الريــم
10-22-2022, 04:24 PM
La ministra de Hacienda, Mar?a Jes?s Montero, y el titular de Presidencia, Félix Bola?os, se han convertido en los altos cargos de m?s confianza del presidente del Gobierno y son, por ello, los encargados de coordinar pr?cticamente todas las negociaciones parlamentarias, se?alan a EL PERI?DICO DE ESPA?A (https://www.epe.es/es/politica/20221022/tridente-negociador-sanchez-presupuestos-77544756), del grupo Prensa Ibérica, cuatro fuentes que durante esta semana han tenido diversas reuniones y conversaciones con ambos. El comienzo del tr?mite presupuestario ha iluminado sus protagonismos. Las fuentes a?aden al secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas.
Hasta este viernes, las negociaciones m?s peliagudas han tenido lugar en el Senado, para sacar adelante la nueva ley de memoria democr?tica, ya en vigor, y en el Congreso, para salvar el decreto con medidas "anticrisis" del 1 de agosto. Ahora bien, el aterrizaje en las Cortes de los presupuestos de 2023 ha colocado al tridente Montero-Bola?os-Simancas ante su primer gran examen.
Se trata de una prueba dif?cil porque, adem?s de la envergadura de lo que est? en liza, ni m?s ni menos que la ley anual m?s importante, consta de varias fases. La primera, la de enmiendas a la totalidad, est? superada antes incluso de que tenga lugar, la semana que viene (miércoles y jueves), pues gracias a gestiones discretas, ERC, PNV y EH Bildu han descartado vetos a las cuentas. Tramitaci?n garantizada, por tanto.
A partir de ahora, se ir?n sucediendo las dem?s fases de la negociaci?n, tan decisivas como la primera.
Misma maquinaria y casi los mismos ingenieros
A finales de noviembre, el pleno del Congreso deber? aprobar los presupuestos y enviarlos al Senado, en donde el Gobierno no puede bajar la guardia. El a?o pasado el PP tendi? una trampa a través de una enmienda de la valenciana Comprom?s sobre la promoci?n de lenguas regionales minoritarias. El proyecto volvi? a la C?mara Baja para recibir el s? definitivo el 28 de diciembre, d?a de los Santos Inocentes.
Entonces hubo en el PSOE quién cuestion? el manejo y la habilidad de los principales responsables de las relaciones con las Cortes. Discretas y escasas fueron las cr?ticas, pero revelaron una sensaci?n que empez? a mascullarse en privado. Al ministro de Presidencia y a su equipo de altos cargos les estar?a haciendo mella la cantidad de encargos y funciones. Esta consideraci?n cogi? cuerpo. A la vez, trascendieron algunas disonancias en la coordinaci?n de la direcci?n del grupo.
La maquinaria negociadora del Gobierno y del PSOE chirri?, y de qué manera, en la negociaci?n de la ley del "s?lo s? es s?". A punto estuvo la norma de caer por un barranco. El grupo socialista se propuso incluir una enmienda para endurecer el C?digo Penal y avanzar hacia la abolici?n de la prostituci?n. La propuesta no fue bien recibida por ning?n aliado. El PP, inteligentemente (para sus intereses), jug? a la ambigüedad. Hab?a un sector de los socialistas que sab?a el plan de los populares y otro que no. A ?ltima hora de la tarde, tuvo que salir la entonces vicesecretaria general, Adriana Lastra, a dar una rueda de prensa para comunicar que retiraban la iniciativa.
Quedaron al aire dos cosas: que la comunicaci?n interna fallaba y que se estaba librando una batalla sorda pero intensa en el seno del grupo parlamentario.
Las elecciones andaluzas del 19 de junio trajeron la catarsis. El presidente, adem?s de estar molesto por esas dos lagunas, llevaba tiempo contrariado por la falta de empuje de la narrativa externa. Ataj? todo con los nombramientos de Mar?a Jes?s Montero como vicesecretaria general, de Patxi L?pez como portavoz en el Congreso y de Pilar Alegr?a como portavoz de la Ejecutiva Federal.
