الريــم
10-15-2022, 11:03 AM
Cuando la vida de Carolina Besada se apag? en un vag?n del Alvia, no fue solo su destino el que se trunc?. La pérdida de la joven, que muri? con 18 a?os, ha marcado los ?ltimos a?os de su familia, que formaban sus*padres (http://uc-4u.com/tags/maternidad/)*y cuatro hermanos, y que entonces viv?an en Ourense.*“Va por ti, mi ni?a”, titul? su madre, Susana Garrido, una carta dedicada a su hija y publicada en FARO DE VIGO, del grupo Prensa Ibérica, pocos d?as después del accidente. Ahora, esta trabajadora social viguesa rompe nueve a?os de silencio.*Habla del juicio y de lo que no se lleva ante los tribunales: el dolor de una ausencia.–?C?mo se vive el silencio de una pérdida a destiempo durante nueve a?os?
–Perder un hijo duele infinitamente m?s de lo que yo pensaba. Y, que la causa sea algo con*tanta repercusi?n como el accidente del Alvia,*es una tortura a?adida.
–La responsabilidad de las partes implicadas se juzga estos d?as en Santiago.
–Llevo casi 30 a?os trabajando para una administraci?n p?blica. Sé que las decisiones importantes llegan hasta arriba. Son ellos los que marcan las directrices. No tengo ninguna duda de que los pol?ticos sab?an que esa l?nea no estaba funcionando bien. Desactivaron el sistema de frenado para que no se supiera que causaba retrasos y no quedase en entredicho la famosa alta velocidad. Luego, cuando se produce una tragedia, s?lvese quien pueda. No tengo dudas.
–Y si tuviese delante a alguien que cree que pudo tener responsabilidad, ?que le dir?a?
–Le dir?a que su ambici?n pol?tica subi? a mi hija a ese tren. M?s all? de las causas del accidente, si los ciudadanos hubiéramos sabido que ese tren no ten?a sistemas de seguridad, no viajar?amos. Carolina nos plante? la posibilidad aquel d?a de ir a Santiago en coche con unos amigos. Nosotros, f?jate que ir?nico, le dijimos: “no, preferimos que vengas en tren, que es m?s seguro”. Lo hicimos desde la ignorancia y el enga?o. Luego, te das cuenta de que le dijiste a tu hija que subiera a un tren que era much?simo m?s peligroso que ir en coche con unos amigos.
–Su hija Marta, que se convirti? aquellos dos duros d?as de b?squeda en un s?mbolo en redes sociales, ?c?mo lo ha vivido?
–Las redes son muy perversas. Como sabemos, el anonimato hace que las personas amargadas den rienda suelta a lo que llevan dentro. Se llegaron a burlar de m?, a increparme, a insultarme. Yo hablé con Marta para prevenirla y me cont? que también le hab?a pasado.
–?Por qué?
–Me insultaron por haberme metido con el desfile de autoridades que, en un momento duro para m?, se portaron de una forma deleznable.
–?Ha vuelto a usar en alguna ocasi?n a la alta velocidad?
–S?. Hice el esfuerzo de subirme en un tren de alta velocidad porque no quer?a que mis hijos tengan ning?n trauma, ni bloqueos. Hice varios viajes. También cog? el de Ourense a Santiago y, viendo las velocidades que alcanzan,*imaginarte que*puede haber un tramo o una curva en la que,*si el maquinista no frena, te estrellas, es escalofriante.
–?Qué sinti? al pasar por esa curva?
–Que era algo que ten?a que hacer.
–?A?n recuerda como le notificaron la noticia?
–-Yo me enteré 19 horas después del accidente de que mi hija hab?a muerto por*una persona conocida. Y ni siquiera por las autoridades, ni por ninguna comunicaci?n oficial, ni una llamada de teléfono. Alguien conocido ten?a contacto con uno de los forenses y*fue quien tuvo la deferencia de dec?rnoslo.
–Estos d?as en el juicio, el exdirector de Seguridad en la circulaci?n de Adif, Andrés Cortabitarte, descarg? toda la responsabilidad del fat?dico accidente del Alvia en el maquinista.
–Eso lo hicieron desde el principio,*hasta que se supo que todos los sistemas de seguridad se hab?an desconectado. Creo que, durante mucho tiempo, estuvieron llen?ndose la boca con la llegada de la alta velocidad, que lo llevaban como un estandarte y deduzco que nadie quiso reconocer que no estaba funcionando. Ah? empezaron a pasarse la pelota unos a otros. Las esferas pol?ticas, que est?n siempre al tanto, no tengo ninguna duda de que también lo estaban de esto y de que trataron de taparlo, hasta que explot?. Se dedicaron a echar balones fuera… Tanto él como el maquinista son cabezas de turco.
