الريــم
10-12-2022, 08:20 PM
Ha escapado de Rusia para no participar en la guerra de Putin. Pero la suya no fue una llamada a filas ordinaria. Sasha Kreyn (Uli?novsk, 1963) hab?a sido editor jefe del canal RN.ru y, junto a Megasoft, cre? la primera plataforma digital del pa?s para alojar v?deos, pero desde hac?a siete a?os dirig?a un peque?o teatro en Mosc? –el Big Small Puppet Theatre– y rodaba documentales sobre "la Rusia profunda". Nada hac?a presagiar que fuera movilizado.
D?as atr?s se presentaron dos desconocidos en su casa y, record?ndole su talento audiovisual, le 'invitaron' a "glorificar las haza?as del Ejército", a dirigir y coordinar reportajes en los "territorios liberados". A participar en el frente medi?tico, en definitiva. Supo que ten?a que huir.
Esta entrevista fue realizada a su llegada a Madrid, después de cruzar la frontera de Finlandia junto a un pu?ado de j?venes que hab?an recibido la carta de reclutamiento. Un periplo de cuatro d?as hasta una habitaci?n compartida en un hostal cercano a la Gran V?a de Madrid.
"'Si me niego, ?me dispararéis?', traté de quitar hierro a la situaci?n. '?Por qué disparar? Hay otras formas', fue su respuesta"
?Quiénes eran aquellos dos hombres?"Somos tus vecinos", me dijo uno, y me se?al? el edificio situado detr?s del complejo deportivo. Era la oficina de organizaci?n de suministros de las fuerzas armadas de la Federaci?n rusa. Les expliqué que ahora me dedicaba al teatro para ni?os ("para ni?os jud?os", subray? uno). Les dije ten?a tres hijos a cargo, de 6, 5 y 2 a?os, pero se?alaron que "la nueva ley" solo exime de la movilizaci?n a los padres de cuatro hijos. Argumentaron que me pagar?an un buen dinero, y que revisar?an mi futura pensi?n. "Si me niego, ?me disparar?n?", traté de quitar hierro a la situaci?n. "?Por qué disparar? Hay otras formas", fue la respuesta.?Lo percibi? como un ?rdago o como una amenaza?Mi posici?n con respecto a esta guerra in?til y sangrienta es muy conocida –vi con mis propios ojos la destrucci?n en Grozni cuando viajé a montar una oficina de la plataforma– y sé decodificar este tipo de 'invitaciones'. Si te opones a la autoridad, o peor a?n, si no accedes a colaborar con ella, te puede pasar cualquier cosa. Hay personas que caen por las ventanas. Es un estado totalitario. As? que, cuando cerramos la puerta, mi mujer, Sonya, dijo: "Hay que salir de aqu? ahora mismo". Al dentista de la familia se lo llevaron al frente directamente desde la cl?nica.?Comparti? su perspectiva o le asaltaron las dudas?Rusia es un manicomio del que han huido los médicos, los enfermeros est?n encerrados bebiendo vodka y los locos andan sueltos y gritan "adelante, vamos a hacer una Rusia grande". La primera idea fue salir con mi mujer y los ni?os a través de Estambul. Traté sin éxito de vender el coche familiar para comprar los billetes, que hab?an subido de 360.000 a 500.000 rublos, pero no quedaban. Como yo ten?a un visado de dos semana para Espa?a, Sonya me dijo: "Ve t? solo". Decid? salir por la frontera con Finlandia, sin seguridad alguna de que estuviera abierta. Se rumoreaba que se iba a cerrar por el alud de gente.
https://www.uc-4u.com/clip/c4387b55-b8f3-43f9-adcb-229b04f786a8_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Kreyn, con una de sus marionetas y un cartel en contra de la guerra en Ucrania ("no mates al ?ngel"). | JUAN CARLOS ROJAS
?Qué llev? consigo?Algo de ropa y una marioneta en forma de ?ngel que protagonizaba una de mis obras de teatro. Pensé que me ayudar?a a conseguir algo de dinero y hacer campa?a contra la guerra.?C?mo fue su traves?a de Mosc? a Madrid?Gracias a la ayuda de una empleada de la venta de billetes, pude coger el 'Sapsan' [tren de alta velocidad] a San Petersburgo. Llegué de noche y me dirig? a la estaci?n de autobuses, abarrotado de muchachos que hab?an recibido la notificaci?n de reclutamiento. Sal? en el segundo bus junto a otros 53 pasajeros. Durante el trayecto, la mayor?a pas? el tiempo pegado al m?vil tratando de tranquilizar a sus madres y esposas, y de dar instrucciones sobre qué hacer si la autoridad llamaba a la puerta. Al llegar a la frontera, fuimos andando hasta los tres puntos de control de aduana. Dec?an que la espera era de ocho horas. La m?a fue de cuatro horas y 34 minutos.
