الريــم
10-13-2022, 03:40 PM
Junts per Catalunya ha tomado la decisi?n m?s trascendente en sus dos a?os de existencia: salir del Govern del 'president' Pere Aragonès. Los efectos de la ruptura con ERC todav?a se est?n digiriendo entre los dirigentes del partido, cuya direcci?n afronta a partir de ahora una serie de retos notables. Repasamos los m?s destacados
La unidad interna
Las costuras internas est?n al l?mite. JxCat naci? como un partido plural ("somos Junts, no 'iguals'", repite el secretario general, Jordi Turull) pero esta vez la distancia entre quienes celebran la salida del Govern y los que se lamentan de una decisi?n "desastrosa" es inmensa. En un primer momento y hasta las elecciones municipales puede imponerse el cierre de filas, pero la incomodidad de dirigentes notables como los ya 'exconsellers' y algunos expresos independentistas es elevad?sima y no se descartan deserciones. Por el momento s? ha crecido el n?mero de afiliados. Adem?s, el liderazgo de Turull -que no se moj? p?blicamente en la consulta- ha quedado lesionado, en especial entre sus fieles, frente a Laura Borràs -a quien hab?a ganado alguna batalla interna notable- y Carles Puigdemont, 'expresident' residente en Waterloo. La discrepancia es frontal entre quienes creen que Junts es un movimiento "de liberaci?n nacional" que no tiene como prioridad el Govern, y los que defienden que debe ser un partido con vocaci?n mayoritaria y de gesti?n. Las posiciones est?n muy enconadas y la campa?a previa a la consulta lo puso en evidencia.
La pérdida de influencia
Es probablemente lo que m?s hace llevarse las manos a la cabeza a los que votaron por seguir en el Govern. No se trata s?lo de la pérdida de 250 altos cargos y unos 23 millones en sueldos -parte de los cuales se convierten en cuotas para el partido, como pasa en otras formaciones- sino sobre todo de que un partido con numerosos dirigentes de la exconvergencia carecer? de plataformas de propaganda. En el Parlament, pasar?n a ser el segundo grupo de la oposici?n tras el PSC y con un jefe de filas, Albert Batet, que no es precisamente un l?der carism?tico. Medi?ticamente, el mensaje combativo contra el Govern de ERC puede calar durante una primera etapa, pero los dirigentes consultados admiten que sin capacidad de tomar decisiones que afecten al futuro de los ciudadanos, estas gesticulaciones caer?n pronto en saco roto. Los dos principales dirigentes, Laura Borràs y Jordi Turull no tienen cargos institucionales. La capacidad de debilitar a ERC en el Parlament pasar?, adem?s, por votaciones de la mano de adversarios como el PSC. Sin elecciones catalanas a corto plazo, la traves?a del desierto se antoja dura.
El reto de las municipales
Antes del verano, Jordi Turull ten?a claro que el partido deb?a centrar el curso pol?tico en las elecciones municipales, el principal reto electoral tras los comicios catalanes en los que Junts qued? en tercera posici?n si bien con solo un esca?o menos que ERC y el PSC. Las municipales son clave para un partido nuevo, que incorpora parte de la genética convergente, que no es otra que la de la capilaridad del poder territorial. La intenci?n era fichar a todos los alcaldes y alcaldables del PDECat ofreciéndose como un proyecto con acceso al poder de la Generalitat, influencia y proyecci?n. Ahora pesa un interrogante sobre esta operaci?n, y a ello hay que a?adir que el partido no cuenta casi con ninguna presencia en el ?rea metropolitana de Barcelona y tiene pendiente escoger candidatura la capital catalana, donde Xavier Trias se prepara para ser candidato de nuevo, y también en Girona, que es hoy la principal ciudad gobernada por Junts.
