الريــم
10-22-2022, 09:01 PM
Donde antes hab?a una riada de tanques rusos calcinados en la calle, ha abierto una tienda de colchones. Sobre una de las tumbas a la entrada de un bloque de apartamentos crece un peque?o huerto. La tapia con restos de sangre donde se fusil? a varios vecinos tiene pintura nueva. Y en el parque infantil convertido en chatarra vuelven a corretear los ni?os. Seis meses después de que el mundo descubriera horrorizado la matanza de civiles perpetrada por las fuerzas rusas en Bucha, la ciudad ucraniana trata de borrar las huellas de la destrucci?n legada por los soldados ocupantes y sobreponerse a su inmenso trauma colectivo. La primera parte del exorcismo avanza relativamente r?pido; la otra es dif?cilmente cuantificable. Ya casi no se habla de lo ocurrido: cada uno convive con sus fantasmas.
Oleksandr Beszmerny pas? buena parte de la ocupaci?n rusa de Bucha cuidando de su madreen la vecina Irpin, una ciudad con bastante m?s destrucci?n material que la primera al convertirse en uno de los frentes de la batalla de Kiev. "Lo m?s duro al volver a casa fue ir enter?ndote de toda la gente que hab?a muerto. Y no solo de aquellos asesinados por los rusos, sino de los que fallecieron d?as después de que se marcharan tras haber vivido escondidos sin calefacci?n, agua o apenas comida durante un mes", dice a sus 64 a?os frente a la puerta de su apartamento, donde dos de sus vecinas murieron poco después del fin de la ocupaci?n. "Es imposible dejar atr?s todo el horror vivido, pero lo estamos intentando", a?ade Beszmerny con una media sonrisa.
Bucha fue la primera gran masacre de civiles de esta guerra, con permiso de Mari?pol, una ciudad de casi medio mill?n de habitantes arrasada por el ejército de Vlad?mir Putin. Un aquelarre de atrocidades a las puertas de la capital que se prolong? desde el 27 de febrero hasta el 30 de marzo: ejecuciones sumarias, asesinatos, tortura, violaciones, fosas comunes…Un total de 458 personas murieron durante la ocupaci?n rusa, algunas tan irreconocibles que han sido enterradas en tumbas sin nombre en el cementerio local. "Al principio todo el mundo quer?a contar lo que les pas?”, dice Liliya Usakova mientras barre las hojas del oto?o en el callej?n de su casa. "Pero ahora casi no se habla del tema. La gente est? muy cansada y hace lo posible por borrarlo de su memoria. No quieren recordar”.
La tragedia ha cambiado a esta peque?a ciudad dormitorio al oeste de Kiev, como no pod?a ser de otra forma. "El dolor compartido ha hecho que los vecinos estén m?s unidos y predispuestos a ayudarse entre ellos. La gente se ha vuelto m?s emp?tica y cercana", a?ade Usakova, una mujer de 72 a?os que lleva desde 1953 viviendo en Bucha. Su familia acab? all? por fuerza mayor. “Vengo de una familia rusa de represaliados pol?ticos. Mis padres fueron encarcelados por Stalin e internados en los campos por visitar Ucrania durante la ocupaci?n nazi. Al morir Stalin les dejaron marcharse, siempre y cuando se establecieran en una aldea en el campo. Bucha acab? siendo esa aldea”, dice ahora con resentimiento. “Mi familia sabe bien quienes son estos ‘libertadores’ y c?mo se comportan”, a?ade en alusi?n a Rusia.
http://uc-4u.com/clip/a25d374e-ce9b-4400-8112-5393f5c6e905_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Decenas de vecinos asesinados en Bucha no han podido ser todav?a identificados y han sido enterrados en el cementerio de la ciudad sin m?s nombre que una referencia forense. | Ricardo Mir de Francia
Cuadrillas de obreros trabajan aqu? y all? en los tejados y fachadas del barrio, el mismo donde aparecieron muchos de aquellos cad?veres tirados en arcenes y cunetas. Se ha dado prioridad a la rehabilitaci?n de las viviendas que no necesitan desguace, as? como a los colegios, utilizados por los ocupantes como centros de mando y cuartel para la tropa. Las casas m?s destruidas han sido tapiadas para borrarlas de la vista y los tramos de calle baqueteados por las bombas, repavimentados. "Estamos haciendo todo lo que podemos", dice el jefe de las brigadas de reconstrucci?n del ayuntamiento. "Para lo ?nico que no hay dinero de momento es para rehacer la instalaci?n eléctrica y la calefacci?n de las casas da?adas".