"Durante el trayecto en bus a la frontera los muchachos que hu?an del reclutamiento trataban de tranquilizar a sus madres y esposas"
?Les pusieron alguna traba?A m? solo me preguntaron por qué viajaba con la marioneta. Estaba tan asustado que me sorprendi? que me desearan buen viaje. Cogimos un segundo bus al aeropuerto. Mi avi?n a Bruselas part?a al d?a siguiente, 28 de septiembre. Nadie peg? ojo. La mayor?a de desertores segu?an viaje y permanecimos todos juntos. Muchos no ten?an dinero ni para la m?quina de café. Uno cont? que a un amigo suyo se lo hab?an llevado al frente sin darle botas de su talla, porque no ten?an. En el aeropuerto de Bruselas estaban preparados para tramitar asilos.?No le tent? la idea?Me quedaban unos d?as de visado y quer?a llegar a Madrid. Encontré un hostal cerca de la Gran V?a, en el que comparto habitaci?n. El viernes pasado act?e en la calle Fuencarral con mi marioneta junto a un rapero venezolano.?La mayor?a de sus compatriotas comparten su perspectiva?Muchos rusos opinan que es un sistema cruel, aunque la mitad de ellos ya ha salido del pa?s. Y los que se quedan pueden hacer muy poco. Los l?deres de mi comunidad –israelita– hacen lo que pueden para ayudar a los muchachos movilizados, pero algunos de ellos también se est?n yendo porque se ven obligados a apoyar una causa que atenta contra su moral. Aunque también conozco a gente que de repente se hizo partidaria de esta barbaridad.
https://www.uc-4u.com/clip/60bf3845-6b15-42bf-af9a-7d69623e1c31_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Habitaci?n compartida en un hostal de Madrid, ciudad a la que quiere traer a su familia. |
Después de su partida, ?han vuelto a molestar a su familia? Volvi? uno a preguntar por m?. Sonya, que est? tratando de vender todo lo que pueda, se asust? y le dijo que yo estaba de viaje rodando un documental. Tiene miedo. Yo lo tengo. Viajaré a México porque me han dicho que en la embajada de Espa?a tramitan visados humanitarios. Si no lo consigo, tendremos que cruzar la frontera a Estados Unidos, ni que sea con una escalera de cuerdas. Mi casa, mi teatro y mi patria est?n perdidos para siempre para m?.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/exiliado-rusia-pais-manicomio-han-77171430)
D?as atr?s se presentaron dos desconocidos en su casa y, record?ndole su talento audiovisual, le 'invitaron' a "glorificar las haza?as del Ejército", a dirigir y coordinar reportajes en los "territorios liberados". A participar en el frente medi?tico, en definitiva. Supo que ten?a que huir.
Esta entrevista fue realizada a su llegada a Madrid, después de cruzar la frontera de Finlandia junto a un pu?ado de j?venes que hab?an recibido la carta de reclutamiento. Un periplo de cuatro d?as hasta una habitaci?n compartida en un hostal cercano a la Gran V?a de Madrid.
"'Si me niego, ?me dispararéis?', traté de quitar hierro a la situaci?n. '?Por qué disparar? Hay otras formas', fue su respuesta"
?Quiénes eran aquellos dos hombres?"Somos tus vecinos", me dijo uno, y me se?al? el edificio situado detr?s del complejo deportivo. Era la oficina de organizaci?n de suministros de las fuerzas armadas de la Federaci?n rusa. Les expliqué que ahora me dedicaba al teatro para ni?os ("para ni?os jud?os", subray? uno). Les dije ten?a tres hijos a cargo, de 6, 5 y 2 a?os, pero se?alaron que "la nueva ley" solo exime de la movilizaci?n a los padres de cuatro hijos. Argumentaron que me pagar?an un buen dinero, y que revisar?an mi futura pensi?n. "Si me niego, ?me disparar?n?", traté de quitar hierro a la situaci?n. "?Por qué disparar? Hay otras formas", fue la respuesta.?Lo percibi? como un ?rdago o como una amenaza?Mi posici?n con respecto a esta guerra in?til y sangrienta es muy conocida –vi con mis propios ojos la destrucci?n en Grozni cuando viajé a montar una oficina de la plataforma– y sé decodificar este tipo de 'invitaciones'. Si te opones a la autoridad, o peor a?n, si no accedes a colaborar con ella, te puede pasar cualquier cosa. Hay personas que caen por las ventanas. Es un estado totalitario. As? que, cuando cerramos la puerta, mi mujer, Sonya, dijo: "Hay que salir de aqu? ahora mismo". Al dentista de la familia se lo llevaron al frente directamente desde la cl?nica.?Comparti? su perspectiva o le asaltaron las dudas?Rusia es un manicomio del que han huido los médicos, los enfermeros est?n encerrados bebiendo vodka y los locos andan sueltos y gritan "adelante, vamos a hacer una Rusia grande". La primera idea fue salir con mi mujer y los ni?os a través de Estambul. Traté sin éxito de vender el coche familiar para comprar los billetes, que hab?an subido de 360.000 a 500.000 rublos, pero no quedaban. Como yo ten?a un visado de dos semana para Espa?a, Sonya me dijo: "Ve t? solo". Decid? salir por la frontera con Finlandia, sin seguridad alguna de que estuviera abierta. Se rumoreaba que se iba a cerrar por el alud de gente.