Venta de logros
Antes de la catarsis era frecuente que un ministro o ministra capitalizara ciertos procesos parlamentarios, por ejemplo José Luis Escriv? con la norma de los planes de pensiones, pero la idea del presidente es que no vuelva a suceder, o que suceda lo menos posible, porque a veces no queda otra. Recientemente, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, se arremang? para salvar la ley del sistema nacional de salud.
S?nchez, efectivamente, se ha propuesto evitar a toda costa la descoordinaci?n que, no obstante, conviene remarcar, no ha sido una constante. Adriana Lastra (que est? de baja desde su marcha, en julio, y que est? votando telem?ticamente debido a su embarazo) fue una figura preeminente en la investidura del presidente y después. Su conexi?n con Gabriel Rufi?n garantiz? una relativa estabilidad parlamentaria. No menos relevante, pero s? m?s silenciosa, fue la sinton?a que labr? con EH Bildu.
En fin, que no hab?a negociaci?n en la que no participara, lo que se explicaba por la doble condici?n que ostentaba, vicesecretaria general y portavoz, y por el hilo direct?simo que ten?a con el presidente. Resultado: coordinaci?n asegurada. (Hubo excepciones, no obstante, como aquella propuesta de resoluci?n para derogar la reforma laboral que acord?, precisamente, con EH Bildu).
Ese hilo Moncloa-Ferraz-Carrera de San Jer?nimo (la calle madrile?a del Congreso) empez? a quebrarse tras el desastre de las elecciones madrile?as de mayo de 2021, que condujo al presidente a una profund?sima reestructuraci?n. Quiso que Lastra mantuviera la compatibilidad, pero ella no se vio capaz de aguantar tan elevado ritmo tanto tiempo. Influyen los intereses personales en pol?tica. Retuvo la vicesecretar?a general, s?, pero no la portavoc?a, que recay? en Héctor G?mez.
El canario ten?a capacidad oratoria y hambre pol?tica. Era un perfil id?neo. Sin embargo, tan s?lo un a?o después, dej? de serlo. S?ntoma de los problemas internos que hab?a entre Moncloa, Ferraz y Carrera de San Jer?nimo. El hilo se rompi?. Confluyeron varias causas, desde los egos a una aritmética parlamentaria endiablada.
Patxi L?pez entr? en escena entonces, estamos en julio de 2022. Es posiblemente la figura con m?s predicamento en el PSOE junto a S?nchez y Mar?a Jes?s Montero. A su trayectoria une una habilidad innata para animar a las filas propias. En el organigrama que el presidente ten?a en la cabeza encajaba perfectamente.
Le pidieron, por tanto, que "vendiera" los logros del Gobierno y que ocasionalmente hiciera de "intermediario" entre la oposici?n y el Ejecutivo. Nada m?s. Sin problema, dijo, y en eso est?.
Dos tri?ngulos
Y he aqu?, dos catarsis después, dos varapalos electorales después, la nueva estructura auspiciada por el presidente, que se puede ilustrar con dos tri?ngulos.
El primero y m?s importante ser?a un is?sceles. Un lado lo encarna Mar?a Jes?s Montero, ministra de Hacienda, gran art?fice de las cuentas y n?mero dos del partido; el otro, Félix Bola?os, mano derecha del presidente, negociador para todo. El lado m?s corto para Rafael Simancas, fontanero parlamentario, dirigente leal.
Por fuera, un tri?ngulo equil?tero, cuyos lados forman las tres personas a las que S?nchez ha encargado la "venta" externa de los logros: Isabel Rodr?guez, portavoz del Ejecutivo; Pilar Alegr?a, portavoz del partido; y L?pez, portavoz del grupo parlamentario. S?nchez busca as? que ese hilo Moncloa-Ferraz-Carrera de San Jer?nimo vuelva a fluir directo y suelto, sin ruido.
