الريــم
10-12-2022, 08:20 PM
Ant?n Krutenko iba por su tercera vida cuando los soldados rusos le capturaron. Fue el pasado 26 de marzo en el noreste de Ucrania, apenas un mes después del inicio de la guerra. Su unidad estaba apostada en una aldea pegada a las fronteras de J?rkov, Lugansk y Donetsk cuando se vio sorprendida por el fuego intenso de la artiller?a rusa. "Nos quedamos sin armas para luchar y el comandante orden? la retirada al ver que los rusos ven?an a por nosotros", recuerda ahora junto a un hospital militar en Odesa. Durante la huida, trataron de esconderse en un bosque. Ca?an obuses como piedras de granizo y el regusto del metal se le incrust? en la boca, poco antes de que dos balas le atravesaran el cuerpo. Fue entonces cuando se dio cuenta de que la hojarasca del horizonte no era en realidad m?s que el camuflaje de seis militares rusos.
M?s informaci?n (Auto)
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Krutenko trat? de coger la metralleta para defenderse, pero su mano no se mov?a. Sangraba abundantemente por el est?mago y uno de los antebrazos, relata ahora antes de mostrar las cicatrices que tat?an su cuerpo. Segu?a consciente, pero incapaz de levantarse cuando los rusos se le acercaron apunt?ndole con los fusiles.
-?Quieres que te rematemos de un disparo?, le preguntaron.
- No, quiero vivir –respondi? retorciéndose en el suelo.
Tres de sus camaradas estaban muertos. Otro fue rematado in situ tras caer malherido. Un quinto acabar?a como él rodando por los hospitales rusos, sin saber si volver?a vivo a casa o acabar?a sepultado bajo las inexistentes estad?sticas de las bajas militares de esta guerra, que se acerca a su octavo mes.
Para Krutenko la guerra hab?a comenzado el mismo d?a en que se alist? en el Ejército, un 26 de abril de 2021, justo un a?o antes de ser capturado, fecha del infausto aniversario de la cat?strofe de Chern?bil. Hasta entonces se ganaba la vida como polic?a local en su Donb?s natal, pero el hambre de prosperar ingresando en la polic?a nacional no le dej? m?s opciones que sacarse un t?tulo universitario que no pod?a pagar o servir tres a?os en el Ejército.
M?s informaci?n (Auto)
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Bombas de racimo y f?sforo
Ya con el uniforme, el conflicto congelado del Donb?s no tard? en mutar en una bestia mucho m?s devastadora cuando Putin dio la orden de invadir Ucrania. Krutenko, que tiene ahora 34 a?os, barba lampi?a y unos ojos azules que de tanto en tanto se desenfocan como los de un ni?o asustado, fue enviado a defender la frontera de J?rkov con Rusia como parte de un destacamento de infanter?a de asalto. Un d?a a d?a de perros en aquellos primeros compases de la guerra, cuando Rusia avanz? sin vacilar, antes de estancarse en Kiev (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/video-impactante-momento-periodista-bbc-77068030)y mucho antes de que Ucrania comenzara a recuperar terreno con su contraofensiva. "La lucha fue dur?sima. Bombardeaban con tanques, aviaci?n, artiller?a, bombas de racimo y f?sforo, que lo quema todo all? donde cae. Nos pas?bamos los d?as corriendo por los bosques", afirma Krutenko. "Las cosas solo empezaron a cambiar cuando lleg? la ayuda militar extranjera y empezamos a destruir sus dep?sitos de armas".
Entre medio estuvo a punto de morder el polvo en dos ocasiones. La primera qued? semienterrado en una trinchera, con contusiones y plomo en la saliva, después de que una bomba de la aviaci?n cayera a solo unos metros de su posici?n. La segunda casi no lo cuenta por un descuido. Los suyos hu?an a pie en desbandada atacados por "decenas de tanques" rusos, cuando se dio cuenta de que hab?a olvidado el arma en su veh?culo y corri? a recogerla. No le dio tiempo. Justo antes de llegar, un ca?onazo revent? el veh?culo y lo arrastr? varios metros. "Fue el 7 de marzo, la fecha de mi segundo nacimiento", dice ahora cogiendo aire antes de responder.
En sus palabras hay poca épica. La guerra, dice, es como una noche de sue?os torturados. "Cada d?a llamaba a mi madre para despedirme. Se pasa mucho miedo en el frente, solo los idiotas no tienen miedo, aunque la adrenalina y las ganas de vengar a tus camaradas te ayudan a seguir luchando".
