الريــم
10-23-2022, 04:32 PM
El 28 de octubre del 82, Felipe Gonz?lez esper? la confirmaci?n. El PSOE hab?a ganado las terceras elecciones con, no solo mayor?a absoluta, sino con 202 esca?os. Algo m?s de 10 millones de votos, el 48,1% del total. Casi uno de cada dos votantes. Cuarenta a?os después, todav?a no se ha repetido un fen?meno parecido.
Fue una noche hist?rica. La izquierda llegaba al poder y los socialistas ten?an una muy c?moda mayor?a. Y para Felipe era la meta de una larga marcha iniciada hac?a muchos a?os (en los sesenta) en plena clandestinidad. Para el PSOE -al que la derecha y los prepotentes comunistas tanto hab?an despreciado- una revancha.
También fue hist?rica porque el PSOE en la Rep?blica nunca tuvo tanto apoyo y los presidentes socialistas -Francisco Largo Caballero y Juan Negr?n- lo fueron ya en la guerra civil. Pero aquel 28-0 nadie pensaba ni en la Rep?blica ni en el pasado. El futuro era de un PSOE joven -que se hab?a enfrentado al del exilio- y la apuesta era por una socialdemocracia espa?ola a la europea en una monarqu?a constitucional.
La primera victoria
Pero el 82 no fue fruto de un d?a. Felipe Gonz?lez ya tuvo una primera victoria cuando el destape democr?tico, las primeras elecciones del 77. Gan? la Uni?n de Centro Democr?tico ( UCD) -una coalici?n de pragm?ticos del franquismo que hab?an enterrado la dictadura y de pol?ticos moderados de la oposici?n- con el 34% de los votos y 165 diputados, pero el PSOE hab?a barrido a todos los otros partidos con el 29% de los votos y 118 esca?os. El m?tico PCE de Santiago Carrillo se qued?, pese al eurocomunismo que lo desmarcaba de la URSS, en el 9,3% de los votos y 20 diputados. La batalla por la hegemon?a de la izquierda hab?a acabado.
Las razones del resultado del 77 fueron varias. Una, el carisma de Felipe Gonz?lez que, con sus americanas de pana -cuando ya no era el Isidoro clandestino-, hab?a conquistado el liderazgo del socialismo del interior. Otra, el gran apoyo del socialismo europeo, patente en la participaci?n de Willy Brandt y François Mitterrand en el primer congreso del PSOE en el interior en 1976. Yendo al fondo, al empe?o del SPD alem?n, de Hans Matthofer, diputado por Frankfort que viajaba mucho a Espa?a y que apost? por el PSOE del interior y por Felipe Gonz?lez, al que defini? como pragm?tico frente a los “carcamales” del exilio.
El socialismo catal?n
Por ?ltimo, se debi? también a que Felipe Gonz?lez y Alfonso Guerra hicieron un intenso trabajo para integrar a muchos grupos socialistas que, durante el franquismo, hab?an nacido dispersos. Exist?a incluso una Federaci?n de Partidos Socialistas (formaba parte la Convergencia Socialista de Madrid) con los que fueron negociando uno a uno. Pero lo m?s emblem?tico -mostr? gran pragmatismo- fue el dif?cil acuerdo con el socialismo catal?n de Joan Revent?s, que ya hab?a fundado el PSC. El PSOE se present? en coalici?n con el PSC como “Socialistas de Catalunya”. Y con 15 diputados ganaron al PSUC y a Jordi Pujol.
Luego vino la elaboraci?n de la Constituci?n del 78 que fue posible por un pacto muy amplio que iba de media AP (la de Manuel Fraga y no la de José Mar?a Aznar), a la UCD, el PSOE, el PCE, la Minor?a Catalana (Jordi Pujol y Miquel Roca) y casi el PNV. Y el PSOE continu? ampliando su base al integrar al PSP del profesor Enrique Tierno Galv?n que en el 77 sac? 6 esca?os y que durante el franquismo disput? al PSOE la marca socialista.
Decepci?n en el 79
Pero los resultados de las segundas elecciones, las de marzo del 79, fueron inferiores a lo esperado. Pese a la integraci?n de Tierno, el PSOE solo subi? un 1% y tres diputados, los mismos que la UCD, que mantuvo su 34%. Suarez hab?a sido m?s resiliente de lo esperado. ?Por qué? Para Felipe, porque el PSOE no hab?a acabado de salir de su zona de confort. En 1959 el SPD, bajo la direcci?n de Brandt y para ampliar su espacio, abjur? en el famoso congreso de Bad-Godesberg, de la doctrina marxista y a ser solo un partido obrero. Hab?a que hacer como los alemanes y en el congreso de mayo del 79 -confortado por la victoria en las municipales de Tierno Galv?n en Madrid y Narc?s Serra en Barcelona- Felipe propuso que el PSOE renunciara al marxismo. Pero fue derrotado por una conjunci?n de enemigos de la herej?a y Felipe, en medio de la sorpresa y la consternaci?n general, dimiti? y se fue a su casa.