–El maquinista, Francisco José Garz?n, durante su declaraci?n pidi? perd?n a las v?ctimas.
–Ninguna persona en su sano juicio hubiera cometido ese error fatal conscientemente. A lo mejor no ten?a el entrenamiento adecuado, puede que tampoco tuviera la informaci?n debida. Me cuesta pensar que una persona con ese grado de responsabilidad a sus espaldas tuviera ese despiste. Si t? eres consciente de que se puede producir una tragedia, est?s muy centrado en lo que tienes que hacer.*No sé lo que fall?, pero algo no cuadra…–Sin embargo, Cortabitarte no pido perd?n.
–No, al igual que Ana Pastor y todos los dem?s. No piden perd?n, porque hacerlo en las instancias pol?ticas implica asumir una culpa o una responsabilidad. Y eso, en este pa?s no se hace. No se admite un error. Se intenta tapar y se busca alguien que pueda pagar esa culpa.*Jam?s se pide perd?n.–?Se les ha indemnizado?
–S?, creo que fue la aseguradora. Cobramos dinero. Inicialmente nos dieron 60.000 euros. Después, y con lo que cobraron los abogados, no recuerdo cu?l fue la cantidad exacta final.
–Adem?s de la cuant?a econ?mica, sus otros tres hijos, ?han tenido asistencia psicol?gica?
–Tengo recuerdos muy borrosos de toda esa época. Nosotros, por nuestra cuenta, fuimos a terapia. Mis hijos, los dos peque?os, siguen yendo al psic?logo. Yo fui también durante bastante tiempo y estoy medicada. Tuvimos que buscar ayuda, pero no puedo decir que no nos la ofrecieran. Ahora el peque?o tiene 16, la segunda tiene 18 y Marta tiene 27. Perd?n, 25. Quien tiene 27 es... Carolina. (Llora).
–?C?mo es ahora su vida familiar?
–Tenemos un régimen de visitas y ahora mismo, las dos ni?as mayores est?n en Bilbao. Marta estudi? Medicina en Santiago y est? haciendo la residencia. La otra ni?a quiere estudiar Direcci?n cinematogr?fica. Cuando ocurri? el accidente, los peque?os sab?an que algo hab?a pasado; también nos vieron a nosotros destrozados. Y claro, algo as?… Uno de ellos tiene problemas psicol?gicos y est? a tratamiento. Yo*creo que fue una época de su vida muy importante en la que nosotros tampoco pudimos estar todo lo presentes que deber?amos. Y ellos, a veces por no hacernos da?o, tampoco nos dec?an c?mo se sent?an. Pero creo que lo pasaron muy mal.
–Carolina era la mayor, ?se llevaban bien?
–Con Carolina el ?ltimo a?o ten?amos una relaci?n s?per bonita y me contaba todas sus cosas.*Las fotos que ten?a en casa, siguen.*Ni quité, ni puse. Son las que estaban. Sus cosas est?n en el canapé de su cama. A m?, que no me gusta acumular, y siempre regalo la ropa que no usamos, con las cosas de ella todav?a no soy capaz. Las tengo all? guardadas. Supongo que cada uno lleva el dolor a su manera. A m?, lo que me funciona es hablar de ella como parte de nuestra familia. Si sale alguna anécdota con los ni?os, le comento libremente lo que pasaba con Carol. Cuando me preguntan,*siempre digo que tengo cuatro hijos, porque no me sale decir que tengo tres.–?C?mo se vio afectada en su*empleo (http://uc-4u.com/tags/empleo/)?
–Mi trabajo [trabajadora social] es lo que siempre he querido hacer. Me encanta. Pero*es un trabajo emocionalmente muy exigente. Las personas buscan una mezcla de empat?a y efectividad. Y, en momentos bajos, es complicado.*Err?neamente, yo cre? que me iba ayudar volver a trabajar pronto.*Me incorporé en agosto tras el accidente, pensando que mi trabajo que me gustaba tanto, me iba a ayudar. Y también, tener la mente centrada en los dem?s. Me equivoqué completamente. Luego,*ca? como un saco de patatas.*No pod?a, no era capaz. Uno de los primeros d?as vino un paciente al que yo conoc?a a contarme que se acababa de morir su padre, hecho polvo porque no se hab?a podido despedir de él… Fue dur?simo. La pandemia, luego, supuso un trabajo muy intenso, sobre un agotamiento muy extenso que ya ten?a. Y el pasado mes de enero, decid? cambiar.
–?Usted s? pudo despedirse de su hija?