Y entonces le capturaron. Subido a un coche y m?s tarde a un tanque, donde se desmay? por la sangre que perd?a, fue trasladado hasta un hospital de Svatove (Lugansk), en las zonas controladas por los rusos y sus aliados separatistas. Por el camino le robaron las botas y le confiscaron la documentaci?n.
https://www.uc-4u.com/clip/fae8e004-46df-46d8-84f0-2ff3760625b6_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Intercambio de prisioneros rusos y ucranianos en Chern?giv, el pasado 22 de septiembre. | SERVICIO DE SEGURIDAD DE UCRANIA
Hospitales rusos
El Lugansk fue sometido a la primera operaci?n, antes de ser trasladado hasta Voronezh el 1 de mayo, una ciudad en el suroeste de Rusia, a unos 330 kil?metros de J?rkov. All? todo se volvi? m?s angustioso. "Las enfermeras preguntaban a la polic?a militar por qué nos hab?an tra?do. No quer?an tratarnos y les ped?an que nos dejaran morir. Sugirieron matarme con una inyecci?n letal y decir que hab?a muerto de coronavirus", afirma en un relato que no ha podido ser verificado por este diario.
Acab? en una sala junto a otros cuatro prisioneros de guerra ucranianos, todos ellos atados a las camas con esposas. Un d?a uno de los guardas de la polic?a militar se puso unos guantes t?cticos y moli? a pu?etazos a un soldado de Kiev atado a la cama; luego se ensa?? a patadas con otro de Mikolaiv que no hablaba ruso y ten?a la pelvis rota, afirma Krutenko. La Convenci?n de Ginebra es larga, pero en esencia sostiene que "los prisioneros de guerra deben ser tratados humanamente en todas las circunstancias".
Prisioneros torturados
Su siguiente parada fue Kursk, también en Rusia, donde la actitud hacia los prisioneros "mejor?". All? les obligaban a cantar el himno ruso y a estudiar libros sobre la Crimea anexionada que deb?an recitar a la polic?a militar. Y nuevamente los volvieron a interrogar sin descanso. "Quer?an saber la localizaci?n de nuestras unidades, el tipo de armamento que usamos y la ubicaci?n de nuestros dep?sitos de armas", recuerda ahora. Y aunque en el hospital de Kursk la actitud del personal fue m?s amable, cuando los pacientes mejoraban se los llevaban a una celda de aislamiento en una prisi?n cercana. "A m? me salvaron mis heridas, pero otros fueron torturados. Lo sé porque uno de los transferidos tuvo que volver porque le hab?an roto la pierna y el brazo en los interrogatorios".
Y as? hasta principios de julio, cuando Krutenko se enter? que hab?a sido incluido en una lista de intercambio de prisioneros. El 12 de junio fue transferido desde Kurk hasta Simferopol (Crimea) y finalmente liberado en Jers?n el 28 de ese mismo mes, en un acuerdo supervisado por la Cruz Roja Internacional para trocar 17 prisioneros de guerra ucranianos por 17 rusos. "Lo m?s dif?cil fue vivir permanentemente sin saber que estaba pasando en Ucrania. Nos daban informaci?n falsa. Dec?an que Zelenski y Biden preparaban un nuevo Holodomor –el particular holocausto ucraniano perpetrado por Stalin—y que las tropas rusas hab?an ocupado casi todo el pa?s". Nada m?s ser liberado Ant?n Krutenko llam? a su hermano para decirle simplemente que estaba vivo.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/quieres-rematemos-disparo-meses-cautiverio-77171984)
M?s informaci?n (Auto)
http://placehold.it/175x100 T?tulo noticia (Auto)
Krutenko trat? de coger la metralleta para defenderse, pero su mano no se mov?a. Sangraba abundantemente por el est?mago y uno de los antebrazos, relata ahora antes de mostrar las cicatrices que tat?an su cuerpo. Segu?a consciente, pero incapaz de levantarse cuando los rusos se le acercaron apunt?ndole con los fusiles.
-?Quieres que te rematemos de un disparo?, le preguntaron.
- No, quiero vivir –respondi? retorciéndose en el suelo.
Tres de sus camaradas estaban muertos. Otro fue rematado in situ tras caer malherido. Un quinto acabar?a como él rodando por los hospitales rusos, sin saber si volver?a vivo a casa o acabar?a sepultado bajo las inexistentes estad?sticas de las bajas militares de esta guerra, que se acerca a su octavo mes.
Para Krutenko la guerra hab?a comenzado el mismo d?a en que se alist? en el Ejército, un 26 de abril de 2021, justo un a?o antes de ser capturado, fecha del infausto aniversario de la cat?strofe de Chern?bil. Hasta entonces se ganaba la vida como polic?a local en su Donb?s natal, pero el hambre de prosperar ingresando en la polic?a nacional no le dej? m?s opciones que sacarse un t?tulo universitario que no pod?a pagar o servir tres a?os en el Ejército.
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Bombas de racimo y f?sforo
Ya con el uniforme, el conflicto congelado del Donb?s no tard? en mutar en una bestia mucho m?s devastadora cuando Putin dio la orden de invadir Ucrania. Krutenko, que tiene ahora 34 a?os, barba lampi?a y unos ojos azules que de tanto en tanto se desenfocan como los de un ni?o asustado, fue enviado a defender la frontera de J?rkov con Rusia como parte de un destacamento de infanter?a de asalto. Un d?a a d?a de perros en aquellos primeros compases de la guerra, cuando Rusia avanz? sin vacilar, antes de estancarse en Kiev (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/video-impactante-momento-periodista-bbc-77068030)y mucho antes de que Ucrania comenzara a recuperar terreno con su contraofensiva. "La lucha fue dur?sima. Bombardeaban con tanques, aviaci?n, artiller?a, bombas de racimo y f?sforo, que lo quema todo all? donde cae. Nos pas?bamos los d?as corriendo por los bosques", afirma Krutenko. "Las cosas solo empezaron a cambiar cuando lleg? la ayuda militar extranjera y empezamos a destruir sus dep?sitos de armas".
