الريــم
09-27-2022, 09:30 PM
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha propuesto este martes en el Parlament un "acuerdo de claridad" para fijar las condiciones de un hipotético futuro referéndum sobre la independencia de Catalu?a. La idea se inspira en la ley que Canad? impuls? en respuesta a las demandas secesionistas de Quebec, la principal provincia franc?fona del pa?s. Una v?a por la que también apost? en 2016, y tuvo que rectificar ante la polémica suscitada, el entonces l?der del PSC y actual ministro de Cultura, Miquel Iceta.
La "ley sobre la claridad referendaria", originalmente 'Loi sur la clarté référendaire', fue una iniciativa que se tom? tras el referéndum sobre la independencia de Quebec en 1995. Con m?s de un 93% de participaci?n, la consulta, promovida por el gobierno del Partido Quebequés, dio una ajustad?sima victoria (por poco m?s de un punto porcentual) a los partidarios del 'no'. A pesar de no lograr la mayor?a, los independentistas aumentaron de forma significativa respecto al referéndum de 1980. Adem?s, el 59,56% de los quebequeses se opusieron a que el gobierno provincial negociara un acuerdo de plena soberan?a con el gobierno central.
La norma otorgaba a la C?mara de los Comunes la potestad de validar la pregunta y los resultados
Tras el referéndum de 1995, el primer ministro canadiense, Jean Chrétien, impuls? una serie de medidas para tratar de satisfacer las demandas de los independentistas, pero el poco entusiasmo que suscit? la propuesta llev? a Chrétien a apostar por lo que se bautiz? como 'plan b': establecer unos l?mites y unas condiciones que regularan "con claridad" la posible celebraci?n de un tercer referéndum de estas caracter?sticas.
Pregunta y resultados claros
Después del fracaso de varios intentos de negociaci?n, el 29 de junio de 2000, el Senado de Canad? aprob? la versi?n final de la Ley de Claridad, fijando unas condiciones bajo las cuales una provincia puede llegar a independizarse y otorgando un elevado grado de poder a la C?mara de los Comunes. La norma establece que la pregunta en cuesti?n deber? "requerir que la poblaci?n se declare claramente a favor o en contra de que la provincia se separe de Canad?" y concede a la C?mara baja la potestad de determinar su validez.
Por otro lado, también es la C?mara baja la encargada de dictaminar si la voluntad de secesi?n ha sido expresada por una "mayor?a clara de la poblaci?n", considerando que "la democracia es algo m?s que tomar decisiones por mayor?a simple". As?, para que prospere la opci?n independentista, es necesario que haya m?s votos a favor que en contra y que la participaci?n sea elevada, sin llegar a fijar los porcentajes concretos.
La Asamblea Nacional de Quebec no reconoci? dicha ley, al considerarla insuficiente, y aprob? su propia norma, que establec?a que bastaba con el 50+1% de los sufragios a favor para proclamar la independencia. Sin embargo, lo cierto es aquella iniciativa consigui? apaciguar las aspiraciones secesionistas, ya que desde entonces no se han vuelto a plantear formalmente nuevas consultas en la provincia canadiense. En 2014, la apuesta electoral del Partido Quebequés por un nuevo referéndum hundi? a la formaci?n hasta los peores resultados de su historia y cedi? el gobierno al Partido Liberal.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/ley-claridad-canada-quebec-inspira-aragones-75970367)
La "ley sobre la claridad referendaria", originalmente 'Loi sur la clarté référendaire', fue una iniciativa que se tom? tras el referéndum sobre la independencia de Quebec en 1995. Con m?s de un 93% de participaci?n, la consulta, promovida por el gobierno del Partido Quebequés, dio una ajustad?sima victoria (por poco m?s de un punto porcentual) a los partidarios del 'no'. A pesar de no lograr la mayor?a, los independentistas aumentaron de forma significativa respecto al referéndum de 1980. Adem?s, el 59,56% de los quebequeses se opusieron a que el gobierno provincial negociara un acuerdo de plena soberan?a con el gobierno central.
La norma otorgaba a la C?mara de los Comunes la potestad de validar la pregunta y los resultados
Tras el referéndum de 1995, el primer ministro canadiense, Jean Chrétien, impuls? una serie de medidas para tratar de satisfacer las demandas de los independentistas, pero el poco entusiasmo que suscit? la propuesta llev? a Chrétien a apostar por lo que se bautiz? como 'plan b': establecer unos l?mites y unas condiciones que regularan "con claridad" la posible celebraci?n de un tercer referéndum de estas caracter?sticas.
Pregunta y resultados claros
Después del fracaso de varios intentos de negociaci?n, el 29 de junio de 2000, el Senado de Canad? aprob? la versi?n final de la Ley de Claridad, fijando unas condiciones bajo las cuales una provincia puede llegar a independizarse y otorgando un elevado grado de poder a la C?mara de los Comunes. La norma establece que la pregunta en cuesti?n deber? "requerir que la poblaci?n se declare claramente a favor o en contra de que la provincia se separe de Canad?" y concede a la C?mara baja la potestad de determinar su validez.
Por otro lado, también es la C?mara baja la encargada de dictaminar si la voluntad de secesi?n ha sido expresada por una "mayor?a clara de la poblaci?n", considerando que "la democracia es algo m?s que tomar decisiones por mayor?a simple". As?, para que prospere la opci?n independentista, es necesario que haya m?s votos a favor que en contra y que la participaci?n sea elevada, sin llegar a fijar los porcentajes concretos.
La Asamblea Nacional de Quebec no reconoci? dicha ley, al considerarla insuficiente, y aprob? su propia norma, que establec?a que bastaba con el 50+1% de los sufragios a favor para proclamar la independencia. Sin embargo, lo cierto es aquella iniciativa consigui? apaciguar las aspiraciones secesionistas, ya que desde entonces no se han vuelto a plantear formalmente nuevas consultas en la provincia canadiense. En 2014, la apuesta electoral del Partido Quebequés por un nuevo referéndum hundi? a la formaci?n hasta los peores resultados de su historia y cedi? el gobierno al Partido Liberal.
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