الريــم
10-02-2022, 10:05 PM
Adem?s de ser violada por cinco hombres adultos, la v?ctima de La Manada tuvo que soportar el linchamiento de quienes quer?an rematarla. El juicio de los violadores se produjo a puerta cerrada para proteger la identidad de la chica, pero aun as? varios usuarios hicieron circular por la red su nombre y apellidos, su DNI, su zona de residencia e incluso im?genes grabadas durante la agresi?n sexual. Todo, seg?n la Fiscal?a, con el fin de "burlarse" de ella.
Ese acoso digital se conoce como ‘Doxing’ (o ‘Doxxing’), un perverso método basado en rastrear y revelar la informaci?n privada de alguien en internet frente a una audiencia hostil con la intenci?n de “intimidar, humillar o amenazar” a las v?ctimas. Una pr?ctica que ha crecido en los ?ltimos a?os con la normalizaci?n de las relaciones sociales a través de las pantallas y que golpea especialmente a las mujeres.
Aunque su pr?ctica es m?s antigua, el término ‘Doxing’ se populariz? en 2014 a ra?z del ‘Gamergate’, una campa?a mis?gina y reaccionaria contra programadoras y periodistas del mundo de los videojuegos, un sector hist?ricamente hipermasculinizado. Organizados en foros digitales como Reddit o 4chan, ejércitos de usuarios investigaron y revelaron detalles de la intimidad de sus v?ctimas e inventaron otros en un se?alamiento p?blico que degener? en una oleada de amenazas de violaci?n y asesinato contra ellas.
?Qué har?as si el nombre de tus padres, el lugar donde trabajas o con quien te acuestas es publicado por cientos de cuentas para intimidarte? Se obtenga de forma ilegal a través de un ciberataque o a través de lo compartido en las redes sociales por la propia v?ctima, esta t?ctica de chantaje y persecuci?n golpea dos veces, pues adem?s de violar la privacidad, causa problemas de salud mental como ansiedad, miedo, estrés postraum?tico, problemas de sue?o y falta de seguridad y confianza en los otros, seg?n explica Yolanda Mateo, psic?loga especializada en violencia de género de la Federaci?n Mujeres Progresistas. "Se desvirt?a esta conducta de delito, pero las secuelas son las mismas que en el mundo f?sico", remarca, advirtiendo que esta problem?tica se da "mucho" entre adolescentes.
Método mis?gino
El ‘Doxing’ se ha convertido en una virulenta expresi?n m?s de la misoginia y la homofobia en l?nea en plena era de las llamadas guerras culturales. Ya en 2017, un informe de Amnist?a Internacional apuntaba a que el 26% de las mujeres encuestadas en ocho pa?ses –entre ellos Espa?a— hab?an sido acosadas a través de este método. Un 8% de las mujeres periodistas también han sido amenazadas a través de la explotaci?n de su intimidad, seg?n un estudio del a?o pasado de la UNESCO. El Observatorio de la Violencia de la Fundaci?n Mujeres considera el ‘Doxing’ como otra forma m?s de violencia machista.
Este método de acoso también est? presente en Espa?a. Al menos uno de cada siete usuarios espa?oles (14%) han sido v?ctimas del ‘doxing’ cuando ligaban a través de aplicaciones de citas online como Tinder, Grindr o similares, seg?n se?al? este julio un estudio de la firma de ciberseguridad Kaspersky. En hasta un 37% de los casos su pareja les habr?a amenazado, habr?a filtrado fotos ?ntimas o compartido sin consentimiento sus conversaciones. De nuevo, las cifras son peores entre las mujeres: un 51% ha sido v?ctima de la violencia ‘online’ por su condici?n sexual, seg?n datos de Federaci?n Mujeres Progresistas.
La anonimidad de la red dificulta la persecuci?n de este delito. “Es tan complicado saber quién est? detr?s de los perfiles que amenazan que eso lleva a cerrar los expedientes por falta de pruebas”, asegura Xavier Florensa, director general de Pol?tiques P?bliques LGBTI+ de la Generalitat, que matiza que es un fen?meno "que no hemos detectado como normalizado". El hombre que difundi? los datos de la v?ctima de La Manada se enfrenta a dos a?os y medio de prisi?n, pero el suyo es un caso que se enmarca en uno de los mayores esc?ndalos de los ?ltimos a?os.
Reacci?n contra el odio
En los ?ltimos meses, el ‘doxing’ llev? a Clara Sorrenti a vivir un auténtico infierno. Esta activista trans, célebre en Twitch bajo el apodo Keffals, sufri? en primera persona una campa?a de odio contra ella y su familia que la oblig? a abandonar su pa?s. Ese ataque fue orquestado desde Kiwi Farms, un foro extremista online en el que sus usuarios se coordinaban para exponer detalles privados y perseguir a sus v?ctimas y que medios estadounidenses han vinculado con al menos tres suicidios.