Entre medio estuvo a punto de morder el polvo en dos ocasiones. La primera qued? semienterrado en una trinchera, con contusiones y plomo en la saliva, después de que una bomba de la aviaci?n cayera a solo unos metros de su posici?n. La segunda casi no lo cuenta por un descuido. Los suyos hu?an a pie en desbandada atacados por "decenas de tanques" rusos, cuando se dio cuenta de que hab?a olvidado el arma en su veh?culo y corri? a recogerla. No le dio tiempo. Justo antes de llegar, un ca?onazo revent? el veh?culo y lo arrastr? varios metros. "Fue el 7 de marzo, la fecha de mi segundo nacimiento", dice ahora cogiendo aire antes de responder.
En sus palabras hay poca épica. La guerra, dice, es como una noche de sue?os torturados. "Cada d?a llamaba a mi madre para despedirme. Se pasa mucho miedo en el frente, solo los idiotas no tienen miedo, aunque la adrenalina y las ganas de vengar a tus camaradas te ayudan a seguir luchando".
Y entonces le capturaron. Subido a un coche y m?s tarde a un tanque, donde se desmay? por la sangre que perd?a, fue trasladado hasta un hospital de Svatove (Lugansk), en las zonas controladas por los rusos y sus aliados separatistas. Por el camino le robaron las botas y le confiscaron la documentaci?n.
https://www.uc-4u.com/clip/fae8e004-46df-46d8-84f0-2ff3760625b6_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Intercambio de prisioneros rusos y ucranianos en Chern?giv, el pasado 22 de septiembre. | SERVICIO DE SEGURIDAD DE UCRANIA
Hospitales rusos
El Lugansk fue sometido a la primera operaci?n, antes de ser trasladado hasta Voronezh el 1 de mayo, una ciudad en el suroeste de Rusia, a unos 330 kil?metros de J?rkov. All? todo se volvi? m?s angustioso. "Las enfermeras preguntaban a la polic?a militar por qué nos hab?an tra?do. No quer?an tratarnos y les ped?an que nos dejaran morir. Sugirieron matarme con una inyecci?n letal y decir que hab?a muerto de coronavirus", afirma en un relato que no ha podido ser verificado por este diario.
Acab? en una sala junto a otros cuatro prisioneros de guerra ucranianos, todos ellos atados a las camas con esposas. Un d?a uno de los guardas de la polic?a militar se puso unos guantes t?cticos y moli? a pu?etazos a un soldado de Kiev atado a la cama; luego se ensa?? a patadas con otro de Mikolaiv que no hablaba ruso y ten?a la pelvis rota, afirma Krutenko. La Convenci?n de Ginebra es larga, pero en esencia sostiene que "los prisioneros de guerra deben ser tratados humanamente en todas las circunstancias".
Prisioneros torturados
Su siguiente parada fue Kursk, también en Rusia, donde la actitud hacia los prisioneros "mejor?". All? les obligaban a cantar el himno ruso y a estudiar libros sobre la Crimea anexionada que deb?an recitar a la polic?a militar. Y nuevamente los volvieron a interrogar sin descanso. "Quer?an saber la localizaci?n de nuestras unidades, el tipo de armamento que usamos y la ubicaci?n de nuestros dep?sitos de armas", recuerda ahora. Y aunque en el hospital de Kursk la actitud del personal fue m?s amable, cuando los pacientes mejoraban se los llevaban a una celda de aislamiento en una prisi?n cercana. "A m? me salvaron mis heridas, pero otros fueron torturados. Lo sé porque uno de los transferidos tuvo que volver porque le hab?an roto la pierna y el brazo en los interrogatorios".
Y as? hasta principios de julio, cuando Krutenko se enter? que hab?a sido incluido en una lista de intercambio de prisioneros. El 12 de junio fue transferido desde Kurk hasta Simferopol (Crimea) y finalmente liberado en Jers?n el 28 de ese mismo mes, en un acuerdo supervisado por la Cruz Roja Internacional para trocar 17 prisioneros de guerra ucranianos por 17 rusos. "Lo m?s dif?cil fue vivir permanentemente sin saber que estaba pasando en Ucrania. Nos daban informaci?n falsa. Dec?an que Zelenski y Biden preparaban un nuevo Holodomor –el particular holocausto ucraniano perpetrado por Stalin—y que las tropas rusas hab?an ocupado casi todo el pa?s". Nada m?s ser liberado Ant?n Krutenko llam? a su hermano para decirle simplemente que estaba vivo.
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