El lento regreso al hogar
Junto a una de las escuelas ocupadas por los rusos, donde dejaron armas y pertrechos, se ha levantado un barrac?n de viviendas prefabricadas donadas por el Gobierno polaco. Albergan a aquellos que se quedaron en la absoluta indigencia. "Cerca del 70% de la gente que se march? durante la ocupaci?n o justo antes ha regresado", asegura Iryna Pasichna, directora de los Servicios Sociales en el Ayuntamiento de Bucha. "A las familias con ni?os les est? costando m?s volver porque todav?a tienen miedo". A pesar de todo, este sigue siendo un lugar marcado por las ausencias. Las de aquellos que fueron brutalmente asesinados y las de aquellos que quisieron poner tierra.
El tema de conversaci?n ahora es la cercan?a del invierno. "La gente vuelve a estar muy estresada porque no sabe qué esperar", dice Usakova. "Muchos no tienen todav?a las puertas o la calefacci?n reparada, se habla de otra invasi?n desde Bielorrusia y encima han vuelto los ataques sobre la capital". A diferencia de c?mo actu? a principios de la guerra, esta pensionista que se gan? la vida coordinando ambulancias ha preparado esta vez una mochila con todo lo indispensable para huir si vuelven todo vuelve a torcerse.
La que no ir? a ning?n lado es Natalia Zhabenko, una mujer de 65 a?os que vive ahora en las casas prefabricadas para los desplazados. Tiene problemas de salud y camina a duras penas con muletas. Su casa se quem? durante la ocupaci?n rusa, después de que se mudara con su hermana a la vecina Hostomel a comienzos de la guerra. All? se vivi? una de las grandes batallas de aquellos primeros compases, la batalla del aeropuerto de Antonov. “Nosotras viv?amos al lado del aeropuerto. Aviones y helic?pteros pasaban todo el tiempo junto del edificio. Durante d?as hubo combates y explosiones tremendas”, dice tras unos ojos peque?os y asustadizos.
Ahora se sobresalta con cada ruido, como les pasa a muchos ucranianos, y sabe que nunca m?s podr? volver a su casa. "Ten?a flores y un banco en el jard?n. No pido que me devuelvan la casa, pero s? quiero flores y un jard?n. Es lo ?nico que me ilusiona para seguir viviendo", dice Zhabenko.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/bucha-trata-fantasmas-77584114)
Oleksandr Beszmerny pas? buena parte de la ocupaci?n rusa de Bucha cuidando de su madreen la vecina Irpin, una ciudad con bastante m?s destrucci?n material que la primera al convertirse en uno de los frentes de la batalla de Kiev. "Lo m?s duro al volver a casa fue ir enter?ndote de toda la gente que hab?a muerto. Y no solo de aquellos asesinados por los rusos, sino de los que fallecieron d?as después de que se marcharan tras haber vivido escondidos sin calefacci?n, agua o apenas comida durante un mes", dice a sus 64 a?os frente a la puerta de su apartamento, donde dos de sus vecinas murieron poco después del fin de la ocupaci?n. "Es imposible dejar atr?s todo el horror vivido, pero lo estamos intentando", a?ade Beszmerny con una media sonrisa.
Bucha fue la primera gran masacre de civiles de esta guerra, con permiso de Mari?pol, una ciudad de casi medio mill?n de habitantes arrasada por el ejército de Vlad?mir Putin. Un aquelarre de atrocidades a las puertas de la capital que se prolong? desde el 27 de febrero hasta el 30 de marzo: ejecuciones sumarias, asesinatos, tortura, violaciones, fosas comunes…Un total de 458 personas murieron durante la ocupaci?n rusa, algunas tan irreconocibles que han sido enterradas en tumbas sin nombre en el cementerio local. "Al principio todo el mundo quer?a contar lo que les pas?”, dice Liliya Usakova mientras barre las hojas del oto?o en el callej?n de su casa. "Pero ahora casi no se habla del tema. La gente est? muy cansada y hace lo posible por borrarlo de su memoria. No quieren recordar”.