–Unos d?as antes del accidente tuve una pesadilla horrible, en la que so?é que Carolina se mor?a. Cuando me desped? de ella, ya que a?n me duraba esa sensaci?n, le di un abrazo enorme, como si realmente me estuviera despidiendo. En cierto modo,*me alegré de haber tenido aquel sue?o.
–Disculpe por haberla hecho recordar, Susana.
–Le di muchas vueltas. Pero llegué a una conclusi?n: por mucho da?o que me haga hablar, m?s da?o me hace callarme.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/perder-hijo-duele-infinitamente-causa-77278340)
–Perder un hijo duele infinitamente m?s de lo que yo pensaba. Y, que la causa sea algo con*tanta repercusi?n como el accidente del Alvia,*es una tortura a?adida.
–La responsabilidad de las partes implicadas se juzga estos d?as en Santiago.
–Llevo casi 30 a?os trabajando para una administraci?n p?blica. Sé que las decisiones importantes llegan hasta arriba. Son ellos los que marcan las directrices. No tengo ninguna duda de que los pol?ticos sab?an que esa l?nea no estaba funcionando bien. Desactivaron el sistema de frenado para que no se supiera que causaba retrasos y no quedase en entredicho la famosa alta velocidad. Luego, cuando se produce una tragedia, s?lvese quien pueda. No tengo dudas.
–Y si tuviese delante a alguien que cree que pudo tener responsabilidad, ?que le dir?a?
–Le dir?a que su ambici?n pol?tica subi? a mi hija a ese tren. M?s all? de las causas del accidente, si los ciudadanos hubiéramos sabido que ese tren no ten?a sistemas de seguridad, no viajar?amos. Carolina nos plante? la posibilidad aquel d?a de ir a Santiago en coche con unos amigos. Nosotros, f?jate que ir?nico, le dijimos: “no, preferimos que vengas en tren, que es m?s seguro”. Lo hicimos desde la ignorancia y el enga?o. Luego, te das cuenta de que le dijiste a tu hija que subiera a un tren que era much?simo m?s peligroso que ir en coche con unos amigos.
–Su hija Marta, que se convirti? aquellos dos duros d?as de b?squeda en un s?mbolo en redes sociales, ?c?mo lo ha vivido?
–Las redes son muy perversas. Como sabemos, el anonimato hace que las personas amargadas den rienda suelta a lo que llevan dentro. Se llegaron a burlar de m?, a increparme, a insultarme. Yo hablé con Marta para prevenirla y me cont? que también le hab?a pasado.
–?Por qué?
–Me insultaron por haberme metido con el desfile de autoridades que, en un momento duro para m?, se portaron de una forma deleznable.
–?Ha vuelto a usar en alguna ocasi?n a la alta velocidad?
–S?. Hice el esfuerzo de subirme en un tren de alta velocidad porque no quer?a que mis hijos tengan ning?n trauma, ni bloqueos. Hice varios viajes. También cog? el de Ourense a Santiago y, viendo las velocidades que alcanzan,*imaginarte que*puede haber un tramo o una curva en la que,*si el maquinista no frena, te estrellas, es escalofriante.
–?Qué sinti? al pasar por esa curva?
–Que era algo que ten?a que hacer.
–?A?n recuerda como le notificaron la noticia?
–-Yo me enteré 19 horas después del accidente de que mi hija hab?a muerto por*una persona conocida. Y ni siquiera por las autoridades, ni por ninguna comunicaci?n oficial, ni una llamada de teléfono. Alguien conocido ten?a contacto con uno de los forenses y*fue quien tuvo la deferencia de dec?rnoslo.
–Estos d?as en el juicio, el exdirector de Seguridad en la circulaci?n de Adif, Andrés Cortabitarte, descarg? toda la responsabilidad del fat?dico accidente del Alvia en el maquinista.
–Eso lo hicieron desde el principio,*hasta que se supo que todos los sistemas de seguridad se hab?an desconectado. Creo que, durante mucho tiempo, estuvieron llen?ndose la boca con la llegada de la alta velocidad, que lo llevaban como un estandarte y deduzco que nadie quiso reconocer que no estaba funcionando. Ah? empezaron a pasarse la pelota unos a otros. Las esferas pol?ticas, que est?n siempre al tanto, no tengo ninguna duda de que también lo estaban de esto y de que trataron de taparlo, hasta que explot?. Se dedicaron a echar balones fuera… Tanto él como el maquinista son cabezas de turco.
–El maquinista, Francisco José Garz?n, durante su declaraci?n pidi? perd?n a las v?ctimas.
–Ninguna persona en su sano juicio hubiera cometido ese error fatal conscientemente. A lo mejor no ten?a el entrenamiento adecuado, puede que tampoco tuviera la informaci?n debida. Me cuesta pensar que una persona con ese grado de responsabilidad a sus espaldas tuviera ese despiste. Si t? eres consciente de que se puede producir una tragedia, est?s muy centrado en lo que tienes que hacer.*No sé lo que fall?, pero algo no cuadra…–Sin embargo, Cortabitarte no pido perd?n.