https://www.uc-4u.com/clip/c4387b55-b8f3-43f9-adcb-229b04f786a8_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Kreyn, con una de sus marionetas y un cartel en contra de la guerra en Ucrania ("no mates al ?ngel"). | JUAN CARLOS ROJAS
?Qué llev? consigo?Algo de ropa y una marioneta en forma de ?ngel que protagonizaba una de mis obras de teatro. Pensé que me ayudar?a a conseguir algo de dinero y hacer campa?a contra la guerra.?C?mo fue su traves?a de Mosc? a Madrid?Gracias a la ayuda de una empleada de la venta de billetes, pude coger el 'Sapsan' [tren de alta velocidad] a San Petersburgo. Llegué de noche y me dirig? a la estaci?n de autobuses, abarrotado de muchachos que hab?an recibido la notificaci?n de reclutamiento. Sal? en el segundo bus junto a otros 53 pasajeros. Durante el trayecto, la mayor?a pas? el tiempo pegado al m?vil tratando de tranquilizar a sus madres y esposas, y de dar instrucciones sobre qué hacer si la autoridad llamaba a la puerta. Al llegar a la frontera, fuimos andando hasta los tres puntos de control de aduana. Dec?an que la espera era de ocho horas. La m?a fue de cuatro horas y 34 minutos.
"Durante el trayecto en bus a la frontera los muchachos que hu?an del reclutamiento trataban de tranquilizar a sus madres y esposas"
?Les pusieron alguna traba?A m? solo me preguntaron por qué viajaba con la marioneta. Estaba tan asustado que me sorprendi? que me desearan buen viaje. Cogimos un segundo bus al aeropuerto. Mi avi?n a Bruselas part?a al d?a siguiente, 28 de septiembre. Nadie peg? ojo. La mayor?a de desertores segu?an viaje y permanecimos todos juntos. Muchos no ten?an dinero ni para la m?quina de café. Uno cont? que a un amigo suyo se lo hab?an llevado al frente sin darle botas de su talla, porque no ten?an. En el aeropuerto de Bruselas estaban preparados para tramitar asilos.?No le tent? la idea?Me quedaban unos d?as de visado y quer?a llegar a Madrid. Encontré un hostal cerca de la Gran V?a, en el que comparto habitaci?n. El viernes pasado act?e en la calle Fuencarral con mi marioneta junto a un rapero venezolano.?La mayor?a de sus compatriotas comparten su perspectiva?Muchos rusos opinan que es un sistema cruel, aunque la mitad de ellos ya ha salido del pa?s. Y los que se quedan pueden hacer muy poco. Los l?deres de mi comunidad –israelita– hacen lo que pueden para ayudar a los muchachos movilizados, pero algunos de ellos también se est?n yendo porque se ven obligados a apoyar una causa que atenta contra su moral. Aunque también conozco a gente que de repente se hizo partidaria de esta barbaridad.
https://www.uc-4u.com/clip/60bf3845-6b15-42bf-af9a-7d69623e1c31_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Habitaci?n compartida en un hostal de Madrid, ciudad a la que quiere traer a su familia. |
Después de su partida, ?han vuelto a molestar a su familia? Volvi? uno a preguntar por m?. Sonya, que est? tratando de vender todo lo que pueda, se asust? y le dijo que yo estaba de viaje rodando un documental. Tiene miedo. Yo lo tengo. Viajaré a México porque me han dicho que en la embajada de Espa?a tramitan visados humanitarios. Si no lo consigo, tendremos que cruzar la frontera a Estados Unidos, ni que sea con una escalera de cuerdas. Mi casa, mi teatro y mi patria est?n perdidos para siempre para m?.
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