La pol?tica de alianzas
Con el portazo a ERC, Junts cierra también la posibilidad -pese a que en pol?tica el "nunca jam?s" dura pocos d?as- de llegar a acuerdos de calado con los republicanos. El PSC sigue estando vetado por los de Turull -lo firm? en la campa?a del 14-F- pese a que se mantendr? en el gobierno de la Diputaci?n de Barcelona que presiden los socialistas- por lo que el margen de pactos de JxCat se estrecha cara al futuro. Esto por ejemplo puede afectar a las expectativas de Xavier Trias en Barcelona, si el posible candidato de Junts obtiene un resultado que le permita entrar en alguna combinaci?n de gobierno. ?Tendr?a manos libres del partido para pactar con ERC, pocos meses después de renegar de los republicanos, o con el PSC? O dicho al revés: ?querr? Ernest Maragall, candidato republicano, tender la mano a Trias antes que a Ada Colau? Los que han criticado duramente la salida del Govern consideran que Junts ha de recuperar cuanto antes centralidad pol?tica porque de lo contrario puede quedar orillada en tareas de oposici?n.
La unidad independentista y el CdR de Puigdemont
Una de las exigencias a ERC por parte de Junts era constituir un ?rgano de unidad estratégica independentista. Con la ruptura, esta posibilidad queda m?s lejos que nunca, as? como todos los intentos de coordinar la hoja de ruta soberanista entre partidos y entidades como la ANC y ?mnium, as? como el Consell de la Rep?blica (CdR) que lidera el 'expresident' Carles Puigdemont, de Junts. El partido de Turull también exig?a a los republicanos ir de la mano en el Congreso, algo que si antes ERC rechazaba -alegando que dispone de 13 diputados frente a los 4 de Junts- ahora lo har? con m?s convicci?n tras la salida de Junts del Govern.
Respecto al CdR, otro tanto: si ERC y la CUP lo ve?an hasta ahora como un organismo privado en manos de Junts sin legitimidad para albergar el pensamiento de todo el independentismo, al constatar como Puigdemont y Toni Com?n -n?mero dos del Consell y también de Junts- se han dedicado a tareas de partido para forzar la salida del Govern, los republicanos todav?a conceder?n menos relieve pol?tico a este ente que trata de constituirse en algo as? como un Parlament bis comandado desde el exterior de Catalunya. A??dase a ello que en la conmemoraci?n del referéndum del 1-O Puigdemont clam? contra la estrategia de ERC y la expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, que pas? tres a?os en la c?rcel por el sentencia del referéndum, recibi? abucheos.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/5-desafios-junts-oposicion-unidad-77202975)
La unidad interna
Las costuras internas est?n al l?mite. JxCat naci? como un partido plural ("somos Junts, no 'iguals'", repite el secretario general, Jordi Turull) pero esta vez la distancia entre quienes celebran la salida del Govern y los que se lamentan de una decisi?n "desastrosa" es inmensa. En un primer momento y hasta las elecciones municipales puede imponerse el cierre de filas, pero la incomodidad de dirigentes notables como los ya 'exconsellers' y algunos expresos independentistas es elevad?sima y no se descartan deserciones. Por el momento s? ha crecido el n?mero de afiliados. Adem?s, el liderazgo de Turull -que no se moj? p?blicamente en la consulta- ha quedado lesionado, en especial entre sus fieles, frente a Laura Borràs -a quien hab?a ganado alguna batalla interna notable- y Carles Puigdemont, 'expresident' residente en Waterloo. La discrepancia es frontal entre quienes creen que Junts es un movimiento "de liberaci?n nacional" que no tiene como prioridad el Govern, y los que defienden que debe ser un partido con vocaci?n mayoritaria y de gesti?n. Las posiciones est?n muy enconadas y la campa?a previa a la consulta lo puso en evidencia.
La pérdida de influencia
Es probablemente lo que m?s hace llevarse las manos a la cabeza a los que votaron por seguir en el Govern. No se trata s?lo de la pérdida de 250 altos cargos y unos 23 millones en sueldos -parte de los cuales se convierten en cuotas para el partido, como pasa en otras formaciones- sino sobre todo de que un partido con numerosos dirigentes de la exconvergencia carecer? de plataformas de propaganda. En el Parlament, pasar?n a ser el segundo grupo de la oposici?n tras el PSC y con un jefe de filas, Albert Batet, que no es precisamente un l?der carism?tico. Medi?ticamente, el mensaje combativo contra el Govern de ERC puede calar durante una primera etapa, pero los dirigentes consultados admiten que sin capacidad de tomar decisiones que afecten al futuro de los ciudadanos, estas gesticulaciones caer?n pronto en saco roto. Los dos principales dirigentes, Laura Borràs y Jordi Turull no tienen cargos institucionales. La capacidad de debilitar a ERC en el Parlament pasar?, adem?s, por votaciones de la mano de adversarios como el PSC. Sin elecciones catalanas a corto plazo, la traves?a del desierto se antoja dura.