We won. Kiwi Farms is dead. #DropKiwifarms (https://twitter.com/hashtag/DropKiwifarms?src=hash&ref_src=twsrc%5Etfw) pic.twitter.com/C2PFWYcYCj (https://t.co/C2PFWYcYCj)
— Clara Sorrenti (@keffals) 5 de septiembre de 2022 (https://twitter.com/keffals/status/1566921249036681217?ref_src=twsrc%5Etfw)Sorrenti us? su fama en la plataforma de ‘streaming’ para cargar contra sus acosadores. Ello le gan? a?n m?s problemas, pero tras semanas de denuncias y con el apoyo de sus seguidores logr? que el proveedor de servicios de internet Cloudflare decidiese desconectar Kiwi Farms al tratarse de una “amenaza inminente a la vida humana”. Las v?ctimas sin esa popularidad no tendr?n la misma suerte.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/doxing-acoso-digital-ceba-mujeres-76659046)
Ese acoso digital se conoce como ‘Doxing’ (o ‘Doxxing’), un perverso método basado en rastrear y revelar la informaci?n privada de alguien en internet frente a una audiencia hostil con la intenci?n de “intimidar, humillar o amenazar” a las v?ctimas. Una pr?ctica que ha crecido en los ?ltimos a?os con la normalizaci?n de las relaciones sociales a través de las pantallas y que golpea especialmente a las mujeres.
Aunque su pr?ctica es m?s antigua, el término ‘Doxing’ se populariz? en 2014 a ra?z del ‘Gamergate’, una campa?a mis?gina y reaccionaria contra programadoras y periodistas del mundo de los videojuegos, un sector hist?ricamente hipermasculinizado. Organizados en foros digitales como Reddit o 4chan, ejércitos de usuarios investigaron y revelaron detalles de la intimidad de sus v?ctimas e inventaron otros en un se?alamiento p?blico que degener? en una oleada de amenazas de violaci?n y asesinato contra ellas.
?Qué har?as si el nombre de tus padres, el lugar donde trabajas o con quien te acuestas es publicado por cientos de cuentas para intimidarte? Se obtenga de forma ilegal a través de un ciberataque o a través de lo compartido en las redes sociales por la propia v?ctima, esta t?ctica de chantaje y persecuci?n golpea dos veces, pues adem?s de violar la privacidad, causa problemas de salud mental como ansiedad, miedo, estrés postraum?tico, problemas de sue?o y falta de seguridad y confianza en los otros, seg?n explica Yolanda Mateo, psic?loga especializada en violencia de género de la Federaci?n Mujeres Progresistas. "Se desvirt?a esta conducta de delito, pero las secuelas son las mismas que en el mundo f?sico", remarca, advirtiendo que esta problem?tica se da "mucho" entre adolescentes.
Método mis?gino
El ‘Doxing’ se ha convertido en una virulenta expresi?n m?s de la misoginia y la homofobia en l?nea en plena era de las llamadas guerras culturales. Ya en 2017, un informe de Amnist?a Internacional apuntaba a que el 26% de las mujeres encuestadas en ocho pa?ses –entre ellos Espa?a— hab?an sido acosadas a través de este método. Un 8% de las mujeres periodistas también han sido amenazadas a través de la explotaci?n de su intimidad, seg?n un estudio del a?o pasado de la UNESCO. El Observatorio de la Violencia de la Fundaci?n Mujeres considera el ‘Doxing’ como otra forma m?s de violencia machista.
Este método de acoso también est? presente en Espa?a. Al menos uno de cada siete usuarios espa?oles (14%) han sido v?ctimas del ‘doxing’ cuando ligaban a través de aplicaciones de citas online como Tinder, Grindr o similares, seg?n se?al? este julio un estudio de la firma de ciberseguridad Kaspersky. En hasta un 37% de los casos su pareja les habr?a amenazado, habr?a filtrado fotos ?ntimas o compartido sin consentimiento sus conversaciones. De nuevo, las cifras son peores entre las mujeres: un 51% ha sido v?ctima de la violencia ‘online’ por su condici?n sexual, seg?n datos de Federaci?n Mujeres Progresistas.
La anonimidad de la red dificulta la persecuci?n de este delito. “Es tan complicado saber quién est? detr?s de los perfiles que amenazan que eso lleva a cerrar los expedientes por falta de pruebas”, asegura Xavier Florensa, director general de Pol?tiques P?bliques LGBTI+ de la Generalitat, que matiza que es un fen?meno "que no hemos detectado como normalizado". El hombre que difundi? los datos de la v?ctima de La Manada se enfrenta a dos a?os y medio de prisi?n, pero el suyo es un caso que se enmarca en uno de los mayores esc?ndalos de los ?ltimos a?os.
Reacci?n contra el odio
En los ?ltimos meses, el ‘doxing’ llev? a Clara Sorrenti a vivir un auténtico infierno. Esta activista trans, célebre en Twitch bajo el apodo Keffals, sufri? en primera persona una campa?a de odio contra ella y su familia que la oblig? a abandonar su pa?s. Ese ataque fue orquestado desde Kiwi Farms, un foro extremista online en el que sus usuarios se coordinaban para exponer detalles privados y perseguir a sus v?ctimas y que medios estadounidenses han vinculado con al menos tres suicidios.
We won. Kiwi Farms is dead. #DropKiwifarms (https://twitter.com/hashtag/DropKiwifarms?src=hash&ref_src=twsrc%5Etfw) pic.twitter.com/C2PFWYcYCj (https://t.co/C2PFWYcYCj)
— Clara Sorrenti (@keffals) 5 de septiembre de 2022 (https://twitter.com/keffals/status/1566921249036681217?ref_src=twsrc%5Etfw)Sorrenti us? su fama en la plataforma de ‘streaming’ para cargar contra sus acosadores. Ello le gan? a?n m?s problemas, pero tras semanas de denuncias y con el apoyo de sus seguidores logr? que el proveedor de servicios de internet Cloudflare decidiese desconectar Kiwi Farms al tratarse de una “amenaza inminente a la vida humana”. Las v?ctimas sin esa popularidad no tendr?n la misma suerte.
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