Los presupuestos van a ser un test de estrés en toda regla. El tridente Montero-Bola?os-Simancas en la negociaci?n; el Rodr?guez-Alegr?a-L?pez en la comunicaci?n. De momento, primera prueba superada, ya que el debate de las enmiendas a la totalidad de la semana que viene ser? un mero tr?mite. El Gobierno consigui? este viernes que haya m?s diputados dispuestos a negociar las cuentas de 2023 que dispuestos a tumbarlas. 190 frente a 160, a priori. Los partidos clave, ERC, PNV y EH Bildu, no han registrado vetos, as? que el estado de forma para afrontar la siguiente etapa, la del dictamen, a finales de noviembre, parece robusto. Los presupuestos, efectivamente, est?n m?s cerca.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/tridente-negociador-sanchez-gana-primera-77574799)
Hasta este viernes, las negociaciones m?s peliagudas han tenido lugar en el Senado, para sacar adelante la nueva ley de memoria democr?tica, ya en vigor, y en el Congreso, para salvar el decreto con medidas "anticrisis" del 1 de agosto. Ahora bien, el aterrizaje en las Cortes de los presupuestos de 2023 ha colocado al tridente Montero-Bola?os-Simancas ante su primer gran examen.
Se trata de una prueba dif?cil porque, adem?s de la envergadura de lo que est? en liza, ni m?s ni menos que la ley anual m?s importante, consta de varias fases. La primera, la de enmiendas a la totalidad, est? superada antes incluso de que tenga lugar, la semana que viene (miércoles y jueves), pues gracias a gestiones discretas, ERC, PNV y EH Bildu han descartado vetos a las cuentas. Tramitaci?n garantizada, por tanto.
A partir de ahora, se ir?n sucediendo las dem?s fases de la negociaci?n, tan decisivas como la primera.
Misma maquinaria y casi los mismos ingenieros
A finales de noviembre, el pleno del Congreso deber? aprobar los presupuestos y enviarlos al Senado, en donde el Gobierno no puede bajar la guardia. El a?o pasado el PP tendi? una trampa a través de una enmienda de la valenciana Comprom?s sobre la promoci?n de lenguas regionales minoritarias. El proyecto volvi? a la C?mara Baja para recibir el s? definitivo el 28 de diciembre, d?a de los Santos Inocentes.
Entonces hubo en el PSOE quién cuestion? el manejo y la habilidad de los principales responsables de las relaciones con las Cortes. Discretas y escasas fueron las cr?ticas, pero revelaron una sensaci?n que empez? a mascullarse en privado. Al ministro de Presidencia y a su equipo de altos cargos les estar?a haciendo mella la cantidad de encargos y funciones. Esta consideraci?n cogi? cuerpo. A la vez, trascendieron algunas disonancias en la coordinaci?n de la direcci?n del grupo.
La maquinaria negociadora del Gobierno y del PSOE chirri?, y de qué manera, en la negociaci?n de la ley del "s?lo s? es s?". A punto estuvo la norma de caer por un barranco. El grupo socialista se propuso incluir una enmienda para endurecer el C?digo Penal y avanzar hacia la abolici?n de la prostituci?n. La propuesta no fue bien recibida por ning?n aliado. El PP, inteligentemente (para sus intereses), jug? a la ambigüedad. Hab?a un sector de los socialistas que sab?a el plan de los populares y otro que no. A ?ltima hora de la tarde, tuvo que salir la entonces vicesecretaria general, Adriana Lastra, a dar una rueda de prensa para comunicar que retiraban la iniciativa.
Quedaron al aire dos cosas: que la comunicaci?n interna fallaba y que se estaba librando una batalla sorda pero intensa en el seno del grupo parlamentario.
Las elecciones andaluzas del 19 de junio trajeron la catarsis. El presidente, adem?s de estar molesto por esas dos lagunas, llevaba tiempo contrariado por la falta de empuje de la narrativa externa. Ataj? todo con los nombramientos de Mar?a Jes?s Montero como vicesecretaria general, de Patxi L?pez como portavoz en el Congreso y de Pilar Alegr?a como portavoz de la Ejecutiva Federal.
Venta de logros
Antes de la catarsis era frecuente que un ministro o ministra capitalizara ciertos procesos parlamentarios, por ejemplo José Luis Escriv? con la norma de los planes de pensiones, pero la idea del presidente es que no vuelva a suceder, o que suceda lo menos posible, porque a veces no queda otra. Recientemente, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, se arremang? para salvar la ley del sistema nacional de salud.