Pero el PSOE necesitaba a Felipe y en el congreso extraordinario de septiembre del mismo a?o Felipe, acompa?ado de Guerra no ya como secretario de organizaci?n sino como vicesecretario general, volvi? por la puerta grande. La dimisi?n por coherencia con sus ideas y su retorno triunfal engrandecieron su imagen como un pol?tico tan socialista como firme y moderado. El partido no se le subi? a las barbas y el t?ndem Felipe-Guerra aument? su control. Frente a una UCD de diversos clanes y familias… ten?an menos curriculum y experiencia, pero m?s unidad.
Moci?n de censura y dimisi?n
Luego, en mayo del 80 y con una UCD cada d?a m?s dividida, el PSOE present? una moci?n de censura a Adolfo Suarez. No la gan? (no pod?a hacerlo), pero Felipe si aument? su imagen de posible presidente. Y Ernest Lluch hablando en nombre del socialismo catal?n, que ten?a grupo propio, y Carlos Solchaga, de los vascos, dieron credibilidad. Por el contrario, Adolfo Su?rez, que no era buen parlamentario y cada vez m?s criticado por la derecha de UCD, qued? tocado.
En febrero del 81, Su?rez -presionado por la derecha y alg?n poder f?ctico- dimiti? como presidente con la enigm?tica frase de “para que la democracia no sea solo un paréntesis en la historia de Espa?a”, luego vino el mal sue?o del golpe de Tejero del 23-F y Leopoldo Calvo Sotelo, un conservador templado, fue investido presidente. Pero la UCD ya era una olla de grillos y Calvo Sotelo supo que no ten?a futuro (el democristiano Landelino Lavilla se postulaba como salvador) y decidi? hacer lo que cre?a adecuado, pedir el ingreso en la OTAN.
Fue una decisi?n valiente y -luego se ha visto- correcta, pero impopular porque en Espa?a hab?a mucho antiamericanismo por el apoyo muy reciente a la dictadura. Y Felipe y el PSOE decidieron liderar y capitalizar la campa?a contra la OTAN. ?Se equivocaron? Creo que Felipe piensa hoy que s?, pero Gregorio Mor?n, agudo historiador del PCE y bi?grafo de Su?rez, cree que fue la estocada mortal a Santiago Carrillo, al que quitaron una posible bandera. Y en las siguientes elecciones el PCE obtuvo solo 4 esca?os.
Pero la derecha, con m?s instinto que proyecto, quer?a mandar. Adolfo Su?rez se fue de UCD y Calvo Sotelo ya hab?a cumplido su funci?n. El pa?s anhelaba cambio y a la vez estabilidad porque la sacudida por el golpe de Estado -y el juicio subsiguiente a los golpistas- hab?a sido muy fuerte. Y Felipe, tras agradar a toda la izquierda con la campa?a de la OTAN, hizo ahora un gui?o al centro al pactar con el peque?o Partido de Acci?n Democr?tica (PAD) de Francisco Fern?ndez Ordo?ez, que hab?a sido ministro de Hacienda de Su?rez e hizo la reforma fiscal.
As? lleg? a la campa?a del 82, con la UCD dividida y debilitada, la AP de Fraga cosechando votos en la derecha y Felipe Gonz?lez como candidato garante del cambio tranquilo a la europea. Condens? su mensaje electoral en una frase suave pero contundente: “para que Espa?a funcione”. Felipe siempre formula bien sus ideas con frases que dicen m?s de lo que parece.
Y la mitad de los espa?oles le creyeron. El PSOE sac? 202 diputados, la derecha de Fraga subi? mucho, pero con el 26% se qued? 22 puntos por debajo de los socialistas y los restos de la UCD, con Lavilla al frente, sacaron el 6,7% y 11 esca?os. Su?rez, en horas bajas, sufri? una cat?strofe, el 2,8% y 2 diputados. Fue una amarga derrota para una derecha incapaz de ser un partido europeo como el CDU alem?n o los “gaullistas” franceses.
