inversiones y que no era otro que el acusado. El hostelero también fue juzgado en su momento por su intermediaci?n y result? absuelto.
Interés mensual del 5%
La sentencia resalta que el procesado conoci? el perfil de la v?ctima a través de su amigo y también de que quer?a obtener un mayor rendimiento del capital, as? como de sus limitaciones cognitivas, como consecuencia del accidente vascular que sufri?. As?, “urdi? un plan para ganarse su confianza y que le entregara la mayor cantidad de dinero posible sin intenci?n de restituirla”. A tal efecto le llev? a diferentes propiedades de Pamplona afirmando que le pertenec?an, le mostr? obras p?blicas que dec?a que hab?a edificado su constructora, le ense?? escrituras de propiedad y se lo llev? a comer a varios restaurantes.
En cumplimiento del plan le ofreci? una inversi?n de un préstamo por el que obtendr?a un interés mensual del 5% (2.500 euros) y en el que el hostelero intermediario actuar?a como testigo de la operaci?n. Primero, la v?ctima sac? 50.000 euros de su banco y el acusado firm? un contrato a nombre de un holding internacional en Seychelles del que pon?a que era gerente. Luego la v?ctima pidi? m?s garant?as para invertir otros 50.000 euros y el acusado elabor? un documento falso de una entidad italiana para dar m?s apariencia de verosimilitud a la operaci?n. Volvi? a invertir en enero de 2016 y nunca le fue abonada ninguna cantidad como rendimiento.
La resoluci?n confirma adem?s que los 100.000 euros que reclama el anciano constitu?an su ?nico patrimonio, que necesitaba las cantidades invertidas para el alquiler, la comida y los suministros de su vivienda y que por su avanzada edad también tiene que precisar la ayuda de una persona en las tareas del hogar.
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