S?nchez, efectivamente, se ha propuesto evitar a toda costa la descoordinaci?n que, no obstante, conviene remarcar, no ha sido una constante. Adriana Lastra (que est? de baja desde su marcha, en julio, y que est? votando telem?ticamente debido a su embarazo) fue una figura preeminente en la investidura del presidente y después. Su conexi?n con Gabriel Rufi?n garantiz? una relativa estabilidad parlamentaria. No menos relevante, pero s? m?s silenciosa, fue la sinton?a que labr? con EH Bildu.
En fin, que no hab?a negociaci?n en la que no participara, lo que se explicaba por la doble condici?n que ostentaba, vicesecretaria general y portavoz, y por el hilo direct?simo que ten?a con el presidente. Resultado: coordinaci?n asegurada. (Hubo excepciones, no obstante, como aquella propuesta de resoluci?n para derogar la reforma laboral que acord?, precisamente, con EH Bildu).
Ese hilo Moncloa-Ferraz-Carrera de San Jer?nimo (la calle madrile?a del Congreso) empez? a quebrarse tras el desastre de las elecciones madrile?as de mayo de 2021, que condujo al presidente a una profund?sima reestructuraci?n. Quiso que Lastra mantuviera la compatibilidad, pero ella no se vio capaz de aguantar tan elevado ritmo tanto tiempo. Influyen los intereses personales en pol?tica. Retuvo la vicesecretar?a general, s?, pero no la portavoc?a, que recay? en Héctor G?mez.
El canario ten?a capacidad oratoria y hambre pol?tica. Era un perfil id?neo. Sin embargo, tan s?lo un a?o después, dej? de serlo. S?ntoma de los problemas internos que hab?a entre Moncloa, Ferraz y Carrera de San Jer?nimo. El hilo se rompi?. Confluyeron varias causas, desde los egos a una aritmética parlamentaria endiablada.
Patxi L?pez entr? en escena entonces, estamos en julio de 2022. Es posiblemente la figura con m?s predicamento en el PSOE junto a S?nchez y Mar?a Jes?s Montero. A su trayectoria une una habilidad innata para animar a las filas propias. En el organigrama que el presidente ten?a en la cabeza encajaba perfectamente.
Le pidieron, por tanto, que "vendiera" los logros del Gobierno y que ocasionalmente hiciera de "intermediario" entre la oposici?n y el Ejecutivo. Nada m?s. Sin problema, dijo, y en eso est?.
Dos tri?ngulos
Y he aqu?, dos catarsis después, dos varapalos electorales después, la nueva estructura auspiciada por el presidente, que se puede ilustrar con dos tri?ngulos.
El primero y m?s importante ser?a un is?sceles. Un lado lo encarna Mar?a Jes?s Montero, ministra de Hacienda, gran art?fice de las cuentas y n?mero dos del partido; el otro, Félix Bola?os, mano derecha del presidente, negociador para todo. El lado m?s corto para Rafael Simancas, fontanero parlamentario, dirigente leal.
Por fuera, un tri?ngulo equil?tero, cuyos lados forman las tres personas a las que S?nchez ha encargado la "venta" externa de los logros: Isabel Rodr?guez, portavoz del Ejecutivo; Pilar Alegr?a, portavoz del partido; y L?pez, portavoz del grupo parlamentario. S?nchez busca as? que ese hilo Moncloa-Ferraz-Carrera de San Jer?nimo vuelva a fluir directo y suelto, sin ruido.
Los presupuestos van a ser un test de estrés en toda regla. El tridente Montero-Bola?os-Simancas en la negociaci?n; el Rodr?guez-Alegr?a-L?pez en la comunicaci?n. De momento, primera prueba superada, ya que el debate de las enmiendas a la totalidad de la semana que viene ser? un mero tr?mite. El Gobierno consigui? este viernes que haya m?s diputados dispuestos a negociar las cuentas de 2023 que dispuestos a tumbarlas. 190 frente a 160, a priori. Los partidos clave, ERC, PNV y EH Bildu, no han registrado vetos, as? que el estado de forma para afrontar la siguiente etapa, la del dictamen, a finales de noviembre, parece robusto. Los presupuestos, efectivamente, est?n m?s cerca.
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