Espa?a, bajo Felipe, inici? una nueva etapa con Alfonso Guerra en la vicepresidencia para todo y su otro amigo, Miguel Boyer, un social-liberal, al mando de la econom?a. Un tri?ngulo tan brillante como complicado que acab? en la soledad de Felipe.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/28-o-larga-marcha-felipe-77602642)
Fue una noche hist?rica. La izquierda llegaba al poder y los socialistas ten?an una muy c?moda mayor?a. Y para Felipe era la meta de una larga marcha iniciada hac?a muchos a?os (en los sesenta) en plena clandestinidad. Para el PSOE -al que la derecha y los prepotentes comunistas tanto hab?an despreciado- una revancha.
También fue hist?rica porque el PSOE en la Rep?blica nunca tuvo tanto apoyo y los presidentes socialistas -Francisco Largo Caballero y Juan Negr?n- lo fueron ya en la guerra civil. Pero aquel 28-0 nadie pensaba ni en la Rep?blica ni en el pasado. El futuro era de un PSOE joven -que se hab?a enfrentado al del exilio- y la apuesta era por una socialdemocracia espa?ola a la europea en una monarqu?a constitucional.
La primera victoria
Pero el 82 no fue fruto de un d?a. Felipe Gonz?lez ya tuvo una primera victoria cuando el destape democr?tico, las primeras elecciones del 77. Gan? la Uni?n de Centro Democr?tico ( UCD) -una coalici?n de pragm?ticos del franquismo que hab?an enterrado la dictadura y de pol?ticos moderados de la oposici?n- con el 34% de los votos y 165 diputados, pero el PSOE hab?a barrido a todos los otros partidos con el 29% de los votos y 118 esca?os. El m?tico PCE de Santiago Carrillo se qued?, pese al eurocomunismo que lo desmarcaba de la URSS, en el 9,3% de los votos y 20 diputados. La batalla por la hegemon?a de la izquierda hab?a acabado.
Las razones del resultado del 77 fueron varias. Una, el carisma de Felipe Gonz?lez que, con sus americanas de pana -cuando ya no era el Isidoro clandestino-, hab?a conquistado el liderazgo del socialismo del interior. Otra, el gran apoyo del socialismo europeo, patente en la participaci?n de Willy Brandt y François Mitterrand en el primer congreso del PSOE en el interior en 1976. Yendo al fondo, al empe?o del SPD alem?n, de Hans Matthofer, diputado por Frankfort que viajaba mucho a Espa?a y que apost? por el PSOE del interior y por Felipe Gonz?lez, al que defini? como pragm?tico frente a los “carcamales” del exilio.
El socialismo catal?n
Por ?ltimo, se debi? también a que Felipe Gonz?lez y Alfonso Guerra hicieron un intenso trabajo para integrar a muchos grupos socialistas que, durante el franquismo, hab?an nacido dispersos. Exist?a incluso una Federaci?n de Partidos Socialistas (formaba parte la Convergencia Socialista de Madrid) con los que fueron negociando uno a uno. Pero lo m?s emblem?tico -mostr? gran pragmatismo- fue el dif?cil acuerdo con el socialismo catal?n de Joan Revent?s, que ya hab?a fundado el PSC. El PSOE se present? en coalici?n con el PSC como “Socialistas de Catalunya”. Y con 15 diputados ganaron al PSUC y a Jordi Pujol.
Luego vino la elaboraci?n de la Constituci?n del 78 que fue posible por un pacto muy amplio que iba de media AP (la de Manuel Fraga y no la de José Mar?a Aznar), a la UCD, el PSOE, el PCE, la Minor?a Catalana (Jordi Pujol y Miquel Roca) y casi el PNV. Y el PSOE continu? ampliando su base al integrar al PSP del profesor Enrique Tierno Galv?n que en el 77 sac? 6 esca?os y que durante el franquismo disput? al PSOE la marca socialista.
Decepci?n en el 79
Pero los resultados de las segundas elecciones, las de marzo del 79, fueron inferiores a lo esperado. Pese a la integraci?n de Tierno, el PSOE solo subi? un 1% y tres diputados, los mismos que la UCD, que mantuvo su 34%. Suarez hab?a sido m?s resiliente de lo esperado. ?Por qué? Para Felipe, porque el PSOE no hab?a acabado de salir de su zona de confort. En 1959 el SPD, bajo la direcci?n de Brandt y para ampliar su espacio, abjur? en el famoso congreso de Bad-Godesberg, de la doctrina marxista y a ser solo un partido obrero. Hab?a que hacer como los alemanes y en el congreso de mayo del 79 -confortado por la victoria en las municipales de Tierno Galv?n en Madrid y Narc?s Serra en Barcelona- Felipe propuso que el PSOE renunciara al marxismo. Pero fue derrotado por una conjunci?n de enemigos de la herej?a y Felipe, en medio de la sorpresa y la consternaci?n general, dimiti? y se fue a su casa.