–No, al igual que Ana Pastor y todos los dem?s. No piden perd?n, porque hacerlo en las instancias pol?ticas implica asumir una culpa o una responsabilidad. Y eso, en este pa?s no se hace. No se admite un error. Se intenta tapar y se busca alguien que pueda pagar esa culpa.*Jam?s se pide perd?n.–?Se les ha indemnizado?
–S?, creo que fue la aseguradora. Cobramos dinero. Inicialmente nos dieron 60.000 euros. Después, y con lo que cobraron los abogados, no recuerdo cu?l fue la cantidad exacta final.
–Adem?s de la cuant?a econ?mica, sus otros tres hijos, ?han tenido asistencia psicol?gica?
–Tengo recuerdos muy borrosos de toda esa época. Nosotros, por nuestra cuenta, fuimos a terapia. Mis hijos, los dos peque?os, siguen yendo al psic?logo. Yo fui también durante bastante tiempo y estoy medicada. Tuvimos que buscar ayuda, pero no puedo decir que no nos la ofrecieran. Ahora el peque?o tiene 16, la segunda tiene 18 y Marta tiene 27. Perd?n, 25. Quien tiene 27 es... Carolina. (Llora).
–?C?mo es ahora su vida familiar?
–Tenemos un régimen de visitas y ahora mismo, las dos ni?as mayores est?n en Bilbao. Marta estudi? Medicina en Santiago y est? haciendo la residencia. La otra ni?a quiere estudiar Direcci?n cinematogr?fica. Cuando ocurri? el accidente, los peque?os sab?an que algo hab?a pasado; también nos vieron a nosotros destrozados. Y claro, algo as?… Uno de ellos tiene problemas psicol?gicos y est? a tratamiento. Yo*creo que fue una época de su vida muy importante en la que nosotros tampoco pudimos estar todo lo presentes que deber?amos. Y ellos, a veces por no hacernos da?o, tampoco nos dec?an c?mo se sent?an. Pero creo que lo pasaron muy mal.
–Carolina era la mayor, ?se llevaban bien?
–Con Carolina el ?ltimo a?o ten?amos una relaci?n s?per bonita y me contaba todas sus cosas.*Las fotos que ten?a en casa, siguen.*Ni quité, ni puse. Son las que estaban. Sus cosas est?n en el canapé de su cama. A m?, que no me gusta acumular, y siempre regalo la ropa que no usamos, con las cosas de ella todav?a no soy capaz. Las tengo all? guardadas. Supongo que cada uno lleva el dolor a su manera. A m?, lo que me funciona es hablar de ella como parte de nuestra familia. Si sale alguna anécdota con los ni?os, le comento libremente lo que pasaba con Carol. Cuando me preguntan,*siempre digo que tengo cuatro hijos, porque no me sale decir que tengo tres.–?C?mo se vio afectada en su*empleo (http://uc-4u.com/tags/empleo/)?
–Mi trabajo [trabajadora social] es lo que siempre he querido hacer. Me encanta. Pero*es un trabajo emocionalmente muy exigente. Las personas buscan una mezcla de empat?a y efectividad. Y, en momentos bajos, es complicado.*Err?neamente, yo cre? que me iba ayudar volver a trabajar pronto.*Me incorporé en agosto tras el accidente, pensando que mi trabajo que me gustaba tanto, me iba a ayudar. Y también, tener la mente centrada en los dem?s. Me equivoqué completamente. Luego,*ca? como un saco de patatas.*No pod?a, no era capaz. Uno de los primeros d?as vino un paciente al que yo conoc?a a contarme que se acababa de morir su padre, hecho polvo porque no se hab?a podido despedir de él… Fue dur?simo. La pandemia, luego, supuso un trabajo muy intenso, sobre un agotamiento muy extenso que ya ten?a. Y el pasado mes de enero, decid? cambiar.
–?Usted s? pudo despedirse de su hija?
–Unos d?as antes del accidente tuve una pesadilla horrible, en la que so?é que Carolina se mor?a. Cuando me desped? de ella, ya que a?n me duraba esa sensaci?n, le di un abrazo enorme, como si realmente me estuviera despidiendo. En cierto modo,*me alegré de haber tenido aquel sue?o.
–Disculpe por haberla hecho recordar, Susana.
–Le di muchas vueltas. Pero llegué a una conclusi?n: por mucho da?o que me haga hablar, m?s da?o me hace callarme.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/perder-hijo-duele-infinitamente-causa-77278340)