الريــم
10-12-2022, 04:50 PM
Dimitri —no es su nombre real— dice que fue dif?cil, que en los primeros momentos no sab?a, que tomar la decisi?n le cost?, que dejar a su mujer y marcharse fue complicado, que pas? miedo, pero que ahora, viéndolo con algo de perspectiva, est? feliz porque tom? la decisi?n acertada.
Y no fue el ?nico, dice: la gran mayor?a de sus amigos hicieron exactamente lo mismo. Escaparon de Rusia tras el anuncio, el 21 de setiembre, del llamado a filas para luchar en la guerra de Ucrania. “Mi grupo de amigos est? completamente dividido ahora. Yo estoy en Antalya, [en el sur de Turqu?a], y tengo amigos que est?n en Estambul, en Dubai, en Uzbekist?n, en Kazajist?n y en Georgia. Los que siguen en Rusia probablemente lo intenten pronto”, explica Dimitri.
Su toma de decisi?n fue r?pida. Un d?a después del anuncio de Vlad?mir Putin, Dimitri compr? su billete para salir. Desde Mosc? se march? a Dubai y, desde ah?, a través de Estambul, lleg? a Antalya el 24 de setiembre. Por un trayecto que, por lo general, costaba 500 euros, Dimitri pag? 1.500. Y tuvo suerte: en las semanas posteriores los vuelos para salir de Rusia ascendieron a los 5.000 euros y m?s.
Periodistas y activistas
Dimitri es uno entre muchos. Concretamente, uno entre cerca de un mill?n: esta es la estimaci?n de rusos que se han marchado de su pa?s desde finales de febrero, cuando Putin decidi? reactivar la campa?a militar en Ucrania, a la que llam? “operaci?n especial”.
Durante las primeras semanas, los que hu?an eran, sobre todo, periodistas y activistas: gente cuyas vidas, si se quedaban, corr?an peligro. Después empezaron a marcharse j?venes profesionales liberales, gente de las grandes ciudades rusas cuyos trabajos, relacionados con la tecnolog?a —mermada por las sanciones occidentales—, requer?an mudarse al extranjero.
Ahora, sin embargo, la gente que huye es distinta. Son, sobre todo, hombres de entre 18 y 60 a?os, y huyen del reclutamiento a filas de finales de septiembre. Kazajist?n, el ?nico pa?s que ha dado cifras claras, ha anunciado que cerca de 200.000 rusos han entrado a través de su frontera terrestre desde el inicio del reclutamiento forzoso ruso. 200.000 personas tan solo en tres semanas.
“Incluso gente que antes apoyaba la guerra, que se cre?an lo que la propaganda estatal les dec?a, se est? marchando. No quieren apoyar esta guerra con sus propias vidas. Nadie quiere ir a luchar. Las probabilidades de volver vivo, o sin heridas ni traumas graves son muy bajas, as? que mucha gente se est? marchando”, explica Eva Rapoport, una joven rusa que ha creado una organizaci?n de ayuda a los rusos que est?n huyendo de su pa?s.
“Hay mucha gente que nos contacta online para que les ayudemos a salir y que tiene en sus perfiles la letra ‘Z’ —el s?mbolo de la “operaci?n especial” rusa—. Y creo que se merecen alg?n tipo de ayuda y entendimiento porque repetir la propaganda oficial no puede ser una ofensa punible con la muerte e ir a la guerra a morir”, dice Rapoport.
Una historia que se repite
Estos d?as de oto?o, por las calles del centro de Estambul, el ruso se escucha por todos lados. Muchos son turistas; gente que volver? a Rusia en pocas semanas. Otros, sin embargo, sin un sitio donde volver, amenazados, se quedar?n.
Es una historia repetida; cien a?os exactos. En la década de 1920, Estambul se llen? de rusos blancos, antiguos arist?cratas, ricos, burgueses y zaristas favorables al antiguo régimen ruso y que hu?an del nuevo y desconocido futuro rojo que se estaba creando en Mosc?. Los que huyen ahora, por el contrario, huyen de un futuro cada vez m?s parecido al pasado.
“La gente que sale lo hace aliviada una vez ha conseguido cruzar la frontera, de no estar en Rusia. All? dentro muchos hablan del estrés y el p?nico que se ha creado entre la poblaci?n desde que se anunci? el llamado a filas”, explica Rapoport, que contin?a:
“Mucha gente dice que ha tenido que pagar sobornos a la polic?a para que les dejasen cruzar la frontera. Supongo que la polic?a y los guardas intentan beneficiarse de la situaci?n. Pero de momento todo el que quiere y puede pag?rselo es capaz de salir”.