El reto de las municipales
Antes del verano, Jordi Turull ten?a claro que el partido deb?a centrar el curso pol?tico en las elecciones municipales, el principal reto electoral tras los comicios catalanes en los que Junts qued? en tercera posici?n si bien con solo un esca?o menos que ERC y el PSC. Las municipales son clave para un partido nuevo, que incorpora parte de la genética convergente, que no es otra que la de la capilaridad del poder territorial. La intenci?n era fichar a todos los alcaldes y alcaldables del PDECat ofreciéndose como un proyecto con acceso al poder de la Generalitat, influencia y proyecci?n. Ahora pesa un interrogante sobre esta operaci?n, y a ello hay que a?adir que el partido no cuenta casi con ninguna presencia en el ?rea metropolitana de Barcelona y tiene pendiente escoger candidatura la capital catalana, donde Xavier Trias se prepara para ser candidato de nuevo, y también en Girona, que es hoy la principal ciudad gobernada por Junts.
La pol?tica de alianzas
Con el portazo a ERC, Junts cierra también la posibilidad -pese a que en pol?tica el "nunca jam?s" dura pocos d?as- de llegar a acuerdos de calado con los republicanos. El PSC sigue estando vetado por los de Turull -lo firm? en la campa?a del 14-F- pese a que se mantendr? en el gobierno de la Diputaci?n de Barcelona que presiden los socialistas- por lo que el margen de pactos de JxCat se estrecha cara al futuro. Esto por ejemplo puede afectar a las expectativas de Xavier Trias en Barcelona, si el posible candidato de Junts obtiene un resultado que le permita entrar en alguna combinaci?n de gobierno. ?Tendr?a manos libres del partido para pactar con ERC, pocos meses después de renegar de los republicanos, o con el PSC? O dicho al revés: ?querr? Ernest Maragall, candidato republicano, tender la mano a Trias antes que a Ada Colau? Los que han criticado duramente la salida del Govern consideran que Junts ha de recuperar cuanto antes centralidad pol?tica porque de lo contrario puede quedar orillada en tareas de oposici?n.
La unidad independentista y el CdR de Puigdemont
Una de las exigencias a ERC por parte de Junts era constituir un ?rgano de unidad estratégica independentista. Con la ruptura, esta posibilidad queda m?s lejos que nunca, as? como todos los intentos de coordinar la hoja de ruta soberanista entre partidos y entidades como la ANC y ?mnium, as? como el Consell de la Rep?blica (CdR) que lidera el 'expresident' Carles Puigdemont, de Junts. El partido de Turull también exig?a a los republicanos ir de la mano en el Congreso, algo que si antes ERC rechazaba -alegando que dispone de 13 diputados frente a los 4 de Junts- ahora lo har? con m?s convicci?n tras la salida de Junts del Govern.
Respecto al CdR, otro tanto: si ERC y la CUP lo ve?an hasta ahora como un organismo privado en manos de Junts sin legitimidad para albergar el pensamiento de todo el independentismo, al constatar como Puigdemont y Toni Com?n -n?mero dos del Consell y también de Junts- se han dedicado a tareas de partido para forzar la salida del Govern, los republicanos todav?a conceder?n menos relieve pol?tico a este ente que trata de constituirse en algo as? como un Parlament bis comandado desde el exterior de Catalunya. A??dase a ello que en la conmemoraci?n del referéndum del 1-O Puigdemont clam? contra la estrategia de ERC y la expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, que pas? tres a?os en la c?rcel por el sentencia del referéndum, recibi? abucheos.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/5-desafios-junts-oposicion-unidad-77202975)