الريــم
09-30-2022, 06:47 AM
Pere Aragonès*encaj?, el martes, las palabras de*Albert Batet, en las que exig?a que se diera cumplimiento a las tres demandas que Juntsreclama desde hace un mes o bien se sometiera a una cuesti?n de confianza,*con estupor. Llevaba, como quien dice, 12 horas codo con codo con el vicepresidente*Jordi Puigner? a su lado, en el debate de pol?tica general, y trat? de esconder sus emociones. No sab?a nada del as en la manga que los posconvergentes iban a sacar. "No se trat? de un enfado personal, sino que inmediatamente entendi? que la jugada pon?a en peligro a todo el Govern, también a los consellers de Junts. Era un ataque muy grave a la instituci?n", detalla una fuente republicana. Evit? replicar en ese momento a Batet y se dio tiempo hasta el turno de su correligionario de ERC,*Josep Maria Jové. De hecho, se dio 24 horas para saldar la cuesti?n.
Durante esa noche, el president, obviamente, empez? el intercambio de impresiones y de ?pticas con su equipo m?s cercano. A la ma?ana siguiente, la del miércoles, Aragonès ampli? el c?rculo a miembros de su partido, entre ellos,*Oriol Junqueras*y*Marta Rovira*y se reuni? con*Laura Vilagrà, consellera de Presidència. En esas horas de la ma?ana llega la informaci?n fidedigna de que Puigner? conoc?a la jugada de la cuesti?n de confianza de Junts. Con Junqueras, afirman fuentes republicanas, no habr?a ulterior contacto hasta la madrugada, cuando se intercambiaron unos mensajes de texto.
Aragonès y Vilagrà decidieron convocar al Govern para descubrir hasta d?nde alcanzaba lo que los republicanos ya tildaban de "deslealtad". Se acord?, asimismo, citar al secretario general de Junts,*Jordi Turull, para un encuentro a solas, sin*Laura Borràs, inmediatamente después de la reuni?n de los consellers.
M?s informaci?n (Auto)
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Los miembros de Junts que ocupan silla en el Consell Executiu comieron (excepto*Jaume Gir?, que, seg?n fuentes posconvergentes, ten?a agenda oficial en la Vall de Bianya) con Turull, Borràs, Batet y Josep Rius. Durante la comida,*pactaron que todos deb?an mantener la apuesta por la cuesti?n de confianza sin fisuras, al temer que alguno pudiera defender su permanencia en el Govern o relativizar la amenaza que hab?a lanzado el partido.
El interrogatorio
Los consellers, encabezados por Puigner?, entraron juntos en el Palau de la Generalitat. Con esa unidad rocosa y de apoyo a las acciones de su partido empez? la reuni?n. A partir de ah? ya difieren las versiones. Seg?n fuentes republicanas varios consellers de Junts modularon el discurso. Algunos se lamentaron de estar en medio de una pugna entre la lealtad debida al president como miembros del Executiu y la obediencia al partido.*
Otros, quiz? los m?s medi?ticos,*no se movieron de las aguas ambiguas de la adscripci?n a lo dicho por Junts*y la voluntad de solucionar los desencuentros. Puigner? admiti? que s? conoc?a de antemano que Batet ten?a previsto mostrar la carta de la moci?n de confianza. Fue el ?nico. Pero fuentes de JxCat insisten en que sus consellers no se movieron un ?pice de la adscripci?n total a lo dicho por el partido.
La amenaza parlamentaria enerv? a Aragonès, pero constatar que el n?mero dos del Govern le hab?a ocultado la maniobra fue definitivo para destituirle
Tras el Consell Executiu, Aragonès se traslad? a la*Casa dels Canonges*donde le esperaba, cerca de 45 minutos, Turull. Reforzado por el reconocimiento de Puigner?, el president, seg?n los republicanos, explic? al n?mero dos de Junts que meditaba cesar al vicepresidente. Seg?n los posconvergentes, en esa primera parte de la reuni?n, nada parecido fue dicho.