La tragedia ha cambiado a esta peque?a ciudad dormitorio al oeste de Kiev, como no pod?a ser de otra forma. "El dolor compartido ha hecho que los vecinos estén m?s unidos y predispuestos a ayudarse entre ellos. La gente se ha vuelto m?s emp?tica y cercana", a?ade Usakova, una mujer de 72 a?os que lleva desde 1953 viviendo en Bucha. Su familia acab? all? por fuerza mayor. “Vengo de una familia rusa de represaliados pol?ticos. Mis padres fueron encarcelados por Stalin e internados en los campos por visitar Ucrania durante la ocupaci?n nazi. Al morir Stalin les dejaron marcharse, siempre y cuando se establecieran en una aldea en el campo. Bucha acab? siendo esa aldea”, dice ahora con resentimiento. “Mi familia sabe bien quienes son estos ‘libertadores’ y c?mo se comportan”, a?ade en alusi?n a Rusia.
http://uc-4u.com/clip/a25d374e-ce9b-4400-8112-5393f5c6e905_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Decenas de vecinos asesinados en Bucha no han podido ser todav?a identificados y han sido enterrados en el cementerio de la ciudad sin m?s nombre que una referencia forense. | Ricardo Mir de Francia
Cuadrillas de obreros trabajan aqu? y all? en los tejados y fachadas del barrio, el mismo donde aparecieron muchos de aquellos cad?veres tirados en arcenes y cunetas. Se ha dado prioridad a la rehabilitaci?n de las viviendas que no necesitan desguace, as? como a los colegios, utilizados por los ocupantes como centros de mando y cuartel para la tropa. Las casas m?s destruidas han sido tapiadas para borrarlas de la vista y los tramos de calle baqueteados por las bombas, repavimentados. "Estamos haciendo todo lo que podemos", dice el jefe de las brigadas de reconstrucci?n del ayuntamiento. "Para lo ?nico que no hay dinero de momento es para rehacer la instalaci?n eléctrica y la calefacci?n de las casas da?adas".
El lento regreso al hogar
Junto a una de las escuelas ocupadas por los rusos, donde dejaron armas y pertrechos, se ha levantado un barrac?n de viviendas prefabricadas donadas por el Gobierno polaco. Albergan a aquellos que se quedaron en la absoluta indigencia. "Cerca del 70% de la gente que se march? durante la ocupaci?n o justo antes ha regresado", asegura Iryna Pasichna, directora de los Servicios Sociales en el Ayuntamiento de Bucha. "A las familias con ni?os les est? costando m?s volver porque todav?a tienen miedo". A pesar de todo, este sigue siendo un lugar marcado por las ausencias. Las de aquellos que fueron brutalmente asesinados y las de aquellos que quisieron poner tierra.
El tema de conversaci?n ahora es la cercan?a del invierno. "La gente vuelve a estar muy estresada porque no sabe qué esperar", dice Usakova. "Muchos no tienen todav?a las puertas o la calefacci?n reparada, se habla de otra invasi?n desde Bielorrusia y encima han vuelto los ataques sobre la capital". A diferencia de c?mo actu? a principios de la guerra, esta pensionista que se gan? la vida coordinando ambulancias ha preparado esta vez una mochila con todo lo indispensable para huir si vuelven todo vuelve a torcerse.
La que no ir? a ning?n lado es Natalia Zhabenko, una mujer de 65 a?os que vive ahora en las casas prefabricadas para los desplazados. Tiene problemas de salud y camina a duras penas con muletas. Su casa se quem? durante la ocupaci?n rusa, después de que se mudara con su hermana a la vecina Hostomel a comienzos de la guerra. All? se vivi? una de las grandes batallas de aquellos primeros compases, la batalla del aeropuerto de Antonov. “Nosotras viv?amos al lado del aeropuerto. Aviones y helic?pteros pasaban todo el tiempo junto del edificio. Durante d?as hubo combates y explosiones tremendas”, dice tras unos ojos peque?os y asustadizos.
Ahora se sobresalta con cada ruido, como les pasa a muchos ucranianos, y sabe que nunca m?s podr? volver a su casa. "Ten?a flores y un banco en el jard?n. No pido que me devuelvan la casa, pero s? quiero flores y un jard?n. Es lo ?nico que me ilusiona para seguir viviendo", dice Zhabenko.
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