Pero el PSOE necesitaba a Felipe y en el congreso extraordinario de septiembre del mismo a?o Felipe, acompa?ado de Guerra no ya como secretario de organizaci?n sino como vicesecretario general, volvi? por la puerta grande. La dimisi?n por coherencia con sus ideas y su retorno triunfal engrandecieron su imagen como un pol?tico tan socialista como firme y moderado. El partido no se le subi? a las barbas y el t?ndem Felipe-Guerra aument? su control. Frente a una UCD de diversos clanes y familias… ten?an menos curriculum y experiencia, pero m?s unidad.
Moci?n de censura y dimisi?n
Luego, en mayo del 80 y con una UCD cada d?a m?s dividida, el PSOE present? una moci?n de censura a Adolfo Suarez. No la gan? (no pod?a hacerlo), pero Felipe si aument? su imagen de posible presidente. Y Ernest Lluch hablando en nombre del socialismo catal?n, que ten?a grupo propio, y Carlos Solchaga, de los vascos, dieron credibilidad. Por el contrario, Adolfo Su?rez, que no era buen parlamentario y cada vez m?s criticado por la derecha de UCD, qued? tocado.
En febrero del 81, Su?rez -presionado por la derecha y alg?n poder f?ctico- dimiti? como presidente con la enigm?tica frase de “para que la democracia no sea solo un paréntesis en la historia de Espa?a”, luego vino el mal sue?o del golpe de Tejero del 23-F y Leopoldo Calvo Sotelo, un conservador templado, fue investido presidente. Pero la UCD ya era una olla de grillos y Calvo Sotelo supo que no ten?a futuro (el democristiano Landelino Lavilla se postulaba como salvador) y decidi? hacer lo que cre?a adecuado, pedir el ingreso en la OTAN.
Fue una decisi?n valiente y -luego se ha visto- correcta, pero impopular porque en Espa?a hab?a mucho antiamericanismo por el apoyo muy reciente a la dictadura. Y Felipe y el PSOE decidieron liderar y capitalizar la campa?a contra la OTAN. ?Se equivocaron? Creo que Felipe piensa hoy que s?, pero Gregorio Mor?n, agudo historiador del PCE y bi?grafo de Su?rez, cree que fue la estocada mortal a Santiago Carrillo, al que quitaron una posible bandera. Y en las siguientes elecciones el PCE obtuvo solo 4 esca?os.
Pero la derecha, con m?s instinto que proyecto, quer?a mandar. Adolfo Su?rez se fue de UCD y Calvo Sotelo ya hab?a cumplido su funci?n. El pa?s anhelaba cambio y a la vez estabilidad porque la sacudida por el golpe de Estado -y el juicio subsiguiente a los golpistas- hab?a sido muy fuerte. Y Felipe, tras agradar a toda la izquierda con la campa?a de la OTAN, hizo ahora un gui?o al centro al pactar con el peque?o Partido de Acci?n Democr?tica (PAD) de Francisco Fern?ndez Ordo?ez, que hab?a sido ministro de Hacienda de Su?rez e hizo la reforma fiscal.
As? lleg? a la campa?a del 82, con la UCD dividida y debilitada, la AP de Fraga cosechando votos en la derecha y Felipe Gonz?lez como candidato garante del cambio tranquilo a la europea. Condens? su mensaje electoral en una frase suave pero contundente: “para que Espa?a funcione”. Felipe siempre formula bien sus ideas con frases que dicen m?s de lo que parece.
Y la mitad de los espa?oles le creyeron. El PSOE sac? 202 diputados, la derecha de Fraga subi? mucho, pero con el 26% se qued? 22 puntos por debajo de los socialistas y los restos de la UCD, con Lavilla al frente, sacaron el 6,7% y 11 esca?os. Su?rez, en horas bajas, sufri? una cat?strofe, el 2,8% y 2 diputados. Fue una amarga derrota para una derecha incapaz de ser un partido europeo como el CDU alem?n o los “gaullistas” franceses.
Espa?a, bajo Felipe, inici? una nueva etapa con Alfonso Guerra en la vicepresidencia para todo y su otro amigo, Miguel Boyer, un social-liberal, al mando de la econom?a. Un tri?ngulo tan brillante como complicado que acab? en la soledad de Felipe.
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