El comunicado
S? coinciden en ERC y en Junts en que el tono de Turull fue siempre conciliador y de empe?o en la b?squeda de soluciones. Un tono parecido al que mostraron los consellers ya al final del Consell Executiu. A la hora y poco de reuni?n se hizo un receso. Turull se dirigi? al despacho de Puigner? y Aragonès se cit? con su equipo.
Es durante ese receso cuando Junts hizo p?blico un comunicado (a*las 20.11 horas) en el que explicaba que los consellers permanecieron fieles a lo dictado por el partido: "Han apostado por el cumplimiento del acuerdo firmado entre Junts y ERC [...] en la misma l?nea que se expres? Batet" en el Parlament, la v?spera.
M?s informaci?n (Auto)
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Fuentes republicanas aseguran que este comunicado enoj?, de nuevo, a Aragonès, porque se contradec?a “con lo que él hab?a visto”. Seg?n los posconvergentes, en esa primera parte, ambos*hab?an pactado reconducir la situaci?n,*por lo que deducen que, en el descanso, el president conversa con “alguien” y vuelve a la reuni?n con la decisi?n de cesar a su vicepresidente. Seg?n fuentes de Palau,*ese "alguien" no existe*(no es Junqueras) y consideran una maldad que los posconvergentes vuelvan al soniquete de la presunta tutor?a del presidente de ERC al presidente de la Generalitat. Turull s? pidi? que Borràs fuera a Palau y lleg? acompa?ada de su c?rculo de confianza, pero no entr? en la sala con Aragonès en ning?n momento.
Tras el receso, se reanud? la reuni?n con Turull y el republicano le afe?*las distintas versiones de los miembros de Junts*y la literalidad del texto enviado a la prensa. Es entonces cuando se reafirm? en el cese de Puigner?. Mantuvieron un amplio debate, siempre con buenas formas, pese a la "perplejidad" del secretario general. Turull intent? lo inevitable, rebajar la tensi?n y buscar una*soluci?n intermedia. No la hubo porque Aragonès ten?a la decisi?n tomada, as? que cit? a Puigner? en su despacho y le comunic? que firmar?a su destituci?n. El entonces vicepresidente, apuntan fuentes de Esquerra, mostr? poca “resistencia”, menos, por ejemplo, que la que hab?a mostrado el propio Turull.
Borràs, Turull y Puigner? salieron de Palau juntos, para arropar al que fuera su m?ximo representante en el Govern, y sin responder a las preguntas de los periodistas. Los equipos de la Generalitat empezaron a preparar la*Galer?a G?tica*para que el anuncio fuese solemne, que exhibiera el*golpe de autoridad*de Aragonès.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/reconstruccion-cese-puignero-cuestion-perdida-confianza-76273059)
Durante esa noche, el president, obviamente, empez? el intercambio de impresiones y de ?pticas con su equipo m?s cercano. A la ma?ana siguiente, la del miércoles, Aragonès ampli? el c?rculo a miembros de su partido, entre ellos,*Oriol Junqueras*y*Marta Rovira*y se reuni? con*Laura Vilagrà, consellera de Presidència. En esas horas de la ma?ana llega la informaci?n fidedigna de que Puigner? conoc?a la jugada de la cuesti?n de confianza de Junts. Con Junqueras, afirman fuentes republicanas, no habr?a ulterior contacto hasta la madrugada, cuando se intercambiaron unos mensajes de texto.
Aragonès y Vilagrà decidieron convocar al Govern para descubrir hasta d?nde alcanzaba lo que los republicanos ya tildaban de "deslealtad". Se acord?, asimismo, citar al secretario general de Junts,*Jordi Turull, para un encuentro a solas, sin*Laura Borràs, inmediatamente después de la reuni?n de los consellers.
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Los miembros de Junts que ocupan silla en el Consell Executiu comieron (excepto*Jaume Gir?, que, seg?n fuentes posconvergentes, ten?a agenda oficial en la Vall de Bianya) con Turull, Borràs, Batet y Josep Rius. Durante la comida,*pactaron que todos deb?an mantener la apuesta por la cuesti?n de confianza sin fisuras, al temer que alguno pudiera defender su permanencia en el Govern o relativizar la amenaza que hab?a lanzado el partido.