Mientras tanto, Dimitri decide qué pasar? con su futuro. Su mujer saldr? de Rusia en un par de semanas —las mujeres no son reclutadas—, y él, durante este tiempo, intenta ayudar a sus amigos que se han quedado atr?s. “Est?n intentando salir, pero cada vez es algo m?s dif?cil —dice Dimitri—. Y est?n asustados por si les llaman y les hacen ir a la guerra. No quieren. Nadie quiere. Si les llaman desertar?n, se escapar?n. No sé qué les pasar?, pero no ir?n a la guerra”.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/rusos-desertores-turquia-siguen-marcharan-pronto-77165272)
Y no fue el ?nico, dice: la gran mayor?a de sus amigos hicieron exactamente lo mismo. Escaparon de Rusia tras el anuncio, el 21 de setiembre, del llamado a filas para luchar en la guerra de Ucrania. “Mi grupo de amigos est? completamente dividido ahora. Yo estoy en Antalya, [en el sur de Turqu?a], y tengo amigos que est?n en Estambul, en Dubai, en Uzbekist?n, en Kazajist?n y en Georgia. Los que siguen en Rusia probablemente lo intenten pronto”, explica Dimitri.
Su toma de decisi?n fue r?pida. Un d?a después del anuncio de Vlad?mir Putin, Dimitri compr? su billete para salir. Desde Mosc? se march? a Dubai y, desde ah?, a través de Estambul, lleg? a Antalya el 24 de setiembre. Por un trayecto que, por lo general, costaba 500 euros, Dimitri pag? 1.500. Y tuvo suerte: en las semanas posteriores los vuelos para salir de Rusia ascendieron a los 5.000 euros y m?s.
Periodistas y activistas
Dimitri es uno entre muchos. Concretamente, uno entre cerca de un mill?n: esta es la estimaci?n de rusos que se han marchado de su pa?s desde finales de febrero, cuando Putin decidi? reactivar la campa?a militar en Ucrania, a la que llam? “operaci?n especial”.
Durante las primeras semanas, los que hu?an eran, sobre todo, periodistas y activistas: gente cuyas vidas, si se quedaban, corr?an peligro. Después empezaron a marcharse j?venes profesionales liberales, gente de las grandes ciudades rusas cuyos trabajos, relacionados con la tecnolog?a —mermada por las sanciones occidentales—, requer?an mudarse al extranjero.
Ahora, sin embargo, la gente que huye es distinta. Son, sobre todo, hombres de entre 18 y 60 a?os, y huyen del reclutamiento a filas de finales de septiembre. Kazajist?n, el ?nico pa?s que ha dado cifras claras, ha anunciado que cerca de 200.000 rusos han entrado a través de su frontera terrestre desde el inicio del reclutamiento forzoso ruso. 200.000 personas tan solo en tres semanas.
“Incluso gente que antes apoyaba la guerra, que se cre?an lo que la propaganda estatal les dec?a, se est? marchando. No quieren apoyar esta guerra con sus propias vidas. Nadie quiere ir a luchar. Las probabilidades de volver vivo, o sin heridas ni traumas graves son muy bajas, as? que mucha gente se est? marchando”, explica Eva Rapoport, una joven rusa que ha creado una organizaci?n de ayuda a los rusos que est?n huyendo de su pa?s.
“Hay mucha gente que nos contacta online para que les ayudemos a salir y que tiene en sus perfiles la letra ‘Z’ —el s?mbolo de la “operaci?n especial” rusa—. Y creo que se merecen alg?n tipo de ayuda y entendimiento porque repetir la propaganda oficial no puede ser una ofensa punible con la muerte e ir a la guerra a morir”, dice Rapoport.
Una historia que se repite
Estos d?as de oto?o, por las calles del centro de Estambul, el ruso se escucha por todos lados. Muchos son turistas; gente que volver? a Rusia en pocas semanas. Otros, sin embargo, sin un sitio donde volver, amenazados, se quedar?n.
Es una historia repetida; cien a?os exactos. En la década de 1920, Estambul se llen? de rusos blancos, antiguos arist?cratas, ricos, burgueses y zaristas favorables al antiguo régimen ruso y que hu?an del nuevo y desconocido futuro rojo que se estaba creando en Mosc?. Los que huyen ahora, por el contrario, huyen de un futuro cada vez m?s parecido al pasado.
“La gente que sale lo hace aliviada una vez ha conseguido cruzar la frontera, de no estar en Rusia. All? dentro muchos hablan del estrés y el p?nico que se ha creado entre la poblaci?n desde que se anunci? el llamado a filas”, explica Rapoport, que contin?a:
“Mucha gente dice que ha tenido que pagar sobornos a la polic?a para que les dejasen cruzar la frontera. Supongo que la polic?a y los guardas intentan beneficiarse de la situaci?n. Pero de momento todo el que quiere y puede pag?rselo es capaz de salir”.
Mientras tanto, Dimitri decide qué pasar? con su futuro. Su mujer saldr? de Rusia en un par de semanas —las mujeres no son reclutadas—, y él, durante este tiempo, intenta ayudar a sus amigos que se han quedado atr?s. “Est?n intentando salir, pero cada vez es algo m?s dif?cil —dice Dimitri—. Y est?n asustados por si les llaman y les hacen ir a la guerra. No quieren. Nadie quiere. Si les llaman desertar?n, se escapar?n. No sé qué les pasar?, pero no ir?n a la guerra”.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/rusos-desertores-turquia-siguen-marcharan-pronto-77165272)