El interrogatorio
Los consellers, encabezados por Puigner?, entraron juntos en el Palau de la Generalitat. Con esa unidad rocosa y de apoyo a las acciones de su partido empez? la reuni?n. A partir de ah? ya difieren las versiones. Seg?n fuentes republicanas varios consellers de Junts modularon el discurso. Algunos se lamentaron de estar en medio de una pugna entre la lealtad debida al president como miembros del Executiu y la obediencia al partido.*
Otros, quiz? los m?s medi?ticos,*no se movieron de las aguas ambiguas de la adscripci?n a lo dicho por Junts*y la voluntad de solucionar los desencuentros. Puigner? admiti? que s? conoc?a de antemano que Batet ten?a previsto mostrar la carta de la moci?n de confianza. Fue el ?nico. Pero fuentes de JxCat insisten en que sus consellers no se movieron un ?pice de la adscripci?n total a lo dicho por el partido.
La amenaza parlamentaria enerv? a Aragonès, pero constatar que el n?mero dos del Govern le hab?a ocultado la maniobra fue definitivo para destituirle
Tras el Consell Executiu, Aragonès se traslad? a la*Casa dels Canonges*donde le esperaba, cerca de 45 minutos, Turull. Reforzado por el reconocimiento de Puigner?, el president, seg?n los republicanos, explic? al n?mero dos de Junts que meditaba cesar al vicepresidente. Seg?n los posconvergentes, en esa primera parte de la reuni?n, nada parecido fue dicho.
El comunicado
S? coinciden en ERC y en Junts en que el tono de Turull fue siempre conciliador y de empe?o en la b?squeda de soluciones. Un tono parecido al que mostraron los consellers ya al final del Consell Executiu. A la hora y poco de reuni?n se hizo un receso. Turull se dirigi? al despacho de Puigner? y Aragonès se cit? con su equipo.
Es durante ese receso cuando Junts hizo p?blico un comunicado (a*las 20.11 horas) en el que explicaba que los consellers permanecieron fieles a lo dictado por el partido: "Han apostado por el cumplimiento del acuerdo firmado entre Junts y ERC [...] en la misma l?nea que se expres? Batet" en el Parlament, la v?spera.
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Fuentes republicanas aseguran que este comunicado enoj?, de nuevo, a Aragonès, porque se contradec?a “con lo que él hab?a visto”. Seg?n los posconvergentes, en esa primera parte, ambos*hab?an pactado reconducir la situaci?n,*por lo que deducen que, en el descanso, el president conversa con “alguien” y vuelve a la reuni?n con la decisi?n de cesar a su vicepresidente. Seg?n fuentes de Palau,*ese "alguien" no existe*(no es Junqueras) y consideran una maldad que los posconvergentes vuelvan al soniquete de la presunta tutor?a del presidente de ERC al presidente de la Generalitat. Turull s? pidi? que Borràs fuera a Palau y lleg? acompa?ada de su c?rculo de confianza, pero no entr? en la sala con Aragonès en ning?n momento.
Tras el receso, se reanud? la reuni?n con Turull y el republicano le afe?*las distintas versiones de los miembros de Junts*y la literalidad del texto enviado a la prensa. Es entonces cuando se reafirm? en el cese de Puigner?. Mantuvieron un amplio debate, siempre con buenas formas, pese a la "perplejidad" del secretario general. Turull intent? lo inevitable, rebajar la tensi?n y buscar una*soluci?n intermedia. No la hubo porque Aragonès ten?a la decisi?n tomada, as? que cit? a Puigner? en su despacho y le comunic? que firmar?a su destituci?n. El entonces vicepresidente, apuntan fuentes de Esquerra, mostr? poca “resistencia”, menos, por ejemplo, que la que hab?a mostrado el propio Turull.
Borràs, Turull y Puigner? salieron de Palau juntos, para arropar al que fuera su m?ximo representante en el Govern, y sin responder a las preguntas de los periodistas. Los equipos de la Generalitat empezaron a preparar la*Galer?a G?tica*para que el anuncio fuese solemne, que exhibiera el*golpe de autoridad*de Aragonès.
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